Seguidores
5.1.08
Prédicas religiosas del ayatolá Jomeini
La Dra. Iraní Homa Darabi fue Licenciada en pediatría por la universidad de Teherán.
En 1968 se traslado a los Estados Unidos para seguir sus estudios en Pediatría Más tarde se especializó en psiquiatría y luego en psiquiatría infantil y se licencia para practicar la medicina en los Estados de Nueva Jersey, Nueva York y California. Se convirtió en ciudadana de los Estados Unidos a mediados del 1970.
Regresa a Irán en 1976 para servir a su país como psicóloga. Después de la Revolución Islámica, las autoridades cerraron su consulta porque ella rechazo llevar el hijab (velo islámico).
El 21 de Febrero 1994, Darabi, con 54 años y madre de dos hijas se inmolo en una de las calles más concurridas de Teherán como protesta frente al régimen de los ayatolás gritando:
¡Muerte a la tiranía!
¡Larga vida a la libertad!
¡Larga vida a Irán!
Después de su muerte su hermana Parvin Daravi nombro en su memoria la fundación “Dr. Homa Darabi Foundation” fuente de donde procede toda la información del siguiente articulo.
La fundación del Dr. Homa Darabi's es una ONG independiente de las actuales facciones políticas, sociales y religiosas, con el objetivo de promover los derechos de la mujer y la infancia (tal como se definen en la declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1948), para separar iglesia y estado, establecer la democracia, abolir la discriminación de género y establecer la igualdad de sexos.
En el mismo sitio se incluye un artículo titulado Mohammad The Pedophile (Mahoma el pederasta) donde se analiza, con base en textos islámicos y otras referencias, la afición de este "profeta" al sexo con niñas pequeñas pues se casó a los 50 años con una niña de 6 años y consumó el matrimonio (relaciones sexuales vaginales) a partir de los 9 años cuando todavía jugaba con muñecas. Antes del matrimonio Mahoma tenía fantasías con Aisha, así se llamaba la niña, a la que conoció a la edad de 4 o 5 años.
Ayatola Khomeini Asignaturas religiosas sobre el matrimonio, divorcio y Relaciones
EL ISLAM, LOS NIÑOS Y LOS ANIMALES
Actualmente en Irán y en otros muchos países musulmanes, la edad legal para contraer matrimonio está determinada por el casamiento entre Mahoma y Aïcha. Sabido es que el Profeta tomó como esposa a Aïcha cuando esta tenía apenas 6 años y que consumó el matrimonio antes de que cumpliera los 9. En tiempos del Shah la edad legal para las mujeres estaba establecida en los 16 años.
Cuando el Ayatolá Jomeini, líder supremo de la revolución islámica tomó el poder, esta fue rebajada a los 9 años. El mismísimo ayatolá Jomeini desposó a una niña de 10 años cuando él contaba 28. Jomeini consideraba el matrimonio con una niña prepúber "una bendición divina", y aconsejaba a los creyentes en los siguientes términos: "Haz todo lo posible por asegurarte de que tus hijas no vean su primera sangre en tu casa".
No es necesario recordar que la penetración sexual de las niñas a esas edades tan tempranas puede dañar seriamente sus órganos reproductivos, sin hablar ya del daño psicológico que resulta de ello.
Lo que en la cultura occidental resulta extremadamente chocante y reprobable en grado sumo, y es percibido como un abuso intolerable que indigna a toda conciencia normalmente constituida, en el mundo islámico es considerado algo normal y aceptable. No afirmaremos que en el Islam todos los hombres aprueban y menos aún llevan a la práctica uniones de esas características tan extremas aunque estén permitidas por la ley y amparadas por la religión (si bien la verdad es que la edad a la que se casan las mujeres en los países musulmanes suele ser bastante temprana en contraposición a las costumbres occidentales), pero lo innegable es que la mujer es considerada en todo y a lo largo de su vida un simple objeto para uso y consumo del hombre musulmán, en una situación de absoluta e insuperable subordinación que no la respeta ni la protege ni tan siquiera en su niñez.
En cuanto a la pedofilia dirigida a los niños hay algo sumamente curioso en el Corán. En el libro santo de los musulmanes (el mensaje de Alá transmitido a Su Enviado Mahoma por el arcángel Yibril) se puede leer los siguiente: "Para servirles (a los moradores del Paraíso), circularán a su alrededor muchachos de formas perfectas como perlas ocultas" (sura 52:24); "Serán servidos por niños que nunca se harán mayores" (sura 56:17); "Y circularán entre ello criados jóvenes de eterna juventud. Viéndoles se les creería perlas desparramadas" (sura 76:19). Los especialistas en la materia apuntan casi al unísono a una interpretación en clave de pedofilia de estos versículos. ¿Pues alguien cree que esos jóvenes efebos descritos tan sugestivamente están a disposición de las mujeres musulmanas que hubieran obedecido correctamente al mensaje del Islam?
