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19.12.09

Lo que se esconde detras de las mezquitas y sus minaretes

Las mezquitas de España promueven la sharia.



Palizas a quienes no lleven velo. Niñas que no pueden hacer gimnasia o que se les prohíbe ir al colegio después de su primera menstruación. Matrimonios concertados. Prohibido relacionarse con españoles u occidentales. Comer exclusivamente comida halal y de establecimientos musulmanes. Prohibido recurrir a los bancos. Prohibido llevar pantalones vaqueros.

Estas son algunas reglas que desde las mezquitas se exhortan a los fieles musulmanes. Pero esas mezquitas no están en Afganistán o en Irán, sino en España.

La noticia de una mujer condenada a muerte en Tarragona por un tribunal islámico que aplicaba la sharia en nuestro país abrió los ojos de la opinión pública.

Sin embargo las posturas islamistas radicales en España, y en concreto la aplicación de la sharia, llevan tiempo alertándose por parte de expertos antiterroristas.

Esta semana se conoció que en Tarragona se había formado un “tribunal islámico” para juzgar según esta costumbre a una mujer embarazada a la que se acusaba de adulterio. La víctima fue condenada a muerte, pero pudo huir y denunciar el caso a la policía.Hace un mes, dos hombres propinaron una paliza a una mujer en Socuéllamos porque no llevaba velo.

Según fuentes del Ministerio del Interior dedicadas a la lucha antiterrorista afirman que este fenómeno cada vez preocupa más:

“En las mezquitas españolas estarían surgiendo grupos que se arrogan el papel de jueces y policías de la moral islámica y ejercen una enorme presión social sobre los musulmanes de esas localidades. Hasta ahora, ese fenómeno, que desde hace años se ha manifestado en países como Francia u Holanda, se ha detectado ya con fuerza en municipios rurales de la zona del Camp de Tarragona, así como en pueblos del Gironés y la Segarra. Los escenarios son casi siempre localidades donde la mezquita está en manos de seguidores del salafismo.

Desde las mezquitas, llaman a los fieles a no mezclarse con los catalanes, a no recurrir a sus instituciones (Mossos, juzgados o asociaciones), a comprar solo productos halal (permitidos por el islam) en tiendas de musulmanes y a no recurrir a los bancos pues, al estar basado en el interés, el sistema equivaldría a la usura, pecado en la religión islámica. Además, presionan a los padres para que no permitan a sus hijas hacer gimnasia y mucho menos ir a la piscina, así como les instan a retirarlas de las escuelas tan pronto tienen su primera menstruación.

Esos líderes religiosos ejercen una enorme presión sobre el colectivo. «Si con el verbo y con el sermón de la mezquita no basta, entonces entra en escena un grupo de personas vinculadas al oratorio que castigan al díscolo», dice una fuente de las fuerzas de seguridad especializadas en el extremismo islámico. Esas personas aplican en Catalunya el concepto islámico de hisba, que es como se denomina a la policía de la moral y las buenas costumbres.

«Aunque muchas víctimas no se atreven a denunciar, ya hay un número significativo de incidentes en que esas brigadas de la moral han actuado», comenta ese responsable de la lucha antiterrorista, que explica como las mujeres son el objetivo preferente de esos grupos. «A las que no llevan velo les hacen la vida imposible. Las insultan, las amenazan y, en ocasiones, incluso las agreden», comentan. A veces, el objetivo son los padres o maridos de esas mujeres, a los que recriminan que permitan que vayan por la calle sin el velo. «A algunos han llegado incluso a retenerles durante unas horas y golpearles», comenta este mando de las fuerzas de seguridad.

«Un caso terrible fue el de un adolescente marroquí al que unos tipos propinaron una paliza por el simple hecho de haber jugado a fútbol con otros chicos del pueblo no musulmanes», relatan fuentes judiciales, que avisan de que desde esos lugares de culto se exhorta a los padres a que prohíban que sus hijos adolescentes se relacionen con catalanes.

En su obsesión por separar a los musulmanes del resto de la sociedad, una de las principales actividades de estos grupos consiste en sacar de los bares a aquellos musulmanes a los que les gustaba mezclarse con sus amigos catalanes para tomar un café o jugar a las cartas. «Les presionan hasta que dejan de ir. A algunos les obligan a dejarse crecer la barba o les vetan llevar tejanos», comentan esas fuentes.”

El secuestro y el juicio islamista a una mujer en Reus han dado la razón a los dirigentes de varias asociaciones no religiosas de marroquís que llevan años denunciando el giro extremista de algunos colectivos de musulmanes instalados en Cataluña que está atemorizando al resto de sus compatriotas. Uno de los que más se ha significado en esas denuncias es Mohamed Alami, presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí (Itran), que hace dos años avisó de agresiones a mujeres por no llevar el velo.

«Hace tres años que nosotros estamos denunciando a estos extremistas que usan la fuerza para imponer sus ideas religiosas. Sin embargo, la Administración catalana no nos hace caso y ha dejado el campo libre para que las visiones más radicales del islam se instalen en Cataluña», comenta este líder asociativo para El Periódico.

La Esfera Digital

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1 comentario :

  1. Vaya "sin vivir",y nunca mejor dicho,como queremos que se integren, si los que lo intentan hacer son acosados por esta "guardia de la revolución",yo creo que algunos no se integran porque no quieren,pero otros no lo harán por miedo.Nuestras instituciones deben hacer todo lo que esta de su mano para ayudarles,y aplacar la expansión de estos fundamentalistas que no hacen ningun bien no solo en España, si no en cualquier pais democrático.
    Ni falta te dirá que "buenísima entrada", pero te lo digo igual.
    Un saludo.

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