Los socios de la Alianza de Civilizaciones y su concepto de la tolerancia con las minorías Cristianas.

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TURQUÍA

Más de la mitad de la población de Turquía, país de mayoría musulmana, se opone a que miembros de otras religiones celebren reuniones religiosas o publiquen materiales que explican su fe.

Turquía es el aliado de Zapatero en su Alianza de Civilizaciones, también el pais que aspira a pertenecer pronto a la CEE, pese a que Turquía es de los paises musulmanes de los menos intransigentes, el de los menos intolerantes, después del largo periodo de laicización iniciada por Mustafa Kemal Atatürk, el fundador y primer presidente de la República, tiene una población en la que más de la mitad de ella se opone a las reuniones religiosas no-musulmanas.

Más de la mitad de la población de Turquía, país de mayoría musulmana, se opone a que miembros de otras religiones celebren reuniones religiosas o publiquen materiales que explican su fe, según una encuesta recientemente publicada. En total, el 59% de los encuestados dijo que a los no- musulmanes o “no les deben” o “absolutamente no les deben” ser permitidas reuniones abiertas donde puedan discutir sus ideas. El 54% dijo que “no se debe” o “absolutamente no se debe” permitir a los no-musulmanes publicar literatura que describa su fe. La encuesta también reveló que casi 40% de la población de Turquía dice tener percepciones “muy negativas” o “negativas” de los cristianos. En dicha encuesta al azar, el 60% de los encuestados dijo que existe una religión verdadera –el Islam- ; más de 90% por ciento de la población de Turquía es musulmán sunnita. Ali Çarkoglu, uno de los dos profesores en la Universidad de Sabanci que realizaron el estudio, dijo que ninguna reunión religiosa no-musulmana en Turquía, está completamente “libre riesgo.” “Aun en Estambul, no es fácil ser un observador no-musulmán,” dijo Çarkoglu.

EGIPTO

Seis fieles fueron acribillados cuando salían de la misa de Nochebuena

El tiroteo en el Alto Nilo muestra la vulnerabilidad de la minoría cristiana

La agonía de los cristianos de Oriente es irremediable. En Egipto, donde hay el mayor número de cristianos de antigua historia, los coptos están condenados a una lenta y tácita sumisión, y han vuelto a ser chivos expiatorios de radicales islamistas.

En una localidad de las altas tierras egipcias, en Nag Hammadi, a 64 kilómetros de Luxor, seis fieles fueron acribillados cuando salían de la misa de Nochebuena en la madrugada de ayer (los ortodoxos celebran la Navidad más tarde que los católicos). Tras el asesinato, centenares de coptos chocaron con agentes de la policía alrededor de la iglesia y de la morgue local. Los atacantes del día anterior habían abierto fuego sobre las víctimas desde tres automóviles y habían herido a transeúntes en la medianoche de esta gran fiesta de la cristiandad. El párroco Kirilos, que había recibido amenazas, temía la agresión y había avanzado la hora de la misa para recogerse antes.

La policía ha identificado a los autores, pero aún no hay detenciones. A menudo, los coptos echan en cara a las autoridades su negligencia a la hora de intervenir. En esta localidad del Alto Nilo, las familias de las víctimas, antes de hacerse cargo de los cadáveres, exigen que se actúe contra los culpables.

Las relaciones entre la mayoría musulmana y la minoría copta - una décima parte de la población total de 80 millones de habitantes-se agravan en ciertas festividades religiosas para remansarse después. El atentado de Nag Hammadi (provincia de Qena) fue perpetrado, según el Ministerio del Interior, en venganza por la violación, el pasado noviembre, de una niña musulmana por un hombre de religión copta. Entonces, vecinos musulmanes provocaron durante cinco días disturbios callejeros y dañaron tiendas y viviendas de los coptos.

Es en la región del Alto Nilo, en Luxor, sobre todo en Asiut, donde los coptos están más arraigados desde hace siglos. Y también es allí donde en los años ochenta hubo más agresiones de radicales islámicos. El régimen de Mubarak reprimió con brutalidad sus acciones violentas, cuyos principales objetivos fueron representantes del Estado, turistas occidentales y coptos.

