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12.3.05

Los musulmanes viven en un mundo prisionero del pasado


Entrevista al islamólogo Samir Khalil Samir

Publicada en "La Razón"


Tras los atentados de Occidente, como ocurrió tras la caída de las Torres Gemelas y en otras trágicas ocasiones, el mundo musulmán reacciona de modo poco organizado.Hay quien habla incluso de la "parálisis" de la Media Luna.

R- No es una novedad, sino la confirmación de viejos problemas sin resolver que el islam lleva arrastrando desde hace tiempo

¿Por qué el islam es incapaz de asumir una actitud unitaria, profesor?

- Le falta una autoridad religiosa única reconocida por todos los musulmanes. Hay puntos de referencia notables, pero a menudo toman actitudes opuestas. Por ejemplo, en el asunto de los "kamikazes" y de su justificación religiosa, hemos asistido a una división muy significativa: el rector de la universidad de Al-Azhar, Muhammad Tantawi -una de las mayores autoridades del mundo sunnita- había emitido una fatwa en la que recordaba que hay que condenar el suicidio en cualquier caso, también cuando se hace en nombre de Dios.

El gran muftí de Arabia Saudí lo corroboró, pero poco después, otro famoso jeque egipcio, Yusuf-al-Qaradwi, les acusó de proponer "razonamientos abstractos, que no contemplan la necesidad de defender el islam de los ataques a los que está sometido en muchas partes del mundo y que justifican el martirio". Políticamente, la mayor parte de los "muftíes" y muchos "ulemas" siguen las pautas de los gobiernos de los países en los que viven (y que les pagan) y esto les hace menos creíbles a los ojos de muchos fieles.

Telepredicadores y tradición.

Por último, hay que tener en cuenta la gran influencia ejercida por los telepredicadores, que entran en las casas de millones de musulmanes y pueden ser más convincentes que los imanes de las mezquitas. Al-Qaradawi, por ejemplo, vive en los Emiratos Árabes pero es muy seguido en todo el mundo árabe, porque sale en televisión y muestra una gran capacidad para dar respuesta a las preguntas incisivas de la gente, partiendo del Corán y de la tradición. Otros responden a las preguntas más recurrentes a través de Internet, a golpe de citas coránicas.

O sea, que en el mundo islámico la popularidad también está reñida con la oficialidad...

R- Es una de las consecuencias a largo plazo producidas por la caída del califato y la llegada del presidente Kamal Ataturk. Hasta 1924 en el mundo sunnita había un punto de referencia al que uno se podía dirigir: al menos había alguien que decía "esto se puede hacer" o "está prohibido". Era una autoridad que reunía el aspecto religioso y el político, y que garantizaba algunas referencias comunes. Tras su abolición a manos de Ataturk, también faltó aquella referencia, el mundo musulmán entró en un periodo de gran desorientación y aumentaron las divisiones que ya existían en su seno.

No es casual que en algunos de los mensajes de Ben Laden se haga referencia implícita a la caída del califato a manos de Occidente y se proponga reconstruirlo para volver a dar fuerza a la nación islámica, que es el sueño nostálgico de mucha gente. Pero eso es mirar al pasado para no afrontar con realismo los problemas del presente.

El Corán se utiliza tanto para condenar como para justificar las mismas cosas. Es típico el ejemplo de las acciones de martirio de los "kamikazes", pero ocurre lo mismo con muchos otros problemas. ¿Es posible salir de este uso ambiguo en los textos sagrados?

R- En el Corán se pueden encontrar soluciones diferentes para el mismo problema, y esto permite siempre que se pueda echar mano de los textos desde diferentes perspectivas: se pueden "exhibir" versículos como apoyo a la propia tesis, proclamando siempre la ortodoxia.


Existe también un problema de método: paralelamente a una lectura interpretativa, que tiene en cuenta la realidad cotidiana y valora el uso de la razón, existe una lectura "mecanicista", que quiere aplicar de modo literal el modelo idealizado por Mahoma, profeta y guerrero que conquistó la península arábiga. La mayor parte de los musulmanes piensan lo siguiente: el modo de hacer del profeta Mahoma fue eficaz, por tanto, debemos actuar como él y no debemos cimentarnos en interpretaciones del Corán y de la Sunna (tradición) que corran el riesgo de traicionar el espíritu originario del islam.

