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8.4.06

Occidentales conversos al terrorismo

Muriel Degauque


El mejor servicio de inteligencia con el que puede contar el mundo Árabe en occidente es sin duda el que concierne a los conversos, e incluso en algunos casos estos pueden actuar de información desde territorio occidental sin llegar a crear sospechas sobre la intensa colaboración que llevan a cabo con los terroristas. Los infiltrados (antaño espías) siempre han sido un arma indispensable para conseguir con éxito los objetivos marcados por nuestros enemigos.
Solo nos queda la confianza que estos conversos confidentes sean una ínfima minoría, así lo deseamos esperanzados en que el fín del terrorismo este cercano.

Próximamente informare sobre algunos conversos en España, (no relacionados con el terrorismo) un apartado muy interesante titulado “Españolas… por Ala” entre los que figuran algunos nombres conocidos que seguro os sorprenderán.

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Los conversos al islam están asumiendo el control de las operaciones terroristas perpetradas previamente por inmigrantes musulmanes de nacimiento y sus hijos.

Esto quedó ilustrado dramáticamente cuando una conversa belga al islam, Muriel Degauque, de 38 años, se inmolaba cerca de Bagdad el 9 de noviembre en un ataque suicida contra las tropas americanas, convirtiéndose en la primera mujer occidental cristiana de nacimiento en suicidarse para fines islamistas. Y de las catorce personas detenidas por vínculos con Degauque, la mitad eran conversos al islam. En la vecina Holanda, un informe gubernamental recién publicado expresa preocupación específicamente entorno a conversos radicalizados.

Las organizaciones del terror islamista estiman particularmente a los conversos. Conocen la cultura local y pasan desapercibidos. No pueden ser deportados, Saben ocultar su afiliación religiosa evitando las mezquitas, esperando el momento apropiado, hasta bebiendo alcohol y tomando drogas para mantener su tapadera. Una guía aconseja a los futuros terroristas suicida destinados a Irak que "vistan vaqueros, coman donuts y lleven siempre su Walkman".

Los conversos que o bien perpetraron una operación terrorista o fueron encarcelados provienen de muchos países occidentales. He aquí una lista parcial.

Australia: Jack Roche, británico de nacimiento, nueve años de cárcel por intentar volar la embajada israelí de Canberra.

Francia: David Courtailler, cuatro años por ayudar a terroristas. Pierre Richard Robert, cadena perpetua por planear atentados terroristas en Marruecos. Ruddy Teranova, tres años por atacar físicamente a un musulmán moderado.

Alemania: Steven Smyrek, siete años por planear una misión suicida para Hezboláh.

Italia: Doménico Quaranta, veinte años por incendiar una terminal de metro en Milán e intentar atacar templos griegos antiguos en Agrigento, Sicilia.

Holanda: Jason Walters, hijo de padre americano negro y una mujer holandesa, pertenecía a la Red Hofstad y lanzó una granada de mano contra la policía; su juicio comienza esta semana.

Reino Unido: Germaine Lindsay, inmigrante de Jamaica, uno de los terroristas suicida del transporte de Londres de julio del 2005, que mataron a 26. Richard Reid, cadena perpetua para "el suicida del zapato", que intentó derribar un vuelo París-Miami. Andrew Rowe, quince años por planificar ataques terroristas.

Estados Unidos: Ryan Anderson, cadena perpetua por ayudar a Al Qaeda mientras era un miembro de la Guardia Nacional. David Belfield, asesinó a un ex diplomático iraní fuera de Washington y huyó a Irán. Clement Rodney Hampton-el, 35 años por ayudar a volar el World Trade Center en 1993. Mark Fidel Kools, pena de muerte por "lanzar explosivos" y matar a dos de sus oficiales en el ejército. John Mohammed, cadena perpetua por su papel como principal "francotirador de Beltway". Randall Royer, veinte años por cargos de armamento y explosivos "derivados de la investigación de una red jihadista militante en el norte de Virginia". Cinco miembros de Jamaat ul Fuqra, un grupo radicado en Pakistán sospechoso de al menos trece asesinatos en América, encarcelados hasta 69 años.

