Entrar o vivir en Italia sin papeles será delito

ITALIA SE BLINDA

El Gobierno conservador ha logrado los apoyos parlamentarios necesarios para su proyecto de Ley de Seguridad Pública. Una norma que penaliza la entrada y la estancia de inmigrantes sin papeles. Además protege la actuación de los funcionarios públicos y estrecha el círculo sobre la mafia.

Pero el capítulo sobre la inmigración irregular ha desatado la polémica, que el ministro del Interior, Roberto Maroni, ha querido zanjar. Maroni ha dicho que su país carga con “una responsabilidad que debería compartirse”

Todo mientras la oposición de izquierda ha salido a la calle para denunciar el contenido de esta ley.

“Pienso que un país que se considera democrático no se puede permitir tener leyes, que son leyes racistas”, ha señalado uno de los participantes en una concentración en Roma.

Por su parte, el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, ha rechazado las acusaciones de racismo y ha pedido la celebración de una cumbre europea para fijar una estrategia común.

Entrar o vivir en Italia sin papeles será delito


Quien entra o vive en Italia sin papeles comete un delito.

Es la filosofía de la nueva política del gobierno Berlusconi en su lucha contra la inmigración irregular, que será penada con una multa que puede ir de 5.000 a 10.000 euros.

La nueva ley recorta la estancia de los indocumentados en los centros de identificación y de expulsión de seis a dos meses.

Además, pone precio a los trámites para obtener la ciudadanía: 200 euros. Por su parte, los ministerios de Interior y de Economía fijarán el del permiso de estancia entre 80 y 200 euros.

Dos documentos indispensables para acceder a los edificios y servicios públicos sin los que los clandestinos se exponen a ser denunciados a las autoridades judiciales. Las madres en situación irregular no podrán inscribir a sus hijos en el registro civil y las que no tengan pasaporte no podrán reconocerlos, lo que posibilita la adopción del menor.

En el punto de mira de la ley están también las personas que ayudan a los sin papeles. El texto prevé una pena de cárcel de hasta tres años a quien aloje o alquile un apartamento a inmigrantes indocumentados. Además, contempla la puesta en marcha de las controvertidas rondas ciudadanas para garantizar la seguridad en algunos barrios. Para participar es suficiente inscribirse en una lista, aunque tienen prioridad los antiguos miembros de la fuerzas del orden.

Italia dedica ya muchos medios a luchar contra la inmigración clandestina: más de 500 guardacostas, y unidades de la marina patrullan permanentemente en el Canal de Sicilia sobre todo frente a la isla de Lampedusa, principal punto de llegada de los inmigrantes.

Suiza estudia la posibilidad de reintroducir cuotas para los trabajadores extranjeros

El paro situado en un 3,5 %, un punto más que el año pasado, preocupa al Consejo Federal que estudia, ahora, revisar, una cláusula que permite a la nación alpina limitar el número de trabajadores procedentes de los quince primeros miembros de la Unión Europea, más Chipre y Malta.

Trabajadores, que según este empresario, han contribuido al crecimiento del país: “los nuevos extranjeros no suponen un problema para nuestro mercado de trabajo. Los que sí lo son, son los extranjeros poco cualificados que se encuentran ya en Suiza. Si introducimos cuotas, haremos que nuestro mercado de trabajo sea menos atractivo.”

Alemania y Portugal mucho más castigados por la crisis son los principales contribuidores de esta mano de obra, la sanidad suiza es testigo de ello.

Con una previsión de 5% de paro para 2010, los suizos gozan de una salud laboral estupenda comparada a la de sus vecinos europeos, cuya media rozará el 11% el año que viene.