Este reportaje que nos ofreció el domingo 27 de junio el Magazine La Vanguardia, escrito por Isabel Ramos Rioja y fotografías de Roser Vilallonga, sobre lo que piensan las musulmanas que conviven en España creo que vale la pena publicarlo, sobretodo para hacernos una idea sobre el grado de integración en general y la forma en que cohabitan entre nosotros cada dia más alejadas de su entorno social y aunque no lo declaran esta claro que rechazan por sistema nuestra forma de vida.
Así se manifiestan las mujeres que hay detrás del velo.
Aunque uno de los capítulos más largos del Corán esté dedicado a las mujeres, en lo concerniente a su indumentaria sólo hay tres directrices en el libro sagrado de los musulmanes: que vistan correctamente, que se cubran el pecho y que alarguen su ropa. Sin especificar qué es vestir con modestia o cuán largas deben ser las prendas que lleven. Esto ha dado lugar a múltiples interpretaciones por los ulemas (los sabios), expertos en islam no musulmanes y los creyentes. El debate está en Europa. En España, varios ayuntamientos ya han prohibido el uso del velo integral (que sólo deja a la vista los ojos, o incluso los cubre con una gasa) en dependencias municipales. En La Meca, el lugar más sagrado para los musulmanes, las mujeres que acuden en peregrinación deben ir con la cara y las manos al descubierto. Quienes viven, y sufren a veces, estas discusiones son muchachas y mujeres. Y ¿qué dicen ellas? El Magazine ha hablado con cuatro procedentes de Marruecos –donde el uso del niqab y guantes negros aumenta día a día– y que viven en España.
La voz que tapa el velo
MARIAM - Tiene 22 años y nació en Tetuán. Se casó hace cinco meses –tras casi siete de compromiso– y está embarazada de casi tres. No trabaja. Usa niqab desde los 19 años.
“Con niqab es más fácil hallar marido”
Originaria de Tetuán, de las montañas del Rif, en lo que fue la zona del protectorado español. Aunque las tropas que invadieron la Península en el 711 iban comandadas por un bereber, Tariq Ben Ziad, los bereberes son de islamización tardía. Mariam, de 22 años, a los 19, casi 20, se puso el niqab. Desde los 15 años llevaba un jimar muy largo. Se casó hace cinco meses –llevaba siete meses comprometida cuando se casó– y está embarazada de casi tres.
A los diez años quería ponerse el velo. “A mi hermana Jadiya, mi madre le bajaba el pañuelo cuando se lo ponía”, cuenta. Actualmente, las cosas han cambiado, pero en generaciones anteriores, a los diez años los niños no decidían cómo vestirse. Podían decir qué les gustaba más, pero quien acababa decidiendo era la madre.
“Yo me ponía el velo a los diez años y mi madre me lo quitaba. Cuando salía con mi hermana Jadiya aprovechaba para ponérmelo.” ¿Un acto de rebeldía hacia sus padres? “Aunque nuestros padres no quisieran, la religión nos empujaba hacia el velo”, asegura.
“No por vestir con niqab somos mejores. Mientras crea, ninguna musulmana es peor que nosotras. No se puede juzgar a nadie. Lo importante es lo que cada una tiene en el corazón.”
Con estudios elementales, Mariam no ha trabajado fuera del ámbito doméstico.
“Estoy más tranquila en casa, con mi marido. No necesito trabajar. No me gusta trabajar; me gusta la casa.” En el islam, la teoría, cada vez más en desuso, es que el esposo tiene la obligación de proveer la casa y mantener a la esposa. Todo lo que aporte la mujer al matrimonio, así como la dote y lo que pueda ganar con su actividad profesional, es exclusivamente para ella. Una de las razones que una mujer puede aducir para divorciarse es que su marido no puede mantenerla.
“La dote es sunna”, dice Mariam, una tradición procedente de la práctica establecida por Mahoma. “Es un regalo del marido. No es para comprar a la mujer; es para que ella se compre cosas para la boda.” Sin embargo, hay estudiosos que la consideran un seguro para la mujer en caso de divorcio. Cuando se casa, aporta una parte del ajuar, pero la casa es del marido, con lo cual se ve en la calle muy a menudo.
Mariam, a pesar del niqab, no se queda encerrada en casa. “Salgo a comprar ropa, voy al Carrefour, voy a la montaña con mi marido, a la playa.” ¿A la playa? “A sitios aislados, por la noche. Me baño con una especie de camisón largo y un pañuelo, por si acaso aparece alguien.”
