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25.1.09

La islamización de Francia


Sarkozy es lo que dicen de él sus más acérrimos detractores. Para no alargarnos demasiado diremos que todos los improperios que se le pueden dirigir se los tiene ganados. No es peor que Zapatero porque este mongólico de baba es uno de esos casos que aparecen uno cada milenio. Zapatero es Dios y Sarkozy un travieso monaguillo.

Francia cuenta con varios millones de ciudadanos musulmanes (además de los musulmanes extranjeros). Nadie sabe a ciencia cierta el número real ni de los primeros ni de los segundos. Las estadísticas acerca de las confesiones son desfiguradas y manipuladas, cuando no ocultadas, por quienes pretenden esconder la dimensión demográfica de la islamización de Francia (si sabemos, por ejemplo, que el 80% de los que purgan alguna pena en las cárceles francesas son extranjeros, y de ellos la mayoría son magrebíes y africanos, es gracias a investigaciones independientes, a las que ni la Policía ni la Justicia francesa pueden aportar datos). En cuanto a las estadísticas étnicas estas están sencillamente prohibidas por ley en Francia.

Esos datos relativos a la etnia o la raza de los franceses permitirían identificar con bastante aproximación el número real de musulmanes (tanto "nacionales" como inmigrantes) pues la casi totalidad de los musulmanes son magrebíes o africanos, y en menor medida turcos. Grosso modo, se suele situar a la población musulmana entre 6 y 8 millones(entre los de nacionalidad francesa y los demás). Cualquiera que haya estado recientemente en Francia se habrá dado cuenta en persona de que estas cifras, ya alarmantes, pueden estar incluso superadas por la realidad.

El descontrol imperante en Francia en estas materias (islamización e inmigración) es de tal calibre que en la última campaña presidencial, en un debate televisivo, el candidato del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen puso al candidato del centro-derecha Sarkozy (a la sazón Ministro del Interior) en un aprieto al pedirle que dijera, un millón o dos arriba o abajo la cantidad total de inmigrantes (legales e ilegales) presente en Francia a la fecha. Sarkozy no supo responder. a pesar de detentar la cartera que se ocupa precisamente del control de las fronteras entre otras cuestiones.

Sarkozy se está cargando el sistema republicano francés. Francia, es por definición y por su ley suprema, la Constitución Francesa, una Nación de ciudadanos, y Sarkozy la está encaminando por el camino del multiculturalismo, lo que allí se denomima "communautarisme", es decir la partición de la nación en comunidades étnicas religiosas, etc..., con sus costumbres y pronto con sus leyes propias.

El Gobierno de Sarkozy ha puesto a musulmanes en altos cargos de la República, no tanto por sus méritos y capacidades, sino por motivos de otra índole. Lo reconoció él mismo cuando hace un tiempo eligió a un musulmán para el cargo de "Préfet de Police" de un departamento (un puesto de gran jerarquía), y se ufanó de que era el primer "préfet" musulmán de la historia, poniendo énfasis en el origen étnico-religioso de ese último y dando a entender que esta elección tenía un carácter eminentemente político. Esto significa una ruptura con el modelo republicano hasta ese entonces aplicado y teóricamente vigente. Después han seguido otros casos de altos cargos gubernamentales y administrativos otorgados a musulmanes, como la Ministra Rachida Dati (de doble nacionalidad franco-argelina), la cual, por cierto, tiene un hermano traficante de drogas que se pasa la vida de cárcel en cárcel.

El islam en Francia es una bomba de relojería con la mecha encendida. Ni Sarkozy ni nadie cómo él, aunque quisiera, puede lidiar con eso por la fuerza. Sarkozy, y el sistema que él representa, está embarcado en una huida hacia delante. Con tal de mantener la ilusión de que la República sigue viva y que la "convivencia" y la "tolerancia" y el "vivir juntos" son la solución a los problemas de Francia (en realidad Agua del Carmen para un canceroso), irá haciendo concesiones cada día más importantes a los musulmanes para mantener la paz (es decir para evitar una guerra civil étnica que está en marcha), y de paso quitarle a la izquierda la mayor cantidad posible de votos musulmanes de cara a futuras elecciones (cerca del 90 % del voto musulmán fue para Ségolène Royale en las últimas elecciones presidenciales).

La imagen de un Sarkozy fuerte e inflexible con la delincuencia de las bandas de magrebíes y africanos que asolan literalmente a Francia sin cesar (aunque no se nos informe de ello más que cuando el país entero empieza a arder por los cuatro costados) no se corresponde con la realidad (este fin de año ardieron más de 1500 vehículos y no se dijo una sola palabra en los telediarios españoles). En primer lugar, porque quienes mandan (o no) a la cárcel a los delincuentes y criminales, de la etnia o nacionalidad que fuesen, son los jueces en aplicación de las leyes vigentes, y no el Presidente de la República, por más Sarkozy que este sea.

Por el contrario, la Policía francesa tiene órdenes (que emanan del Ministerio del Interior, el cual a su vez recibe sus directrices del Presidente) de reprimir lo menos y más suavemente posible los desmanes de las bandas de hienas musulmanas y africanas que se apoderan todas las noches de numerosos barrios de ciudades francesas. Hay que evitar a toda costa que la situación que se ha dado ya dos veces en los últimos años se repita y desemboque en una sublevación general como consecuencia de una represión demasiado severa de los continuos delitos y agresiones a mano de las fuerzas del orden. Francia ha ardido ya dos veces en los últimos tiempos y en ambas ocasiones fue a consecuencia de la muerte de alguna(s) de estas escorias después de una persecución policial.