Lorenzo Vidino divulga en Al Qaeda en Europa (Prometheus) que las autoridades concluyen que "docenas de conversos europeos han ingresado en grupos terroristas". El problema tampoco se restringe a los conversos occidentales al islam.


En las Filipinas, por ejemplo, un converso confesaba volar un ferry en febrero del 2004, matando a más de 100, y otros están vinculados a un intento de volar la embajada americana de Manila. Más en general, el gobierno acusa a Al-Qaeda y la Jemaah Islamiyah de utilizar el Movimiento Rajah Solaiman, un grupo de conversos, para llevar a cabo ataques del terror.

Los conversos no occidentales se mudan a Occidente y se involucran allí en el terrorismo. Considérense tres casos americanos: Rashid Baz, druso libanés de nacimiento, 141 años de prisión por asesinar a un niño judío en el Puente de Brooklyn. Wadih el-Hage, católico libanés de nacimiento, cadena perpetua sin revisión por su trabajo con Osama bin Laden. John Samuel, cristiano etíope de nacimiento, aguarda juicio en Guantánamo, acusado de entrar en Estados Unidos para sembrar el terror para Al Qaeda.

La creciente prominencia de los conversos al terrorismo significa que herramientas del contraterrorismo tales como buscar nombres musulmanes o rechazar a terroristas potenciales en la frontera no es suficiente. En lugar de eso, ahora también es crucial saber exactamente quién se convierte al islam y vigilar a los conversos con el fin de ver cuáles están radicalizados.

Algunas de las personas mencionadas arriba habrían podido involucrarse en el terrorismo sin ni siquiera convertirse en musulmanes. Pero la seguridad de Occidente, las Filipinas, y el resto de lugares exige hacerse a la idea de un hecho muy simple: la conversión al islam incrementa sustancialmente las probabilidades de implicación de una persona en el terrorismo.

La Razón. Diciembre 2005

Más conversos al terrorismo

Los conversos de los que sólo se sospecha, arrestados, o procesados.
El artículo "Conversos al terrorismo", se adentró en el tema de los conversos al islam que se involucran en el terrorismo. Los apremios de espacio limitaron la información que podía incluir, así que aquí la añado, de tres maneras:
(1) proporcionando nombres de los conversos sospechosos de, arrestados, o procesados por terrorismo, pero que o bien no han pasado a la acción aún, o bien han sido procesados;
(2) revisando el tema de los jihadistas no terroristas;
(3) resumiendo un informe de la Inteligencia francesa acerca de los conversos al islam.

(1) La lista anterior incluía conversos que o bien se habían involucrado en, o bien habían sido condenados por terrorismo. Eso deja fuera a muchos otros conversos que no han alcanzado aún ninguna de esas etapas, incluyendo a:

Australia:

David Hicks, acusado de ingresar en Lashkar-i Tayyiba.
Shane Kent, exmúsico de rock pelirrojo de piel clara que se entrenó en un campamento terrorista afgano, era uno de los diecisiete sospechosos terroristas detenidos en noviembre del 2005.
Joseph Terrence Thomas, acusado de entrenarse con, y financiar a Al-Qaeda.

Francia:

Willie Virgile Brigitte, acusado de pertenencia a Al-Qaeda y de ayudar a los Talibanes a asesinar al líder afgano Ahmed Shah Massoud.
Jérôme Courtailler (hermano de David), arrestado junto con otros dos conversos franceses, Johann Bonté y Jean-Marc Grandvisir, por un complot para volar la embajada americana en París.
Lionel Dumont, responsable de diversos ataques terroristas, incluyendo uno relacionado con la cumbre del Grupo de los Siete en 1996.

Alemania:

Michael Christian Ganczarski, detenido en Francia por presuntos vínculos con Al-Qaeda e implicación en un atentado en Túnez en el 2002.

Suiza:

Albert Friedrich Armand Huber, designado terrorista sospechoso por el gobierno norteamericano.