Toda la conversación con las cuatro mujeres es interrumpida reiteradamente por las llamadas que Mariam recibe en el móvil. Es su marido. Al final, apremia a terminar la entrevista porque tiene que ir a rezar la oración de la puesta de sol. Se acaba el margen que hay para cumplir con la obligación del rezo, que no tiene por qué hacerse a una hora exacta.
Ir tan tapadas, tan discretas, ¿no les hará más difícil conseguir un buen marido? “Noooo. Se consigue mejor marido yendo tapada. Cuando hacía el duaa [oración que se hace con una finalidad concreta], siempre pedía un buen marido”, dice Mariam. Yusef, su esposo, es un apuesto joven de 25 años que es quien ha conducido a las cuatro mujeres hasta el local de la que será la nueva mezquita de Reus, en un Mercedes gris marengo. Cuando empieza a dar el número de móvil a las periodistas, duda un momento, y enseguida se pasa al número de su marido.
HURRIYA Tiene 17 años es de Nador, en el norte de Marruecos –que también se encontraba en el protectorado español–, y es bereber, como Mariam y la hermana de esta, Jadiya. Hurriya casi no sabe leer ni escribir árabe. Estudió primaria, la ESO y grado medio de administrativo. Hizo las prácticas de administrativa. Antes llevaba jimar y hace unos meses se puso el niqab.
El velo que le cubre el rostro es morado, color de nazareno –por cierto que una manera de llamar a los cristianos en árabe, nasara, tiene la misma etimología–, a juego con el amplio sayo hasta los tobillos que lleva por debajo del velo negro de la cabeza. Ocultar sus formas y su rostro tras el niqab no la hace invisible a las miradas de los demás, incluidos los hombres.
La suegra de una hermana lleva niqab, así como la mayoría de la familia política de esa hermana. Unas aquí, otras en Marruecos, conoce a siete mujeres que se cubren de la cabeza a los pies. “En el islam la mujer no está obligada a ponérselo (el niqab), pero preferí hacerlo para no tener dudas de si lo que hacía estaba bien o no”, dice.
Tan joven, ¿ha cambiado su vida desde que viste niqab? “Antes no llevaba nada para cubrirme, ni hiyab. Ahora me miran, ponen cara como si estuviera podrida. No piensan que yo también las veo raras, con minifalda y top. No creo que una persona tenga derecho a criticar a otra por ir
vestida de una determinada manera.”
El velo integral, por muy buena voluntad que haya por ambas partes, marca una línea, una barrera en la comunicación, aunque no fue el caso durante la entrevista. “Tenemos amigas marroquíes y españolas –cuenta Hurriya–. Hablo con mis amigas por el Messenger. Antes de ponerme el niqab ya no iba al cine. Hay gente que sabe que no has cambiado por llevar un velo, y otros creen que eres diferente. Antes quedaba a tomar un helado; ahora prefiero quedar con mis amigas en casa porque aquí no hay zonas reservadas para mujeres.” En algunos países islámicos, los locales públicos, como cafeterías o restaurantes, reservan una parte para las mujeres o hay una zona mixta para las familias.
Después de la revolución islámica de Irán, la capital, Teherán, contaba con un parque exclusivamente para mujeres. “Queda ridículo levantarse el niqab para tomar un café con leche, mejor quedamos en casa”, coincide Jadiya, otra de las entrevistadas. En internet circula un vídeo, no se sabe si espontáneo o preparado, sobre la forma de comer espaguetis en un país del Golfo.
Quizá porque es la más joven, Hurriya es la que ha llegado más lejos en sus estudios. Ese esfuerzo podría considerarse vano, pues ni se plantea buscar trabajo. Está segura de que nadie la aceptaría como administrativa con el niqab. “Ni siquiera con hiyab”, añade.
“Me han pedido en matrimonio una vez o dos. Los he rechazado porque soy joven y porque no me gustaban”, añade.
“Está bien que den derechos a la mujer, pero si no me aceptan vestida con el niqab, me están quitando derechos. Tenemos nuestros derechos; la felicidad está aquí”, dice con énfasis señalando el corazón. “En el corazón no hacemos daño a nadie, nos identificamos cuando nos lo piden por cuestiones de seguridad, nos levantamos el velo para que nos vean la cara si es por seguridad.”
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Lo que mas me ha llamado la atención es que se sienten orgullosas de vestir asi y que cada vez empiezan mas jóvenes a hacerlo.
