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12.6.04

La integración de los musulmanes en Europa


Entrevista al profesor egipcio y experto en temas islámicos, Samir Khalil Samir, y autor de «Cien preguntas sobre el Islam»

Claves para la convivencia entre musulmanes y cristianos.

Samir Khalil Samir sugiere posibles vías de encuentro entre cristianos y musulmanes, sobre todo en un momento en que hay 12 millones de musulmanes en la Unión Europea.

--¿Cuál es la gran pregunta que es necesario formularse sobre el Islam?
--Samir Khalil Samir: La pregunta es simple: qué es el Islam. El Islam es una religión parecida y distinta al cristianismo. Muchos de los valores profundos tienen cosas en común con el cristianismo.

No olvidemos que el Islam nace en un contexto geográfico, cultural e histórico donde existe el judaísmo y el cristianismo. En la Meca había muchos cristianos, y en Medina, la segunda ciudad del Islam, muchos judíos.

El contexto de la cultura beduina, en ambiente árabe, hace que el modo de entender a Dios y la religión sea distinto. Cuando digo distinto no hago un juicio de calidad; es simplemente diverso.

Para los occidentales, existe la tentación de intentar asimilar el Islam a una forma de cristianismo, o de oponerlo como algo totalmente distinto: pues no, ni una cosa ni la otra. Tenemos que empezar por saber qué es.

--¿El Islam se siente «misionero» por definición?
--Samir Khalil Samir: Así como lo esencial para el cristianismo es querer transmitir el Evangelio a todos, también es esencial para el musulmán querer transmitir el Corán.
Hasta aquí es justificable y es justo.
El problema surge cuando el modo de proceder es agresivo. Surgen problemas cuando el cristiano, en el deseo de anunciar a Cristo y al Evangelio a todo el mundo, lo hace de manera aunque sea ligeramente agresiva o con desprecio de quien no tienen la misma visión del mundo.

Si entiendo que he descubierto algo bonito y por amor y amistad quiero transmitirlo, no hay problema, siempre y cuando lo haga con libertad absoluta para todos. Es más, se convierte en un acto de fraternidad y de amor.

--Algunos quieren difundirlo por vías alejadas de la paz...
--Samir Khalil Samir Hoy vemos como a menudo hay quien quiere difundir el Islam con medios que no son siempre pacíficos. Una vez fue hasta con la guerra.

Creo que cuando hablamos de guerra no tenemos que decir «pero los cristianos hicieron las cruzadas», porque, según mi lectura histórica, el fin de la cruzada no era convertir musulmanes, sino que tenía un objetivo de defensa. Los objetivos eran militares y sociales; nunca fueron allí para convertir musulmanes. Fueron más bien, quizá, para defender a los cristianos y los caminos que conducían las peregrinaciones a los lugares santos.

El Islam desde los inicios contempla la conquista y la guerra. No por violencia, esto nunca: el Islam no acepta el principio de «la violencia por la violencia», ni usará la guerra para difundir la fe.

La fe musulmana se ha difundido sobre todo a través de los comerciantes, pensemos en la India o Malasia, y a través de los místicos. Ha tenido varios métodos de difusión: el hecho de querer difundir su fe y compartirla es un acto noble. Tendríamos que ver qué es lo que hay que hacer para afinar este concepto de difusión que para ellos es la «dawa» y para los cristianos la «misión».

--Violencia y no violencia, ¿se encuentran en la misma medida dentro del Corán?
--Samir Khalil Samir: La violencia se encuentra ya en el Corán y en la vida de Mahoma, y quien diga lo contrario es que no ha leído el Corán ni conoce a Mahoma. Sus primeras biografías se llamaban libros de las conquistas; es como los llaman ellos.

Pero al mismo tiempo que afirmo que la violencia está en el Corán, tengo que decir que también la «no violencia» está allí y en la vida de Mahoma. No me contradigo, es la realidad.

Por un lado, la violencia formaba parte del Islam naciente. La pregunta más profunda que debemos hacernos es cómo conciliar los hechos de violencia que subsisten en el Corán y que obligan --sí, digo obligan-- casi a matar en algunos casos.

Al mismo tiempo, otros párrafos obligan --repito, obligan-- a no hacer daño y a respetar la diversidad. Se encuentran las dos visiones, y sólo planteándonos esta pregunta y buscando la respuesta se empieza a entender la realidad musulmana en su conjunto.