Esperar que Sarkozy no termine por ceder en la cuestión del chador o hiyab, o ponga freno a las ayudas y subsidios sociales en favor de estas etnias improductivas y parasitarias releva de las creencias en los milagros. Al contrario, si hay que sacrificar algún principio y poner más dinero para seguir ganando tiempo, no tengamos la menor duda que se hará. Estamos en cuesta abajo y encima corriendo. La lógica y las leyes de la física nos dicen sin error posible que nos vamos a estrellar.

En cuanto a que la "única salida para acabar con la islamización de Europa es atajar la desorbitada natalidad de los musulmanes" y que esto sólo se logrará cuando se consiga meter a las mujeres musulmanas en el mercado laboral" (europeo, se entiende), es una solución a lo MacGiver (ya saben, aquél personaje de una serie de televisión de lo años 80 que con el espaldar de una cama, unos alambres y una magdalena hacia una moto y otras cosas por el estilo). O hablamos en serio o jugamos a decir bobadas. Pensar que poniendo a las mujeres musulmanas a trabajar fuera de casa les vamos a ganar la partida a los islamistas que están en la tarea de instaurar un Califato Universal sobre las ruinas de Occidente, es cuanto menos un pensamiento cándido, por no decir más.Y por cierto ¿de qué trabajo estamos hablando? En el caso de España, con 3 millones de parados (y el millón más que tendremos al finalizar el año), ¿como haríamos para emplear a estas hipotéticas trabajadoras musulmanas para que estén distraídas en una fábrica o en una oficina y no haciendo hijos en casa?

La mejor manera de acabar con el proceso de islamización en curso, es en primer lugar tomar conciencia de que este es real, lo que mucha gente, a pesar de estar más que harta de tanto moro por las calles, no ha comprendido aún. No les gusta lo que está pasando pero se les escapa todavía las consecuencias de este proceso. ¿Cuantos españoles "de a pie" (los que más sufren la colonización musulmana) entienden realmente lo que significa la islamización de España y Europa? Esa conciencia necesaria debe llevarnos a la toma de medidas urgentes y severas, las cuales no pueden ser otras que la suspensión inmediata de toda inmigración proveniente de países islámicos y la repatriación a la brevedad posible de toda población musulmana de origen extranjero, más la revocación de la nacionalidad de los nacionalizados en todos estos años de sinrazón inmigracionista y filoislámica.

Hay que entender que los procesos migratorios son reversibles, pero cuando se trata de masas de millones de personas, sólo la coerción y la violencia pueden tener éxito en el propósito de revertir ese fenómeno. La Historia está llena de esos ejemplos. Otra cosa es que se tenga la voluntad y la determinación de llevar a cabo las acciones necesarias para esto. No existe otra manera de "desislamizar" Europa que eliminando a los musulmanes. Toda forma de integración (la económica y la laboral entre ellas) están abocadas al fracaso. Estamos ante una empresa de conquista. Es hora de abrir los ojos y rendirse a las evidencias, y dejar de creer en fantasías y elaborar teorías de peluquero.

Existe la perniciosa y desmoralizadora creencia de que los que están aquí no se irán nunca, y que nos tenemos que aguantar. Si no les echamos, seguramente no se irán nunca, y seremos más bien nosotros los que nos veamos desplazados y echados de alguna manera u otra de nuestros barrios primero, de algunas ciudades después y quien sabe si al final hasta de nuestro país en busca de algún sitio en el mundo donde vivir en paz. Toda la diferencia reside en la actitud que tomemos. Y es obvio que tarde o temprano la urgencia de tener que hacer algo se presentará de manera ineludible, pues la invasión (por las fronteras y por las maternidades) no cesa y el problema crece a ojos vista. El tiempo se acaba.

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3 comentarios :

  1. Anónimo26/1/09

    Yo espero no llegue el dia que tengamos que luchar contra esta gente en casa y contra la policia, el propio estado.

    obama va a intensificar la guerra en pakistan-afganistan, si francia envia mas soldados tiene todos los numeros de recibir un atentado. Veremos como responde la sociedad francesa. Le Pen puede ganar y lo que no sabemos es hasta donde puede llegar.

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  2. Anónimo28/1/09

    Que se jodan, llevan 20 años recibiendo inmigrantes y nunca votan a lepen. PUES A CASCARLA.

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  3. Anónimo30/1/09

    El complejo "progre" de los gabachos es brutal...
    Siempre fueron tan racistas con sus hermanos de cultura europea (los españoles, polacos, portugueses, etc) y luego sin embargo a los musulmanes tan exoticos, (los "otros", los diferentes) no se atrevian ni a jugar en publico, pues "habia que ser politicamente correcto"... pues efectivamente que se jodan.

    Ahora se han dado cuenta de que hay que parar la natalidad de los magrebies como sea, porque se les meten hasta en la sopa.... Me temo que en Francia terminaran cantando la Marsellesa en arabe, y con la letra sacada de los capitulos del Coran. Malos les esparan.

    Lo unico bueno de esto, es que el destrozo de Francia servira como ejemplo para el resto de Europa... eso espero...(aunque no lo tengo tan claro, pues el masoquismo intelectual de hoy, es una enfermedad terminal y en epidemia).

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