Egipto es un país de fuerte religiosidad, poblado principalmente por musulmanes sunitas. Los chiitas son una minoría, pero también lo son los cristianos, que constituyen la comunidad más antigua y grande del Medio Oriente.
La cédula de identidad egipcia indica la pertenencia religiosa del ciudadano, algo que para muchos contribuye a una discriminación religiosa casi institucionalizada.
A pesar de siglos de coexistencia pacífica, desde hace un par de décadas se han dado enfrentamientos recurrentes entre musulmanes y cristianos, resultando en heridos y muertos.
Los hechos violentos de octubre del 2005, cuando tres personas murieron en un ataque de manifestantes musulmanes a una iglesia, volvieron a repetirse durante la misa del pasado viernes en el puerto de Alejandría.
Pasado lejano
Los cristianos egipcios son conocidos como "coptos", palabra que proviene de "Aegyptos", que significa literalmente Egipto. Su origen se remonta al primer siglo DC, cuando San Marco introdujo la fe cristiana en el país.
La mayoría son cristianos ortodoxos, pero también hay coptos católicos y evangélicos, y juntos representan un 10 por ciento de los setenta millones de egipcios. A su cabeza está el papa Shenouda III , independiente de la Santa Sede en Roma.
Varios analistas coptos han notado que la religión ha adquirido cada día más espacio, pasando de su lugar espiritual a ser un "invitado pesado" en la vida cotidiana, y preferirían un estado que no incluyera el código islámico, o "sharía", como fuente para legislar.
Muchos responsabilizan a la revolución de 1952 y en especial al ex presidente Anuar Sadat, quien decidió a principios de los ochenta hacer una enmienda a la Constitución para redefinir a Egipto como un estado oficialmente musulmán.
No somos minoría
Lo que es descrito como una minoría no debería serlo, porque los coptos desde siglos vivimos distribuidos y entremezclados con los musulmanes en todo el país
Yusef Sidhom
Yusef Sidhom
Siete millones es una cifra que rebasa la población de Paraguay, por lo que muchos coptos no se consideran minoría.
Así se lo hizo saber a BBC Mundo Yusef Sidhom, editor "copto" del semanal Al Watani.
"Lo que es descrito como una minoría no debería serlo, porque los coptos desde siglos vivimos distribuidos y entremezclados con los musulmanes en todo el país".
El Padre Ángel Rodríguez pertenece a la orden de los carmelitas descalzos y ha vivido tres décadas a cargo de la iglesia de Santa Teresa, en el barrio popular de Shubra. Para él, hay distintos factores que provocan fricciones interreligiosas.
"Hay una gran ignorancia recíproca, porque hay prejuicios recíprocos. Pero la razón principal de que en Egipto haya más violencia que en Jordania, Siria o Kuwait es la gran religiosidad. Y otra razón son las injerencias extranjeras, algo más delicado", dijo el padre Ángel a BBC Mundo.
La gran religiosidad, según "Abuna Malak", como le llaman en árabe, data de tiempos faraónicos. De las injerencias extranjeras prefirió no hablar.
Por su parte, el analista político de la Universidad del Cairo, Mustafa Kamal al Sayed aseveró que "hay una tendencia hacia una mayor radicalización religiosa en el Medio Oriente y esto afecta las relaciones entre ambas comunidades".
Marginación política
Se puede describir el problema como si fuéramos ciudadanos de segunda clase
Yusef Sidhom
En general, los coptos prefieren evitar hablar de la polémica relación entre religión y política en Egipto. Y es que a pesar de casos destacados como el ex secretario de la ONU Boutros Ghali, o su hijo Yusef quien se desempeña actualmente como ministro de Finanzas, el papel de los coptos en la vida pública es reducido.
"En las tres últimas décadas ha habido una serie de agravios que afectaron los derechos ciudadanos coptos, en parte por una legislación desigual y por las actitudes oficiales opuestas a que seamos nominados en puestos ejecutivos del Estado o como candidatos en elecciones políticas", explicó Sidhom desde sus oficinas en el centro del Cairo.
Por ahora, el gobierno intenta remediar este desequilibrio social a través de iniciativas como presentar familias cristianas en las telenovelas transmitidas por las cadenas estatales o nombrar un gobernador cristiano en una provincia del sur de Egipto.
"No creo que la solución, por parte de los coptos, sea aislarse más, y conformarse con cuotas. Tienen que salir de las iglesias para entremezclarse con el resto de la sociedad, los partidos políticos y la vida pública en general", concluyó Yusef Sidhom.
Chispa violenta
Los atentados con cuchillo en las iglesias de Alejandría en viernes santo parecen una provocación perfecta para causar nuevos enfrentamientos y sembrar más semillas de la discordia.
