(Ginebra, Suiza). Allah quiere,está dispuesto, pero Suiza no: reacciones in situ a la prohibición de los minaretes.
Hasta hace muy poco, Suiza era considerada una excepción en Europa. Un lugar donde cualquier persona, fuera cual fuera su religión o país de procedencia, podía seguir sus creencias y costumbres con total libertad. Pero la imagen de esa Suiza tolerante se hizo añicos el 29 de noviembre cuando un 57% de los votantes dijo sí para impedir la construcción de nuevos minaretes, un tipo de torre utilizada en las mezquitas para llamar a la oración.
Ben Barnier, corresponsal de Global Post en Francia: "Sólo hay cuatro minaretes en toda Suiza, una presencia aparentemente nada amenazadora. Pero los suizos votaron en contra de la construcción de nuevos minaretes, por considerarlos un símbolo de agresión islámica, una amenaza para su cultura e identidad".
Transcripción del vídeo al castellano
La opinión de los ciudadanos
[Voz en off de Barnier:]"¿Usted votó?"
[Ciudadano nº1:] "Por supuesto. Voté en contra."
"¿Contra qué?"
"Contra los minaretes."
"¿Y por qué?"
"Porque no puedo aceptar que la gente construya cosas como esas en nuestro país."
[Ciudadano nº2:] "Nosotros vamos a misa, a la católica o a la protestante, de forma sosegada. Respetamos todas las religiones, incluso el islam, los musulmanes y todo eso, pero no veo por qué tendrían que empezar a construir aquí cosas que no pertenecen a este lugar."
La comunidad musulmana en Suiza nunca fue una amenaza
Sin embargo, con una comunidad musulmana más bien reducida, Suiza no es un nido probable para el islamismo radical. Las estadísticas dicen que sólo el 15 por ciento de los 400.000 musulmanes que viven aquí son practicantes.
François Modoux, redactor jefe de "Le Temps": "La gran mayoría de los musulmanes de Suiza conviven pacíficamente. En realidad, están relativamente bien integrados en nuestro país. La mayoría respeta los principales valores de aquí."
Pero la historia europea incluye una etapa de invasión musulmana que data del siglo X y la proximidad del continente a Oriente Medio lo hace más sensible a un sentimiento anti musulmán. El partido de derechas suizo (SVP) fue quien fomentó la votación contra la construcción de los minaretes.
Sentimientos a flor de piel
Eric Bertinat representa al Partido del Pueblo Suizo (SVP) en Ginebra: "La amenaza es real. Ha habido un aumento del número de musulmanes que viven en Suiza. Hace 40 años había unos cuantos miles de musulmanes. Tenían una mezquita, tenían un minarete y no nadie tenía ningún problema. Hoy que tenemos a medio millón de ellos, la cosa es distinta, los problemas son diferentes y los suizos rechazan categóricamente a las comunidades aisladas."
Hafid Ouardiri fue portavoz de la mezquita de Ginebra durante 30 años. Originario de Marruecos, emigró a Francia, pero fue en Suiza donde encontró un cielo seguro bajo el que practicar su religión. Así que lo último que se imaginaba era una votación popular contra su religión: "Estamos muy afectados, porque vivimos aquí y compartimos todo con la población de aquí. Y de pronto, sentimos que por culpa de los minaretes, nos están excluyendo y diciendo que no pertenecemos aquí."
Ahora queda miedo y resentimiento
Después del referéndum suizo, algunos intelectuales musulmanes temen que se produzca un efecto dominó por toda Europa. Hasni Abidi, del Instituto del Mundo Árabe en Ginebra: "Yo creo que esto es realmente malo para toda Europa, porque Suiza puede servirles de ejemplo a otros países europeos y quizá se convierta en un laboratorio de restricciones contra musulmanes en otros lugares de Europa."
Acorde a la buena sensibilidad suiza, no ha habido ninguna reacción violenta por parte de la comunidad musulmana desde que se celebró la votación. Pero lo que queda ahora es miedo, por una parte, y resentimiento por otra en un lugar que muchos admiraban por su capacidad de aceptación.
Fuente: lainformación.com
Suiza prohíbe la entrada a un predicador islamista
Pierre Vogel había confirmado su asistencia. De hecho se le esperaba ayer en Berna en una manifestación contra "la denigración del Islam" a invitación del Consejo central islámico de Suiza, un grupo marginal creado el pasado mes de octubre.El clérigo islamista, ex boxeador y musulmán converso, reputado por sus posiciones ultraconservadoras debía participar en una protesta colectiva contra la reciente decisión popular del pueblo suizo de no consentir más minaretes en este país. Sin embargo, el predicador alemán tuvo que detener sus pasos en la frontera germano-suiza cuando se disponía a entrar por Basilea en la noche del viernes. La policía de fronteras helvética le informó de la prohibición que pesaba contra él. Es decir, le hicieron saber que era "persona non grata" en un país que ha visto alterada su habitual tranquilidad por las sucesivas manifestaciones a que ha dado lugar el controvertido referéndum del 29 de noviembre.