--Los cristianos se interpelan cada vez más sobre el Islam. ¿También los musulmanes se formulan todas estas preguntas sobre los cristianos?
--Samir Khalil Samir: Sí, los cristianos se interrogan sobre el Islam. Viviendo en un ambiente mixto como es Beirut, tengo que decir que se preguntan por el Islam, y viceversa. De todos modos, es verdad que en el Líbano me dicen siempre que nosotros cristianos conocemos mejor el Islam que ellos el cristianismo.

La verdad es que tenemos bastantes dificultades cuando organizamos congresos y queremos un interlocutor musulmán que conozca bien el cristianismo.

--El Islam, ¿sigue siendo un desconocido para Europa?
--Samir Khalil Samir: Europa no debería culpabilizarse por no conocer el Islam: es obvio. Tampoco conoce el budismo u otras religiones. Para mí la cuestión no está en no conocer, sino en querer conocer.
Es positivo trabajar juntos, también criticando lo que no nos guste de su cultura, del mismo modo que ellos tienen el derecho a contestar aspectos de la cultura occidental que no les gusten.

Ellos, por ejemplo, creen que la concepción de la laicidad parece haber eliminado el fenómeno religioso, que de todos modos reaparece. Esta crítica es válida, y debe serlo también al revés. Me gustaría recordar que la presencia musulmana en Europa es reciente; es absurdo pretender que las raíces europeas sean las de todas las religiones.

Desde mi punto de vista, la presencia de musulmanes en Europa podría ser una bendición bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, si se consiguiera crear un Islam europeo, que fuera de fe musulmana y de cultura europea, o sea, también cristiana. Entonces se podría llegar a una relectura del Corán, partiendo de la igualdad entre hombre y mujer, entre creyente y ateo, con los principios de la democracia y de la civilización occidental, sobre todo de la distinción entre lo religioso y lo político.

--Algunos han criticado su libro alegando que se olvida de aspectos muy positivos del Islam, como el sufismo.
--Samir Khalil Samir: Hay algo exacto en esta observación, y es que no hablo del sufismo. Mire, es una realidad que el Islam ortodoxo suní ve como algo privado, o hasta como una desviación. No tiene mucho peso.
Si tomamos los libros que se publican en el mundo árabe-musulmán no vamos a encontrar casi ningún libro sobre sufíes.

En cambio, en Occidente hay muchos. ¿Por qué? Porque a Occidente le interesa el otro a partir de sí mismo, y no trata de entender el Islam como es.
En el Islam, lo esencial en las enseñanzas y en la vida es lo jurídico. Esto no es una acusación ni un aspecto negativo, es la realidad, y tengo que respetar al otro como es.

Más que el sufismo, para entender el mundo musulmán tenemos que conocer sus fuentes. Los «haddit», por ejemplo, son los dichos del profeta, y casi no se encuentran traducidos y son importantísimos.

--¿Lo urgente es una relectura del Corán?
--Samir Khalil Samir: Lo importante ahora es dilucidar cómo se debe leer e interpretar hoy el Corán.
Lamentablemente hay pocos musulmanes que propongan una relectura del Corán.

El cristianismo hace siglos que empezó una lectura crítica de sus fuentes. Esta lectura crítica no ha tenido lugar en el mundo musulmán y es una necesidad.
Repensar el Corán no significa cambiar el texto, sino su lectura. Los intelectuales musulmanes quieren hacerlo, pero no lo consiguen porque el peso de la mayoría tradicional es demasiado fuerte.

En Europa esto sería posible, siempre y cuando no prevalezcan estos grupos integristas pagados por países ricos del Golfo, que lo que hacen es exportar a Europa un Islam que no es el Islam que los musulmanes europeos quieren.

Muchas mezquitas están controladas por ellos; no son los inmigrantes quienes las han construido, sino ellos y sus predicadores que vienen de Arabia o de algunos emiratos.

--Para usted el Islam es algo natural, siendo un cristiano árabe. ¿Se siente un puente?
--Samir Khalil Samir: Tengo una gran simpatía a los musulmanes, pertenezco a esa cultura.
Soy árabe cristiano en una cultura musulmana, pero mi fe es cristiana, y estoy contento tanto de una cosa como de la otra.

El Islam no me es extraño, ciertamente. Nosotros, los cristianos árabes, hemos aprendido a apreciar los aspectos positivos y negativos de la coexistencia. También podemos ayudar a los cristianos occidentales a comprender el Islam en su totalidad y a convivir con él.
Somos un puente y podemos aportar lo que la experiencia de siglos nos ha dado como fruto.


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