El islam nace desde su origen como proyecto sociopolítico y también militar: esto es evidente tanto en el Corán como en la Sunna, en la tradición que incluye la vida y la enseñanza de Mahoma. Para un musulmán la religión y la política son inseparables. El verdadero problema es que el musulmán llama religión a todo: aspectos religiosos, políticos, costumbres... Pero esto significa condenar el mundo musulmán al inmovilismo, volverlo incapaz de hablar cara a cara con el presente.

Apoyar las tendencias liberales.

¿Y qué se puede hacer para salir de este inmovilismo?

R- Ayudar al desarrollo de las tendencias liberales y modernistas que intentan conjugar razón, libertad y fe. Son tendencias minoritarias pero abren caminos innovadores por los que los demás pueden encaminarse y avanzar hacia la modernidad.

Por ejemplo, en Túnez, el ex presidente Burghiba logró que se aceptaran de manera compartida por el pueblo algunas reformas fundamentales sobre la mujer y la familia: tenía un gran carisma por su papel en el proceso de independencia, estaba respaldado por los "muftíes" de Túnez y podía apoyarse en la herencia que dejó la civilización francesa. Hoy se está viviendo un intento de modernización semejante en Marruecos, donde el joven rey Mohamed VI ha propuesto reformas innovadoras que aprueba la población, aunque los grupos radicales islámicos oponen una fuerte resistencia. Es una partida abierta, como la que se está jugando en otros países árabes.

¿Y Occidente puede hacer algún movimiento decisivo?

R- Occidente debe alentar las nuevas tendencias con ayudas para el desarrollo ligadas a la apertura a la democracia y viceversa, debe tener el valor de congelar las relaciones económicas con los países que pisotean y los derechos humanos.

Es necesario dar a conocer el pensamiento y la obra de los intelectuales más abiertos: en el islam de hoy en día hay tomas de posición valientes, pero a menudo no son escuchadas. Y, por supuesto, debemos favorecer todo lo que pueda poner en movimiento un mundo que vive todavía prisionero del pasado.


Escrito por Samir Khalil Samir, islamólogo, es egipcio, jesuita y profesor de Historia de la Cultura Árabe e Islamología en la Universidad de Saint Joseph de Beirut, además de un profundo conocedor de la historia y la cultura musulmanas.

5 comentarios :

  1. Anónimo21/9/12

    me pueden decir por favor como vivien los adolescentes de islam pero mejor explicado por que la verdad no encontre lo que buscaba.....por favor

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    1. rumí21/9/12

      Anónimo: si me permite un consejo, le remito a la entrada del día 17 de este mismo blog: "Nuevas caricaturas de la revista Charlie Hebdo", en concreto la que aparece una madre preocupada por su hijo y que se podría traducir más o menos como: Adolescente con problemas: No bebe, no fuma, no f---a (acto sexual). ¡Mi hijo es un salafista!
      Saludos a todos.

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    2. Gracia Rumí por la colaboración

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  2. rumí22/9/12

    No hay de qué, Monmar. Me han gustado mucho las viñetas (no todas, algunas son muy soeces). De joven leía "El Jueves" y en general me gustan las revistas satíricas, donde precisamente se pueden decir cosas que no son políticamente correctas.
    Aquí en España también ha habido viñetas escandalosas con la consiguiente polémica de la que se habla varios días, pero nunca se ha matado a nadie por ello.
    Al que no le gusta este tipo de humor, no compra estas revistas y punto. El humor también es opinión y en Europa queremos seguir expresándonos libremente.
    Saludos a todos.

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    1. Así es Rumí, aun recuerdo el titulo de una obra de teatro que prefiero no repetir el nombre, por no hablar de la campaña que los progresistas llevan haciendo años en contra de la iglesia y los cristianos, pero la diferencia es que aguantamos o ignoramos las criticas democráticamente, lo dramático es que los musulmanes son unos fundamentalista y como tal se comportan.

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