Su perfil, de islamista integrista, explicaría esa decisión. Su militancia contra la homosexualidad o su defensa del uso del burka, por lo que era conocido en Alemania, le hacían acreedor de tal rechazo. Una orden pronunciada en virtud de una disposición legal sobre extranjería que permite denegar la entrada a un foráneo en territorio suizo cuando "haya atentado gravemente o de manera repetida contra la seguridad y el orden público en Suiza o en el extranjero". Cabe concluir entonces que Vogel sería considerado "enemigo público" aunque las autoridades helvéticas no explicaron por qué.
La manifestación en la que debía participar este predicador y que reunió a poco más de ochocientos seguidores no contaba con el respaldo de otras asociaciones musulmanas, como la Federación de organizaciones islámicas de Suiza (FOIS), cuyo presidente, Hisham Maizar, lamentaba ayer "que este tipo de personas aprovechen la situación para echar leña al fuego y hacer su propaganda".
El principal foro del islam pide a Suiza que invalide el voto contra los alminares
ABC | GINEBRA
Los países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) pidieron ayer a las autoridades suizas que adopten medidas para que se invalide el resultado del referéndum popular que, el pasado 29 de noviembre, prohibió la construcción de alminares en las mezquitas de Suiza.
Los embajadores de los 56 países miembros de la OCI presentaron su petición al embajador de Suiza ante la ONU, Dante Martinelli, según indicó el embajador de Pakistán ante el organismo internacional, Zamir Akram.Los diplomáticos alegan que el resultado del referendo suizo puede convertirse en un precedente que se extienda como una mancha de aceite por toda Europa.
«Hay un peligro de que se produzca una escalada con prohibiciones similares de los alminares en otros países europeos, o de que estas prohibiciones se amplíen a otros símbolos de la religión musulmana», señalaron. «Las autoridades suizas deben considerar los medios constitucionales o legales para invalidar esa votación», afirmó el embajador paquistaní.
Los países de la OCI también han solicitado a las autoridades suizas que den pasos para reforzar el diálogo con la comunidad musulmana de Suiza.
Cerca de un 60 por ciento de los suizos votaron a favor de la iniciativa presentada por varios partidos de la derecha nacionalista para que en el futuro se prohíba construir alminares en las mezquitas de Suiza, donde sólo cuatro de los templos musulmanes cuentan con dicha torre.
Tanto el resultado de la votación como la campaña previa han sido criticados por numerosos países y organizaciones de derechos humanos, que consideraron que el referéndum atentaba contra el principio de la libertad religiosa.
En la Confederación Helvética viven unos 400.000 musulmanes, de los cuáles cerca de 50.000 se declaran practicantes. En ninguna de las cuatro mezquitas que tienen alminar, entre ellas la de Ginebra, se llama a la oración.
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A mi lo que me deja estupefacta y realmente preocupada por lo que supone de entreguismo y abdicación de los principios que han conformado la democracia y la civilización occidental, es la reacción de la izquierda europea que ha tachado de "fascistas" a los suizos, de los Obispos helvéticos que estaban a favor de la construcción de los minaretes, de la mayoría de la "opinión públicada",-que no pública,- que suponen los periodicos y sus editoriales moralistas y edulcoradas de buenismo.
ResponderEliminarQue pena.
Si el pueblo ha tomado su decision, hay que respetar esa decision. Pues, de eso se trata la democracia.
ResponderEliminar¡Incivilizados fuera!:
ResponderEliminarhttp://www.20minutos.es/carta/588111/0/expulsion/inmigrantes/incivilizados/
A ver si es verdad y nos aplicamos el cuento de una vez....
un saludo.
Aprovecho esta intervención de Natalia Pastor [chiquear en la imagen] para recomendaros a todos su fantástico Blog sobre la actualidad política, vale la pena visitarlo, ya se que sois un poco perezosas/os para comentar, pero también se que para nada pasotas, sobre todo por vuestras innumerables visitas demostráis la necesidad de estar informados y que os preocupa lo que acontece tanto políticamente como socialmente.
ResponderEliminarGracias por seguirnos.
Se nota que la OCI es musulmana. No tienen el concepto de democracia. La decisión suiza es una decisión sobrerana de su pueblo y no se puede "anular" por una mera petición de ella. La decisión solamente podría revertirse por una nueva consulta popular.
ResponderEliminar"Si a los dirigentes del pueblo no les gusta la elección del pueblo, es mejor que esos dirigentes elijan otro pueblo".
ResponderEliminarPalabras de Bertholt Brecht en 1953, respecto del régimen germano oriental que enfrentaba una rebelión popular, aplicables a la reacción adversa que ha producido la decisón suiza. Respetar la decisión de los ciudadanos es elemento esencial de la democracia.