Estados Unidos:

Adam Gadahn, buscado en relación con "probables amenazas terroristas" contra Estados Unidos.
Tres de los cuatro miembros de la Jam'iyyat UI-Islam Is-Sahíh acusados de planear un ataque de terror a gran escala en la zona de Los Ángeles, son conversos.
José Padilla, acusado de planear "fabricar una bomba sucia improvisada", o dispositivo radiológico de dispersión.
Tres miembros del supuesto grupo,
Rafiq Sabir, Tarik Shah y Mahmud Faruq Brent, están acusados de jurar lealtad a Al-Qaeda.

La lista de co-conspiradores sin procesar en el atentado de 1993 contra el World Trade Center incluye a dos americanos conversos islamistas estrella, Siraj Wahhaj y Bilal Phillips, y lo que parece un buen número de menos importantes (Jack Hamrick, John Kinard, Frank Ramos, Kelvin Smith y Richard Smith).

Además, Charles J. Bishop (apellido original: Bishara) era el adolescente que estampó su avioneta contra un edificio torre de Tampa tras redactar una nota de suicidio profesando admiración hacia Osama bin Laden y los secuestradores del 11 de Septiembre. No se ha establecido, no obstante, que Bishop se convirtiera al islam.

(2) Muchos conversos se involucran en la jihad en lugares tales como Afganistán, Bosnia, Chechenia o Cachemira, actuando más como soldados que como terroristas, generalmente. (Los que van a Irak o a la Autoridad Palestina, en cambio, son terroristas duchos).
Según Bob Blitzer, que encabezó el primer grupo de terrorismo islámico del FBI en 1994, "Entre 1.000 y 2.000 jihadistas salieron de América solamente durante los años 90". Algunos de ellos eran conversos.

Americanos de esta categoría más conocidos son John Walker Lindh, condenado a veinte años por proporcionar servicios a, y transportar armamento para los Talibanes;
Earnest James Ujaama, dos años por conspiración para proporcionar bienes y servicios a los Talibanes;
varios miembros de "los siete de Portland" (Jeffrey Leon Battle, Patrice Lumumba Ford, October Lewis), hasta dieciocho años por intentar ayudar a los Talibanes;
y Aukai Collins, que escribió Mi Jihad, un libro de memorias.

Otros soldados jihadistas incluyen a Hiram Torres, que murió en Afganistán;
Cleven Raphael Holt, que fue a luchar a Bosnia; y un misterioso joven negro converso procedente de Atlanta conocido como Jibril al-Amriki, fallecido luchando contra el ejército de la India en Cachemira.
Conversos de otras nacionalidades también se unieron a la jihad, como Thomas Fischer, de Alemania, que murió luchando en Chechenia.

(3) Poco después de los ataques de Londres en julio del 2005, Le Monde difundía un estudio del servicio de Inteligencia Renseignements généraux (RG) acerca de los conversos, en "Les conversions à l'islam radical inquiètent la police française" (La policía francesa preocupada por las conversiones al islam radical).
Examinando a 1.610 conversos franceses, no se encontró ningún perfil típico del converso. Dicho eso, un tercio de ellos tiene ficha policial y el 10 por ciento de ellos se convirtió en prisión.
Los conversos son varones en un 83 por ciento y tienen una edad media de 32 años.

El estudio de RG concluye que cerca del 13 por ciento "se convirtió por razones socioeconómicas", a menudo con el fin de mejorar las relaciones comerciales con la comunidad musulmana; no obstante, más de la mitad de ellos están en el paro.

Tabligh Jamaat y los wahabíes convirtieron al islam al 28 y el 23 por ciento de los casos franceses respectivamente, el 44 por ciento de los conversos son islamistas, y el 3 por ciento es sospechoso de "pertenecer a, o haber caído en, el movimiento islamista violento".

En suma, repito mi conclusión de ayer: La conversión al islam incrementa sustancialmente las probabilidades de implicación de un sujeto en el terrorismo.

Daniel Pipes

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