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14.3.04

La gran mezquita del Albaicín

Inauguran mezquita en España financiada por países que persiguen a cristianos

Con al apoyo financiero de algunos países musulmanes, que persiguen al cristianismo en sus territorios, esta semana se inauguró la gran mezquita del Albaicín, en medio de controversias en torno a la reciprocidad de la libertad religiosa en España y los países musulmanes.

Según el periodista Pedro Canales, “el centro religioso musulmán ha sido objeto durante los 22 años que ha demorado su construcción, de numerosos debates y polémicas. Su apertura es una señal inequívoca de la tolerancia cristiana de España, que no tiene equivalente en el mundo islámico”.

Canales sostiene que “el proyecto de la mezquita del Albaicín fue pilotado por el movimiento islámico 'Al Murabitun', un grupo fundamentalista de oscuras intenciones organizado por un jeque escocés de nombre Ian Dallas y de adopción Abdelkader.
El Murabit e integrado por un grupo de españoles conversos algunos de los cuales se dejaron ver en Chiapas intentando 'islamizar' a los indios rebeldes contra el poder central mexicano”.
“Aun así, –continuó– las autoridades españolas haciendo gala de una permisividad sin parangón permitieron a la Comunidad Islámica en España 'Al Murabitun' finalizar el proyecto con los fondos provenientes de Marruecos, Malasia, Libia y sobre todo el emirato de Sharja, uno de los integrantes en la federación de los Emiratos Árabes Unidos (EAU)”.


Refiriéndose a la nula reciprocidad sobre la tolerancia religiosa entre España y los mencionados países musulmanes, Canales explicó que “en ninguno de los países que han aportado los cuatro millones de euros que ha costado el proyecto existe esta misma tolerancia. En Marruecos, como en los Emiratos, un converso al cristianismo puede ser condenado a muerte. El Islam no permite a sus fieles abrazar otras religiones”.

Por ejemplo, “hace años en la ciudad marroquí de Nador fueron sentenciados a muerte un grupo de marroquíes bahais, que sólo pretendían lograr un sincretismo entre cristianismo e Islam”, agregó.

Asimismo, el analista afirmó que “la susodicha tolerancia de la que hacen gala las autoridades marroquíes es sólo de culto para los extranjeros residentes, americanos, ingleses, españoles o franceses, pero en absoluto es algo que pudiéramos llamar libertad religiosa”.

“En los países musulmanes las comunidades cristianas, a menudo órdenes religiosas, curas, hermanos y monjas, son bien recibidas para ocuparse de leprosos, enfermos de sida, pobres, desahuciados o bebés abandonados, pero incurrirán en las penas máximas del Código Penal si se les ocurre hacer proselitismo”, resaltó.

Más adelante, refiriéndose al proceso del proyecto de la mezquita, Canales indicó que “a principios de los años 80, 'Al Murabitun' compró un solar en lo alto del Albaicín, frente a la Alambra”, con el objetivo de construir una mezquita más alta que la iglesia que conmemoraba la toma de Granada por los Reyes Católicos y la derrota del reino nazarí, que simbolizara una “reconquista espiritual de Al Andalus”.

Ante ello, veinte años después de iniciarse el proyecto, las autoridades españolas, mostrando una madurez en el entendimiento de la libertad religiosa, aceptaron la mezquita, aunque sin aceptar que la mezquita sea más alta que el campanario de San Nicolás.

Luego, el movimiento “Al Murabitun”, establecido en Granada, pidió ayuda al rey Hassan II de Marruecos y a los Emiratos Árabes; teniendo como respuesta un discreto sostén.

Además, Canales afirmó que “a mediados de los 90, cuando la crisis financiera para la construcción de la gran mezquita del Albaicín era más aguda”, varias comunidades junto con asociaciones de estudiantes musulmanes y algunos movimientos del Islam político presentes entre los universitarios “aceptaron sumarse al movimiento de 'Al Murabitun' siempre que la gestión de la futura mezquita fuese colectiva”.

Finalmente, el analista español explicó que “el movimiento del jeque escocés quería acaparar el proyecto, pero al final tuvo que aceptar la colaboración de los otros grupos, lo que permitió convencer al sultán de Saryaj, Ben Mohamed Al Qasimi, para que diera los tres millones de dólares que se necesitaban para finalizar el proyecto”, con la condición de formar una Fundación Mezquita de Granada que presidiera el converso Malik Abderramán Ruiz.

Ver: Una secta integrista islámica se asienta en Granada

Mezquita de Granada - Llamamiento a la Oración


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