El castigo por dejar el islam

Construcción de una nueva iglesia en la localidad de Klina

Pese a que la ley musulmana establece la pena de muerte para los apóstatas, las conversiones en Kosovo, inéditas en el islam, avanzan con naturalidad gracias al tirón que ejerce Occidente

Hoy se considera que la conversión al islam de los albaneses fue forzada por razones económicas

Según las estrictas reglas del islam, cualquier musulmán que abandona su religión merece la pena de muerte, cosa que a menudo se plantea abiertamente en muchos países como Afganistán o Arabia Saudí. No es el caso de Kosovo, cuya población albanesa es formalmente musulmana desde que el poder otomano se implantó a mediados del Siglo XV en esta parte de los Balcanes.
Los musulmanes albaneses no se han molestado nunca por ser considerados como creyentes superficiales y en realidad, este es el único país (para los que reconozcan su independencia) que siendo formalmente islámico vende como un artículo muy popular las banderas norteamericanas en todos los quiosco

Tal vez esa orientación tan pro-norteamericana del nuevo Estado explicaría por qué este no ha sido reconocido todavía por la comunidad islámica, donde pueden todavía las reticencias a aceptar los hechos consumados, probablemente para no dar argumentos jurídicos a Israel. Pero es un hecho que la Iglesia Católica en su forma terrena, el Estado Vaticano, tampoco ha reconocido la independencia de Kosovo, aunque en este caso se trata de no entorpecer las delicadas relaciones con la Iglesia Ortodoxa, que, naturalmente, está incondicionalmente al lado de Serbia en este disputa por la independencia de Kosovo. En realidad, Kosovo es para los serbios el origen de su Iglesia y aquí se encuentran los monasterios que dieron origen a su patriarcado.

Sin embargo, las raíces católicas de los albaneses son igual de profundas. La imagen más expresiva es la de Santa Teresa de Calcuta, la Madre Teresa, que era católica albanesa, pero nació en Skopie, que es hoy la capital de Macedonia, un país que los albaneses comparten con los eslavos. Hoy se considera que la conversión al islam de los albaneses fue «forzada por razones económicas» , asegura Jahja Drancolli, profesor de Religión en Pristina, porque «en aquella época si uno quería mantenerse como católico tenía que pagar impuestos».

Algunos lo atribuyen a los años de régimen comunista de la antigua Yugoslavia, otros hablan de esta condición de conversos a medias. El caso es que en las calles de Pristina o de cualquier otro pueblo de Kosovo es extremadamente raro ver a una mujer cubierta con el velo, ni siquiera con el pañuelo de estilo turco. Más bien al contrario, las kosovares no tienen ninguna diferencia con cualquier otra muchacha de Europa en su pasión por la moda. Tal vez ésta sea la clave de todo este proceso, la conciencia de que este pequeño país sin recursos ni salidas no tiene más futuro que el de anclarse en Europa de la manera que los europeos se lo permitan. Y si para ello fuera mejor ser budistas, no sería de extrañar que empezasen a verse pagodas.

E. SERBETO
PRISTINA 05-10-08
ABC