En un libro publicado en Egipto y que lleva por título "Pensamientos de un musulmán sobre la cuestión sexual", el jeque Mohamed Gala Keshk hace un comentario sobre esta cuestión. El escritor afirma que aquél que resiste a la tentación de la pedofilia en la Tierra se verá recompensado en el Paraíso teniendo a su disposición adolescentes varones para su disfrute (es sin duda una manera "ingeniosa" de combatir la pedofilia en el mundo real, prometiendo recompensas ultra terrenales). La publicación de este libro provocó una crítica severa de parte de muchos lectores. La Universidad Religiosa Al-Azhar de El Cairo (una referencia en el mundo islámico) convocó un comité de examen que se tomó bastante tiempo para entregar sus conclusiones. El 22 de julio de 1984 este comité decretó que ese libro no era contrario a las enseñanzas del Islam.
Como vemos, esta cuestión está lejos de concitar la unanimidad entre los propios musulmanes, que parecen tener opiniones bastante encontradas. En todo caso hay un hecho innegable, que es la existencia de unos versículos del Corán bastante inequívocos, y una conclusión que no escapa una elemental reflexión sobre el tema. Y esta es que siendo esos "jóvenes de eterna juventud" prometidos como un premio celestial a la virtud, esta recompensa sólo puede contribuir a hacer más deseable la pedofilia. El hecho de asimilar el sexo con niños y adolescentes a un deleite paradisíaco habla a las claras de la pedofilia latente (reprimida o expresada) de la cultura árabe-musulmana, favorecida sin duda por la aceptada y santificada pedofilia hacia las niñas.
El ayatolá Jomeini, el comendador de los creyentes, habla sin tapujos de pedofilia, y también de zoofilia. Estos son extractos de algunos de sus escritos.
"El hombre puede casarse con una niña menor de 9 años, incluso si la niña toma aún el pecho. Sin embargo, el hombre no puede realizar el coito con una niña menor de 9 años. Otros actos sexuales como caricias, frotamientos, besos y sodomía están permitidos (en niñas menores de 9 años). Si el hombre realiza el coito con una niña menor de 9 años, no comete delito si esta no queda dañada permanentemente. Si la niña sufre daños irreversibles (la desflora y por lo tanto pierde todo valor comercial en una cultura en donde se venden las niñas a sus maridos por dinero o propiedades), será responsable de la existencia de esa niña durante toda su vida. Pero la niña no contará entre sus cuatro mujeres permanentes" (es decir deberá mantenerla, tenerla bajo su autoridad y podrá usar de ella a su antojo, pero no tendrá el rango de esposa).
En el mismo libro el padre de la Revolución Islámica de Irán dice lo siguiente: "El hombre puede tener relaciones sexuales con animales, como las ovejas, las vacas, los camellos y otros. Sin embargo debe degollar al animal después de haber alcanzado el orgasmo. No debe vender la carne a las gentes de su pueblo, pero la venta de esa carne en otros pueblos es lícita". (Jomeini,"Tahrirolvashyleh" 4ºvolumen, Darol Orm, Gom, Irán 1990).
En otro libro añade: "Si se ha cometido un acto de sodomía con una vaca, una oveja o un camello, su orina y sus excrementos son entonces impuros, e incluso su leche no puede ser consumida. Ese animal debe ser matado cuanto antes y quemado". (Jomeini, "El pequeño Libro Verde. Proverbios del ayatolah Jomeini. Política, Filosofía, Sociedad y Religión", Pág. 47).
De la lectura de los textos reseñados, sacados del Corán o de obras de señaladas autoridades islámicas, podemos sacar unas conclusiones que resultan obvias incluso para el lector menos atento y perspicaz. Sin insistir en la repugnancia que todo esto provoca en cualquier persona con el corazón bien puesto, resaltamos lo siguiente: No hay condena ni atisbo de reprobación ante esas aberrantes conductas que tienen como víctimas a las niñas de corta edad y a los animales domésticos, objetos inocentes de los desviados apetitos del hombre musulmán. Hay una aprobación sin rodeos ni complejos de la pedofilia con las niñas. Y en lo tocante a la zoofilia, no se prohibe el contacto sexual con los animales, sólo se manifiesta una preocupación de carácter higiénico que se puede traducir en términos crudos y castizos: "No te comas la cabra (o la vaca o el camello) que te acabas de "beneficiar", no vaya a ser que te encuentres en el plato, junto con el cuscús, lo que un rato antes andaba en el interior de tu organismo, rechaza ese inmundo "kebab".