ResponderEliminarMira el caso de Najwa, que repercusión alcanzó.Aunque ya ves, ami cada vez se me hace menos raro verlo, en plenos 32 grados, van tapaditas de arriba a abajo,aunque bueno algunas van en sandalias y se pueden observar sus palidísimos tobillos y pies.
Gracias y un saludo.
Aqui teneis una pagina islamica en perfecto español que dice muy claramente que el velo es OBLIGATORIO en las mujeres y que dice (entre lineas) que las mujeres que no llevan velo son unas prostitutas. Leyendo lo que dice esa pagina, queda claro que las mujeres musulmanas son tratadas como personas no ya de segunda, sino de cuarta categoria. NO TIENE DESPERDICIO, si leeis lo que pone os volveis anti-islam, fijo.
ResponderEliminarhttp://www.womeninislam.ws/es/el-hiyab.aspx
De un articulo en malagahoy.es sobre la prohibición del burka:
ResponderEliminar"Sin embargo, también se pueden escuchar opiniones muy distintas, que se refieren a la mujer musulmana como "propiedad de sus maridos" como es el caso de Mohamed Soketami, que manifiesta directamente que "las mujeres deben ir tapadas para evitar las miradas de los hombres" y justifica el uso de estos velos integrales "para ser un buen musulmán".
En algunos detalles, se puede percibir la falta de libertad de las féminas marroquíes que residen en Coín. Algunas mujeres no se dejan fotografiar sin el permiso de sus maridos y otras ni siquiera dan su opinión sobre el tema. Pero donde los problemas de integración se han hecho más notables han sido en los talleres que se imparten desde el área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, donde se han vivido algunos problemas con las mujeres marroquíes que han rechazado que sea un profesor el que les imparta clases de español, como explicó la concejal de Igualdad del Ayuntamiento, Inmaculada Agüera. "Los técnicos del área nos explicaron que han sido las propias mujeres las que rechazan a los hombres, e incluso, cuando sus maridos se dan cuenta que es un profesor el que les imparte los talleres las castigan sin salir de sus casas", afirmó la edil. Desde el equipo de gobierno mostraron su preocupación por estos casos y por ello llevan tiempo trabajando en materia de integración."
http://www.malagahoy.es/article/malaga/737029/sin/burkas/y/sin/polemicas.html
Parece claro que no todas llevan los velos voluntariamente
La verdad está más que comprobado que el hecho de cubrirse de arriba a abajo no es garantía para las musulmanas de que no sean objeto de abusos ni mucho menos.
ResponderEliminarDe hecho si una mujer musulmana es violada, haya tenido burka o no es igual de culpable y su castigo es ser azotada o lapidada según su estado civil.
Además no podeos olvidar los crimenes de "honor", muchas chicas que han conocido el modo de vida occidental y les ha gustado suelen ser asesinadas por el padre o el hermano nada más por no querer llevar el dichoso pañuelo, y si la chica entrevistada se siente muy orgullosa de su pañuelo, pero también veo que su expectativa de vida no tiene grandes alcances.
Su vida se resumen en: casarse y tener hijos
Lo cual, está bien, yo no lo critico, pero por lo visto, entre más orgullosas están de la burka, menor es su grado de instrucción escolar y nulo deseo de superación personal.
Esto es lo que le he respondido a una forera que defendia el burka en un foro. La primera frase es lo que ella ha escrito, la segunda es mi contestacion:
ResponderEliminarA mi no me gusta el velo, pero no veo necesario prohibirlo.
A mi no me gusta el velo, y SI veo necesario prohibirlo.
Me planteo una pregunta ¿que van a hacer si se prohibe?
Me planteo una pregunta ¿que voy a hacer YO si se prohibe que YO pueda bañarme en bikini en ARABIA SAUDÍ?
¿se lo van a quitar perdiendo parte de su identidad y su religión y sintiendose “desnudas”?
¿Me van a obligar a ponerme el burka en ARABIA SAUDÍ, perdiendo parte de mi identidad y mi religión y sintiendose “demasiado vestida ”?
¿o bien el marido las va a encerrar en casa, ahora no sales si no puedes llevar el velo?
¿o bien YO me voy a encerrar en el hotel de ARABIA SAUDÍ, ahora que ya no puedo ir por la calle sin burka?
¿no sería peor el remedio que la enfermedad?
¿no sería peor el remedio que la enfermedad?
Sobre todo hablando del tema del burka completo, estoy firmemente convencida que no las dejarían salir de casa los maridos, que perderían parte de la poca libertad que tienen esas mujeres.