Se calcula que al día siguiente tres mil cristianos asistieron al funeral del hombre de 78 años que murió por las puñaladas recibidas en la iglesia y la policía tuvo que dispersar a cristianos y musulmanes que se enfrentaron con piedras y palos.
Si bien el gobierno atribuyó la autoría de los atentados a un "hombre loco", muchos coptos creen en la primera versión, según la cual tres militantes islámicos habrían coordinado un ataque simultáneo.
Con tanto despliegue de seguridad en el país, no es extraño que los cristianos se sientan agraviados ante la facilidad con que se realizaron los ataques, a tan sólo una semana de la Pascua copta.
Pero otros argumentan que detener a un hombre determinado a apuñalar a alguien en una iglesia no es tarea fácil, sobretodo si no hay detectores de metales, y que la convivencia milenaria entre coptos y musulmanes no puede ni debe venirse abajo por hechos aislados.
Los cristianos
Egipto cuenta con una historia varias veces milenaria, asombro del orbe, pero el islam frenó, como en otros países de cristianismo antiguo, su camino a la modernidad. La modernidad en todo el mundo tiene origen clásico y cristiano: podemos trazar su evolución sin rupturas desde los filósofos griegos hasta hoy.
En las sociedades que no son de cultura occidental hubo una modernización a medias, sobre todo en avances técnicos, que influyó en los sistemas políticos; pero quedó un vacío, un salto, que sigue sin rellenarse y que se manifiesta principalmente en la religión.
Persiguen a los cristianos por considerarlos extranjeros y quintacolumnistas de la decadencia y podredumbre occidentales.
Lo extraño no es que la marginación y las persecuciones por causa de la religión existan y estén en auge en muchos países, vecinos nuestros algunos, sino que en España apenas se hable en la prensa de este asunto ni haya declaraciones institucionales. Si mueren 500 cristianos en Nigeria en enfrentamientos civiles, no se puede ocultar; pero se pasa de puntillas por el acoso a los caldeos, que han tenido que huir de Iraq, y el asesinato de uno de sus obispos; por la situación de los coptos, ciudadanos de segunda en su propio país; o por las leyes excluyentes en Irán, que retorna al siglo XV mientras prepara bombas atómicas.
En la evolución del mundo de tradición clásica y cristiana no hay rupturas: todas las ideas, por extrañas que nos parezcan, vienen del clasicismo cristianizado, incluidas la tolerancia y la comprensión de la violencia hacia los cristianos allí donde los musulmanes son mayoría.
Los enfrentamientos por la religión en África acorralan a los cristianos
Las diferencias de fe han desatado en los últimos dias la violencia en Marruecos, Nigeria y en Egipto.
Egipto: deja 24 heridos enfrentamiento entre musulmanes y cristianos
Unas 500 personas participaron en la riña, desatada tras un ataque a obreros por construir una iglesia.
Ser cristiano en África se ha convertido en una auténtica amenaza en los últimos meses. Los enfrentamientos religiosos entre musulmanes y cristianos han desatado expulsiones en Marruecos, matanzas encarnizadas en Nigeria y brotes de violencia en Egipto.
El último asedio contra los cristianos ha tenido lugar en Egipto, donde al menos 30 personas resultaron heridas como consecuencia de las llamas provocadas en varias casas y vehículos en la región norte de Mersa Matruh cuando residentes musulmanes atacaron a varios obreros que trabajaban en la construcción de una iglesia. Las autoridades han indicado que se trata de un enfrentamiento religioso entre los musulmanes de Egipto y los cristianos coptos, que en ocasiones mantienen hostilidades por cuestiones interreligiosas y territoriales.
Pero estas diferencias no son puntuales. El pasado 7 de enero, la sangre empañó la festividad de la Navidad, que esta confesión celebra dos semanas más tardes, ya que los cristianos coptos se rigen por el calendario oriental juliano y no por el gregoriano, empleado por Occidente. Siete cristianos coptos y un policía murieron durante el tiroteo que se produjo a la salida de la misa.
Los siete millones de cristianos (el 10% de la población) llevan denunciando desde hace años la discriminación y las amenazas a las que están sometidos. Temen que este último ataque resucite viejos fantasmas. En 1999, por ejemplo, 20 cristianos y un musulmán murieron en Al-Koshen después de una semana de disturbios e incidentes. Y en diciembre de 2004, la supuesta conversión forzosa al islam de la mujer de un pastor copto extendió las protestas a El Cairo.
Afp
Karim Hauser
BBC Mundo, El Cairo
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ResponderEliminarViene bien al hilo de esta noticia pues habla de la importancia de los arabes..cristianos siriacos sabeos.