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30.7.07

Egipto vuelve a legalizar la ablación



LA ABLACIÓN

En todo el mundo -según datos de UNICEF- entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres han padecido este tipo de mutilación". La mayoría de las niñas son víctimas de la práctica entre la infancia y los 14 años.
La mujer que ha sufrido la ablación queda algunas veces incapacitada para mantener relaciones sexuales, así como para dar a luz, por el estrechamientos que se produce en la vagina.

Además, la operación puede causar grandes dolores y puede llevar a hemorragias prolongadas, infecciones, infertilidad e incluso la muerte, según advierte Unicef en su página web.

EGIPTO Los islamistas logran que Egipto vuelva a legalizar la ablación.
Un tribunal de El Cairo anula un decreto que prohibía esta práctica en hospitales públicos.


El jeque Yusef Al Badri emprendió acciones legales contra el Gobierno cuando desterró tales operaciones - La OMS estima que centenares de mujeres mueren o quedan estériles tras mutilárseles el clítoris - Más del 90% de las egipcias la sufren.

El de ayer fue un día glorioso para la mayoría de los islamistas de Egipto. Y una triste jornada para las sufridas mujeres que habitan a orillas del Nilo. El Tribunal Administrativo de El Cairo anuló un decreto ministerial que prohibía la práctica de ablaciones en los hospitales públicos.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la «circuncisión femenina» provoca centenares de muertes cada año y condena a miles de mujeres a la esterilidad. Hace un año, el jeque Yusef Al Badri presentó una demanda contra el ministro de Sanidad, Ibrahim Salam, acusándole de haber promulgado una ley «antimusulmana».

Ayer, al oír el veredicto de los magistrados, el ex parlamentario integrista no cabía en sí de contento. «Me postraré ante Alá para agradecer que haya iluminado a los jueces, que han dictado en favor de los principios del islam», exclamó Badri. Muchos de los varones que poblaban la antesala del Juzgado rompieron en aplausos y el jeque fue sacado en andas.

«La pérfida ley del ministro Salim ha sido abolida. El islam se ha salvado de un desastre», gritaban. Para las organizaciones proderechos humanos, lo verdaderamente desastroso es que el tribunal se haya inmiscuido en el pleito que sostienen los grupos «antiablación» con aquellos médicos cuya subsistencia depende de «mutilar a las mujeres como si fueran ganado».

UN DURO GOLPE.-

«Ha sido un duro golpe, pero nuestra campaña contra la barbarie continuará», decía Maha Atía, activista de la organización egipcia de los Derechos Humanos. Muhamad Sayed Tantawi, director de Al Azhar, la institución académica más prestigiosa del mundo islámico, ha condenado repetidamente la ablación, considerándola una costumbre pagana.

Pero resulta que gran parte de la población, la consideran como una prueba de virtud. Las ablaciones no responden a ningún precepto del Corán, sino que refleja un cúmulo de creencias y de supersticiones, sin embargo para el jeque y ex parlamentario integrista Yusef El Badri la ablación es profiláctica, «pues las mujeres con sus órganos intactos contraen fácilmente el sida».

El diagnóstico del jeque ignora que en la Península del Sinaí, por ejemplo, un limpiaparabrisas afilado puede hacer las veces de bisturí, dejando irreparables secuelas físicas y psicológicas en la mujer.

La ablación es una práctica de gran arraigo en Egipto. Según una investigación realizada en 1995 por la OMS, más del 90% de las mujeres en la zonas rurales se ha sometido a esta práctica, con sus madres o abuelas oficiando de cirujano.

En algunas aldeas del Alto Nilo, especialmente en la comarca de Aswán, dicha costumbre abarca al 97% de la población femenina.

En El Cairo, el porcentaje desciende al 67%, y en Alejandría a menos del 60%, una reducción que los expertos de la OMS atribuyen al nivel de educación en las ciudades.

Tahani El Galabi, una abogada de El Cairo, definió en una entrevista con el diario Al Ahram, publicada en marzo de 1995, la ablación como «una horrible mutilación genital» que junto con las palizas que los hombres tienen derecho a propinarle a sus esposas, la poligamia y la imposición del uso del velo, constituyen un atropello a los derechos de la mujer.

Ni un precepto religioso ni un dogma de fe

El Corán, el libro sagrado del islam, no hace mención alguna a la circuncisión de la mujer. La ablación del clítoris, por tanto, no es un precepto religioso ni un dogma de fe para los musulmanes.

Sin embargo, hay quienes aseguran que el profeta Mahoma bendijo en su día esta práctica. Y sostienen que la tradición oral ha transmitido su mensaje de generación en generación durante los últimos 14 siglos.

Pero, según los estudiosos, tampoco hay ninguna base histórica, ni documental, ni ninguna interpretación convincente que permita pensar que Mahoma apoyara la ablación del clítoris.

El Mundo Miércoles, 25 de junio de 1997
Corresponsal Ramy Wurgaft

7 comentarios :

  1. Anónimo1/8/07

    Para los musulmanes las mujeres son como un Klinex lo uso y lo tiro, sin derechos, ni respeto.

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  2. Anónimo3/8/07

    Tenemos que ser comprensivos. Se trata de otra cultura, con sus particularidades...

    Puaj.

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  3. Muy buenos estos tres artículos sobre el "moderado" Egipto. Los he enlazado en mi blog en un mismo post para intentar dar una idea general de como es aquello.

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  4. Me alegro que los publiques y entre todos los divulguemos, porqué lo peor, el silencio de los buenos, de los que amamos la libertad, de los que luchamos por la igualdad y de los que nos importa la dignidad de las personas, por encima de religiones e ideologías.

    Estas prácticas aberrantes contra la mujer, no son lo suficientemente importantes para el mundo, menos para Europa, que desgraciadamente no gasta generosidad para denunciar la esclavitud de la mujer en el Islam, solo pendiente en complacer a sus amigos saudíes, y sus petrodólares.

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  5. Anónimo2/9/07

    Información: La ablación no existe en el Islam.

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  6. El Corán, el libro sagrado del islam, no hace mención alguna a la circuncisión de la mujer. La ablación del clítoris, por tanto, no es un precepto religioso ni un dogma de fe para los musulmanes.

    Sin embargo, hay quienes aseguran que el profeta Mahoma bendijo en su día esta práctica. Y sostienen que la tradición oral ha transmitido su mensaje de generación en generación durante los últimos 14 siglos. - Fin -

    ¿Por que no te molestas en leer antes de hacer comentarios gratuitos?
    Gracias

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  7. Anónimo5/4/12

    el moderado egipto.....en esas sociedADS NO HAY MODERACION.

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