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3.11.05

"Fatwas" contra el escritor marroquí Said Lakehal por criticar el Islam

Los extremistas amenazan de muerte a un escritor marroquí por criticar al Islam
La «fatwa» contra Said Lakehal pretende intimidar a los intelectuales y a las clases medias alauíes.

Tánger- El Movimiento Islámico por la Unificación y el Yihad, ha emitido una «fatwa» contra el escritor marroquí Said Lakehal, en la que le amenaza de muerte si no «abandona el camino del pecado».
Según este grupo islamista marroquí, que se sitúa en la obediencia de Al Qaida, el literato incurre en la apostasía en sus artículos, por «atacar al islam y a los musulmanes, bajo el pretexto de luchar contra el extremismo», por un lado, y «enarbolar la bandera de los valores modernistas, progresistas y principios democráticos».

La carta de amenazas que ha recibido Lakehal estos días viene firmada por el «emir» de este grupo extremista, Abu Yihad Al Magrebi, con quien el propio escritor ha intentado establecer una polémica pública. No es la primera vez que este movimiento yihadista le ha atacado en nombre de la defensa del libro sagrado, El Corán, y del purismo perdido de la Nación islámica.

Al Magrebi acusa a Lakehal de «abrir una clara guerra contra los símbolos del islam, como Osama Ben Laden y Ayman Zawahiri», y de «colaborar con los enemigos de la religión: EE UU e Israel». Said Lakehal publicó una respuesta a sus primeras amenazas en el mismo cotidiano marroquí en lengua árabe que se hizo eco de la «fatwa» de Al Magrebi, «Ahdat el Magribiya». Lakehal exhortaba a los miembros del grupo yihadista a revisar su «errónea visión del Islam y del Yihad en Iraq, Afganistan y Chechenia», y a seguir, en consecuencia, los pasos del movimiento islámico egipcio, Gamaa Islamiya, en el que notables dirigentes revisaron sus posturas y pidieron perdón.

Said Lakehal va camino de convertirse en el primer escritor marroquí en sufrir las iras de los terroristas islámicos, como Salman Rushdie lo es del extremismo religioso iraní. Lakehal es considerado como uno de los mejores especialistas del fenómeno religioso en Marruecos y sus artículos sobre el movimiento yihadista son publicados en los diarios de mayor tirada en el Reino.

Este joven profesor universitario es conocido en los medios intelectuales marroquíes por sus posiciones en favor de la modernidad y del desarrollo de la democracia. Hace unos meses, Lakehal criticó públicamente a Ahmed Raisuni, presidente del grupo islamista Movimiento por la Unidad y la Reforma, por sus posiciones hostiles al «Plan nacional de integración de la mujer». Raisuni considera el mismo como «contrario a la Sharia». Lakehal adoptó una posición más conciliadora cuando hace unas semanas Mustafa Ramid, un abogado casablanqués miembro del islamista Partido de la Justicia y Desarrollo, fue designado como Presidente de la Comisión de Justicia del parlamento. Según el escritor, «es una buena oportunidad para que Ramid abandone sus posiciones extremistas incendiarias».

Tensión religiosa. La carta de Abu Yihad El Magrebi y la «fatwa» emitida contra el escritor marroquí se producen en un momento de intenso debate religioso y político en Marruecos. Pero al mismo tiempo, la virulencia del anatema lanzado contra Lakehal va dirigido a intimidar a los intelectuales y las clases medias, verdadero soporte de la modernidad en el país. En Argelia, amenazas semejantes pronunciadas en los años 90 por los grupos terroristas acabaron con la vida de decenas de periodistas, escritores, médicos e intelectuales.
En Marruecos es la primera vez que esto ocurre de manera directa, aunque ya hace dos años la escritora y feminista Hinde Taarji, conocida por su apoyo a las madres solteras y a los niños de la calle, se vio obligada a recurrir a la protección policial ante las insinuaciones de los medios islamistas de su labor «contraria a la Sharia y al Islam». Hay quien teme en estas circunstancias por la vida de Said Lakehal.

El Movimiento Islámico por la Unificación y el Yihad, un grupo salafista que opera en Marruecos, pretende convertirse en portavoz de las tendencias más extremas del fundamentalismo marroquí. Por ello ha dado su aprobación a las acciones «de combate» llevadas a cabo por los seguidores de los imanes radicales, actualmente en prisión, acusados de «apoyo a organizaciones terroristas». El MIUY quiere ser el «brazo de Al Qaida» en Marruecos, y ha prestado juramento de fidelidad a Ben Laden.

Pedro Canales

1 comentario :

  1. Anónimo2/11/05

    No es la primera vez que esto sucede, primero se lanzo una «fatwa» contra Salman Rushdie, intentando acabar con su vida.
    En Francia, un grupo llamado Movimiento Contra el Racismo (Movement Against Racism and for Friendship Between People) trató de conseguir que el libro de Oriana Fallaci fuera prohibido. Una corte francesa rechazó la demanda. En Italia, un folleto titulado "El Islam castiga a Oriana Fallaci," escrito por el presidente del partido islámico italiano, llamó a los musulmanes a "ir y matar a Fallaci".
    El fundamentalismo se basa en el pensamiento único, toda persona que tenga la pretensión de llevar la contraria y desmarcarse del pensamiento impuesto por los fundamentalistas inevitablemente debe ser defenestrada.

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