Por lo demás, si te "ponen" los cuadrúpedos de pezuña hendida, tú mismo. Alá el Magnánimo, el Bienaventurado, el Omnipotente, no te lo prohíbe. Y siempre puedes vender la carne contaminada a los habitantes del pueblo vecino". La tolerancia expresada en estas recomendaciones hacia el abuso sexual de los animales habla a las claras de que estas prácticas antinaturales están ampliamente difundidas en la cultura islámica.
¿Hace falta insistir sobre la infame catadura moral que es es el sello indeleble de la cultura de los pueblos musulmanes, de la miseria espiritual de la cosmovisión islámica, de la profunda degradación de un mundo enfermo sin remedio que no tiene cabida en el concepto mismo de civilización, una religión huérfana de toda bondad y compasión humanas? No condenamos a todos los musulmanes uno por uno, ni queremos considerarlos como enemigos a todos sin excepción, pero a través de la observación, ni siquiera excesivamente profunda ni erudita del Islam y sus manifestaciones culturales y sociales, queda dibujado el insalvable abismo moral y psicológico que nos separa a los europeos de raza blanca de los musulmanes de cualquier color.
Ese mundo que calificamos de abyecto e incivilizado no tiene cabida en el nuestro. Los usos y las costumbres, los valores y los principios islámicos están fuera de nuestro universo moral, son radical e insalvablemente antagónicos a los nuestros. El aceite y el vinagre no son compatibles ni se pueden mezclar. Sus diferentes densidades hacen imposible toda fusión. No puede haber convivencia pacífica alguna entre "ellos" y "nosotros" y el conflicto latente que existe entre ambos hará crisis y explotará en algún momento. Ya sólo nos queda prepararnos para lo inevitable.
Traducción y Redacción: Alain
Para Islamización de Europa
.
Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook
Compartir en Pinterest
Información relacionada con este tema:
Corán
,
Fundamentalismo islámico
,
Musulmanes víctimas de la Sharia
5 comentarios :
Los propietarios del Blog eluden toda la responsabilidad sobre los comentarios aquí expuestos, incurriendo exclusivamente al autor de los mismos.
Sugerimos no utilizar palabras ni insultos ofensivos, los mensajes que no se ciñan a estas reglas no serán publicados.
Gracias por visitarnos y por vuestra participación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay mucho que decir a eso. Pobre gente. Manipulada y gobernada por dementes como khomeini. Una vez mas nos demuestra el grado de estupidez y desprecio a la mujer presente en la cultura islámica. Lo increible es que existan mujeres que profesen una religión que las considera basura.
ResponderEliminarMuy revelador el artículo. No sabía que el islam llegara a esos extremos de recreación en el morbo, por decirlo así.
ResponderEliminarY bravo por la traducción, Monmar.
Es una falacia todo lo que se dice en este artículo; y de una ignorancia que lastima; resulta del todo delicado y preocupante que se publiquen articulos como éstos, cuya fuente es dudosa y traduciendo capitulos o versiculos del Corán ,que no son en absoluta fidedigna; al contrario se alejan total y absolutamente de la realidad.
ResponderEliminarEl Islam es exactamente lo contrario de lo que maliciosamente pretenden informar a travçes de éste y otros artículos, en el sentido que es una religión que vela por los valores y principios morales de hombres y mujeres; y condena TODO lo que vaya contra éstos.
Anónimo, para tu información tenemos libros del Corán.
EliminarPersonalmente yo tengo El Sagrado Corán, Versión castellana de Julio Cortés,
Biblioteca Islámica «Fátimah Az-Zahra»
Como ves, no lo hemos fabricado ni modificamos nada, pertenece a esa biblioteca islámica y lo ponemos al pié de la letra. Así que si las aleyas y suras están dudosamente traducidas, échale la culpa a los islamista, no a nosotros.
Es verdad Anónimo que el islam vela por por los valores de hombres y mujeres, mujeres apedreadas, quemadas con ácido, mujeres sin derecho a defenderse ante la justicia pues su palabra es inferior la hombre, mujeres violadas pues son utilizadas por sus maridos cuando les da la gana, homosexuales ahorcados, niñas forzadas a matrimonios con viejos, fatuas de muerte contra los apostatas, persecución y muerte a los cristianos, odio a los infieles, etc.etc. Pero sí, tienes razón que a pesar de lo dicho y todas las crueldades que faltan por decir… el islam gracias Alá el compasivo y las enseñanzas recogidas en el Corán vela por los valores y principios morales de hombres y mujeres ¡MENOS MAL, LA HUMANIDAD PUEDE AL FIN RESPIRAR TRANQUILA!
Eliminar