Sobre todo hablando del tema del bikini, estoy firmemente convencida de que no me dejarian bañarme, de que YO perderia mi libertad
¿los políticos no se lo han planteado así? no lo entiendo.
¿los políticos de ARABIA SAUDÍ no se lo han planteado así? no lo entiendo.
UNA MUJER MUSULMANA ES CASTIGADA POR SU MARIDO A DORMIR EN EL SUELO POR IR A CLASE
ResponderEliminarUna mujer musulmana residente en el municipio malagueño de Coín ha sido castigada por su marido, también musulmán, por el simple hecho de ir a clase. Curiosamente esta localidad ha sido el primer andaluz que ha prohibido el uso del burka, justamente la prenda que esta mujer utiliza habitualmente.
Según informa ABC este martes, esta mujer empezó a acudir junto con otras musulmanas a las clases de un curso de integración, que incluía aprender español, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Coín.
Poco después algunas de estas mujeres, que utilizaban burka y niqab, dejaron de acudir a las clases alegando que eran impartidas por un hombre. Una de ellas ya no volvió, lo que extrañó a los responsables del curso. Por fin, algunas de estas mujeres confesaron por qué faltaba.
El verdadero motivo es que el esposo se había enterado de que las clases eran impartidas por un varón lo que le provocó tal enfado que le prohibió asistir y además la obligó a dormir en el suelo durante varias semanas.
http://lasclasesmedias.blogspot.com/2010/07/una-mujer-musulmana-es-castigada-por-su.html
Mientras en Europa discutimos sobre estas cuestiones, un país al que se supone entre los moderados del Islam, como es Marruecos, sigue expulsando cristianos. Ya son tres los españoles a los que se ha echado acusándoles de actividades proselitistas. Se suman a casi un centenar de cristianos de diversas nacionalidades expulsados, entre ellos varias decenas de evangelistas estadounidenses que fueron conminados a salir del país en marzo, justo cuando la Unión Europea estaba pidiendo a Rabat un mayor respeto de los derechos humanos. La diferencia está en que Washington protestó de manera enérgica y ha frenado las expulsiones de sus nacionales, mientras la Unión Europea, con España como presidencia de turno a la cabeza, se limita a quejarse debilmente ante las autoridades marroquíes, con los resultados que se estan viendo.
ResponderEliminarA finales de mayo, con ocasión del Foro de la Alianza de Civilizaciones de Río de Janeiro, Moratinos propuso celebrar un seminario sobre la protección de las minorías cristianas en países islámicos. Al menos es una iniciativa, pero no se puede esperar a que se celebre para actuar y dejar claro a quienes no respetan los derechos humanos, que por ese camino no se puede ir a ninguna parte.
Si el burca no fuese una prenda impuesta a las mujeres por el Islam sino por el Cristianismo, a estas alturas los progresistas españoles ya se hubiera manifestado en la mismísima Plaza de San Pedro llamando al Papa cualquier cosa menos lindo.
ResponderEliminarhttp://www.womeninislam.ws/es/el-maltrato-fisico.aspx
ResponderEliminarCon todo el respeto quiero decirle que el Burka y el Nigab son prendas con no dicen nada del comportamiento femenino, cada ser nace descubierto y la belleza femenina es un regalo de Dios,Jehova o cuaquier Dios y no tienen porque ocultarse...!
ResponderEliminarMuchos hombres por machismo, por celos y demostrar poder,inducen a la mujer a esta esclavitud, propio de hombres que quieren someter a la mujer a la mínima expresión y subyugarla.
El buraka y todos estos ascesorios para la mujer fueron creados por hombre machistas e inseguros de ellas y no por Jehová lo dice el Corán, libro sagrado de los Munsulmanes.
En la web www.womeninislam.ws he encontrado la siguiente "joya":
ResponderEliminar"Ciertamente cada religión tiene una característica en particular y la característica del Islam es la Haya’a (modestia, timidez, recato)”.[Transmitido por Ibn Majah]
¡Por Alá, que he estado riéndome 10 minutos seguidos! ¿Modestos, tímidos y recatados los islámicos,que es de donde salen ahora mismo los peores matones de la Aldea Global? Por el Profeta, que si les da por ser arrogantes, vanidosos y agresivos, en contra de los sagrados preceptos de su religión, este planeta hace mucho tiempo que habría saltado por los aires. Tenemos, pues, que estarles agradecidos y pedirles que sigan así, practicando la timidez y la modestia...