La palabra copto deriva del nombre griego de Egipto. Ellos se consideran descendientes de la civilización faraónica. Su lengua ha sido relegada a las formas litúrgicas y han cultivado un arte peculiar, tanto en la arquitectura, en la iconografía, como en los tapices. Nunca constituyeron un Estado nacional y desde el siglo XVII los musulmanes, que invadieron Egipto, los han ido reduciendo a una minoría discriminada. En muchas de sus costumbres poco se distinguen de los campesinos pobres del valle del Nilo. Pero, pese a que participan de un estilo de vida semejante, con frecuencia quedan atrapados o son víctimas de luchas confesionales con integristas islámicos.

Como otras minorías de Oriente, los coptos se han refugiado en la religión, que es como una carta de naturaleza social. Son la sal de Egipto. La sangrienta Nochebuena del Alto Nilo evoca, una vez más, su vulnerabilidad.

MALASIA: POLEMICA SOBRE ALA, ATAQUES A 4 IGLESIAS

KUALA LUMPUR, 8 (ANSA) - Cuatro iglesias católicas de Malasia, tres en la periferia de Kuala Lumpur y una en el estado de Selangor, fueron blanco de ataques incendiarios la noche pasada.
Una de las iglesias en la periferia de la capital se incendió y quedó dañada gravemente, pero sin que hubiera heridos, en tanto las otras fueron atacadas con bombas Molotov que no causaron daños graves.

"Tomo muy seriamente los acontecimientos de la noche", dijo durante una conferencia de prensa el ministro del Interior, Hishammuddin Hussein, aunque aseguró que se trata de ataques aislados. Durante la jornada, en una decena de mezquitas del país cientos de fieles islámicos montaron protestas pacíficas, aunque intimando a "no poner a prueba nuestra paciencia" y advirtiendo que "Alá es sólo nuestro".

El jefe de policía, Musa Hassan, garantizó el despliegue de fuerzas para proteger la seguridad de las iglesias en vista de manifestaciones anunciadas por grupos musulmanes.

Detrás de los ataques se encuentra la polémica que estalló en estos días sobre el derecho de los católicos a escribir la palabra "Alá", después de que la Alta Corte malaya suspendió la autorización para usarla acordada al diario católico local Herald Weekly.

Después de haber usado durante años la palabra "Alá" para referirse al Dios cristiano, como es habitual en las poblaciones nativas de Borneo a las que se dirige, en 2007 el diario tuvo que someterse a una prohibición explícita del gobierno, según el cual el término está restringido sólo a los musulmanes.
El diario apeló y la semana pasada la Alta Corte le concedió el derecho a usar la palabra "Alá", pero la revocó después de que el gobierno malayo denunció el riesgo de tensiones interreligiosas.

La superioridad moral de los musulmanes.

Los islamistas quieren imponer su religión porque consideran que es la única verdadera, y que el resto de religiones son falsas.

La supremacía del Islam se basa en el mismo Corán, y para los islamistas el fin justifica los medios.

El fin es el glorioso imperio del Islam, la sumisión absoluta de todos los hombres y mujeres a Alá, al Corán y al Islam, y los medios son la Espada del Islam, la Yihad.

El terrorismo religioso queda justificado al considerar a este no como terrorismo, sino como un combate contra los infieles -kufar- que se niegan al supremacismo islámico.


Los islamistas consideran que cualquier musulmán, por el mero hecho de serlo, es superior moralmente a cualquier humano.


En un artículo del 24 de octubre de 2009 en el diario kuwaití Al-Siyassa, el liberal saudí Muhammad Jamil Kutbi escribió que los árabes y los musulmanes no tienen justificación en relación a sí mismos como moralmente superiores a Occidente y argumentó que aunque el Islam abandera valores tales como la igualdad, justicia y la caridad, Occidente supera en la actualidad al mundo musulmán en la implementación de estos valores.

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