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19.6.07

Italia busca un islam a su medida



El Gobierno de Prodi promueve una Carta de Valores de corte democrático con énfasis en la igualdad de sexos

· El texto dado a firmar a las asociaciones censura el velo integral, prohíbe la poligamia y recalca la escolarización obligatoria.

Un comité de expertos ha redactado, por encargo del Ministerio del Interior italiano, una Carta de Valores que el Estado espera que las asociaciones de religiones arribadas al país firmen y promuevan entre sus socios. Pese al voluntario carácter genérico de su enunciado, se nota que el texto tiene muy presentes a los musulmanes.

Empezó como una iniciativa del Gobierno de centroizquierda de Italia por organizar un islam italiano bien integrado en una sociedad occidental laica; causó resquemor entre muchos musulmanes por estar claramente dirigida a ellos y no a otras religiones arribadas al país; se le quitó ese cariz para evitar desencuentros; y ahora que comienza su andadura, se nota que el proyecto inicial se ha mantenido. Aunque el enunciado de la recién redactada Carta de Valores, Ciudadanía e Inmigración aluda oficialmente a todos, su contenido tiene un inequívoco aroma a cuestiones que suelen citarse al abordar la relación del islam con el Occidente contemporáneo.

Las asociaciones religiosas de Italia -entre ellas las islámicas- están llamadas a pronunciarse sobre el documento, y, de suscribirlo, a difundirlo entre sus socios para que respeten tales valores, pese a que no se trata de un texto que prevea sanciones o que deba ser jurado por individuos.

En Italia viven 1.500.000 musulmanes, lo que hace del islam la segunda comunidad de fe por número de fieles. Unos 50.000 tienen la ciudadanía italiana, de los cuales 10.000 son italianos conversos.

En ese magma conviven distintas sensibilidades, y el Ejecutivo de centroizquierda que preside Romano Prodi aspira a que todas firmen la carta, elaborada por un comité de expertos de la cultura y el derecho -entre ellos el musulmán Khaled Fouad Allam, diputado de origen argelino de la coalición de Prodi- que han consultado a asociaciones religiosas y étnicas del país.
El proceso, una iniciativa del Ministerio del Interior, arrancó en agosto del 2006, y ha llevado meses consensuar este texto final, inspirado en la Constitución italiana y en tratados internacionales de derechos humanos.

La Carta de Valores, Ciudadanía e Inmigración declara que el matrimonio en Italia "está fundado sobre la igualdad de derechos y responsabilidades entre marido y mujer, y es por ello una estructura monógama: la monogamia une dos vidas y las hace corresponsables de lo que realizan juntas, a partir de la educación de los hijos."
El texto -que recalca el derecho/ deber de los niños de ir a la escuela obligatoria, y la opción de elegir enseñanza religiosa- puntualiza:

"Italia prohíbe la poligamia como contraria a los derechos de la mujer." Además, la carta estipula "la prohibición de coerciones, matrimonios forzados, o entre niños".

También alude a la delicada cuestión del velo, que censura en su versión integral: "En Italia no son aceptables formas de vestimenta que cubran el rostro, porque eso impide el reconocimiento de la persona, y obstaculiza sus relaciones con los demás."
Entre sus siete párrafos figura uno sobre sociedad laica y libertad religiosa: "Los principios de libertad y derechos de la persona no pueden ser violados en nombre de ninguna religión."

Para escribir la carta, el comité de expertos habló con la Iglesia ortodoxa y con budistas, pero sobre todo con el Consejo del Islam Italiano, organismo consultivo creado en el 2005 por el anterior Ejecutivo de centroderecha para "favorecer un diálogo provechoso entre el Estado y la comunidad islámica nacional".
En ese Consejo coexisten las varias almas del islam, desde la conservadora Unión de las Comunidades y Organizaciones Islámicas de Italia (UCOII), que ve bien la carta pero matiza que "el velo no es nunca humillante para la mujer que lo lleva", hasta la Asociación de Mujeres Marroquíes en Italia, que se felicita al ver por escrito el rechazo al velo, prenda que ellas combaten.

Texto integro de la Carta de valores de la ciudadanía y de la integración Italiana
María-Paz López
La Vanguardia.es

1 comentario :

  1. Las comparaciones son odiosas

    Mientras Italia comienza a concienciarse de los futuros problemas con los que se puede encontrar Europa debido al avance incesante de la población musulmana, y el gobierno opta por establecer una normativa con derechos y obligaciones, en España preferimos el modelo “del todo vale” y mas tolerantes que nadie, será por “La alianza de civilizaciones” el gobierno permite que los musulmanes implanten sus tradiciones, y sus cultos sin orden ni medida, hasta el punto de permitir que en la foto del DNI las mujeres luzcan veladas, los hombres se permiten solicitar al gobierno la legalización de la poligamia, y se acepta la separación de sexos en los colegios, supongo que con la intención de la igualdad tan pregonada de Sr. Zapatero, esto es solo una muestra entre muchas otras permisibilidades.

    No seria extraño que tanto apaciguamiento termine tarde o temprano en un “Choque de civilizaciones” y nos arrojen a todos los españoles a los leones por racistas, que a nadie se le ocurra pensar que los racistas son los que no se integran en la sociedad de acogida, los racistas somos los nativos que no aceptamos normas y conductas machistas, denigrantes y claramente anticonstitucionales.

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