La policía mató a un ladrón y estallan choques en un suburbio pobre francés.
Es un joven con antecedentes. Pero la gente salió a protestar y quemaron 60 autos.
Es un joven con antecedentes. Pero la gente salió a protestar y quemaron 60 autos.
En total, entre 50 y 60 vehículos, maquinaria de obra civil y dos grandes locales fueron incendiados por la turba enfurecida, informaron fuentes de la policía.
El problema comenzó tras la muerte, el jueves por la noche, de Karim Bouboda, de 27 años, durante un tiroteo cuando era perseguido por la policía en un barrio popular, la banlieu , de Grenoble por haber supuestamente atracado el casino de Uriage–les–Bains bajo la amenaza de armas.
El fiscal de la ciudad afirmó que la policía había actuado en “legítima defensa”, una versión que contradicen los jóvenes del barrio de Villeneuve, de donde era originaria la víctima, que sostienen que los efectivos actuaron con “gatillo fácil”.
La tensión subió el viernes en el barrio con el lanzamiento de proyectiles a la policía, que replicó con gases lacrimógenos. Los choques degeneraron por la noche, según constataron corresponsales de la agencia AFP.
A esas horas, los jóvenes la emprendieron a palazos contra casetas de autobuses y contra un tranvía y desataron incendios. Luego, un manifestante abrió fuego, sin causar heridos, contra las fuerzas de seguridad que respondieron en cuatro ocasiones con balas reales para dispersar a la muchedumbre y “garantizar su seguridad”, según una fuente policial.
Ayer por la mañana reinaba la calma aunque el furor se mantenía entre los pobladores de la barriada. Durante esa jornada la policía pudo evaluar los daños causados en los vehículos y los comercios. Dos jóvenes de 17 y 18 años fueron arrestados e interrogados. Otros tres, todos de 20 años, fueron acusados de “intento de robo en tiendas”, según fuentes judiciales.
Se esperaba para las próximas horas la autopsia del cuerpo de Bouboda, quien en sus antecedentes figura que había sido condenado hasta tres veces por asalto con mano armada y cuyo cómplice todavía está en fuga. La policía, a su vez, inició una investigación interna.
El ministerio del Interior insistió ayer en que la prioridad es restablecer el orden público. El objetivo de París es evitar que se repitan los incidentes de 2005 y 2007 que derivaron en varios días de violentos enfrentamientos.
El primero de esos episodios se produjo en Clichy–sous–Bois, cerca de París. Una enorme cantidad de automóviles fueron incendiados y se extendieron los choques entre grupos juveniles y las fuerzas del orden. La furia estalló por la muerte accidental de dos adolescentes –uno de 15 años y el otro de 17– que, creyéndose perseguidos por la policía, se escondieron en un local donde había un transformador eléctrico y murieron electrocutados.
El otro disturbio fue dos años después, en Villiers–Le–Bel, en la región de Val d’Oise. Hubo otra vez autos incendiados, locales destruidos y decenas de heridos luego de que dos jóvenes que circulaban en una moto murieron cuando chocaron contra un patrullero y la gente de los barrios pobres salió en masa a enfrentar a la policía. Según los analistas, detrás de esta violencia se encuentra una creciente desigualdad social entre los habitantes de los suburbios pobres, en general hijos de inmigrantes musulmanes que tienen enormes problemas para integrarse, especialmente en las ciudades.
18/07/10 Por PARIS. AP. AFP
El despliegue de 250 militares contra la violencia urbana conmociona a Francia
Tres días de choques con la Policía en Grenoble se agravan con asaltos en una localidad de 3.500 habitantes
París / Oviedo
Francia amaneció ayer conmocionada por los nuevos episodios de violencia popular que se viven en las periferias, pobladas por inmigrantes y minorías étnicas, de algunas localidades. Los episodios han obligado incluso al despliegue del Ejército, lo que da idea de la magnitud de un problema que ya se ha convertido en crónico en el Hexágono.
El Gobierno ordenó el domingo por la noche el despliegue de 250 militares y dos helicópteros para detección de movimientos nocturnos en el pequeño pueblo de Saint-Aignan, situado en el centro del país, después de que un grupo de 50 personas armadas con hachas y barras de hierro atacara la comisaría de la Gendarmería, informó ayer el diario «Libération».
Según Jean-Michel Billon, alcalde de Saint-Aignan, una localidad de unos 3.400 habitantes, este episodio fue un «ajuste de cuentas» entre un sector de la población y las fuerzas de seguridad, ya que la noche del viernes al sábado la Policía de la localidad abatió a tiros durante una persecución en coche a un joven que se había saltado un control de carretera. Según Billon, en el ataque del domingo los agresores también provocaron daños en el alumbrado público, cortaron árboles e incendiaron al menos tres coches.
De acuerdo con fuentes policiales citadas por «Liberation», existen numerosos aspectos de la muerte del joven de 22 años a manos de la Policía que no han sido aclarados, razón por la cual dos agentes están bajo custodia. Por otro lado, la familia del joven fallecido, que según algunos medios franceses es de etnia gitana, lo mismo que la mayoría de los asaltantes de la comisaría de Policía, amenazó con hacer «arder» Saint-Aignan debido a la muerte del joven.
Entre tanto, en otro punto conflictivo, un vehículo de la policía fue tiroteado en Grenoble en la tercera noche consecutiva de violencia urbana en un barrio del sur de la ciudad en protestas por la muerte de un atracador por disparos policiales.
Fuentes policiales, sin embargo, calificaron de «tranquila» la situación en el barrio de Villeneuve después de los actos de violencia cometidos desde el viernes, con quema de coches y disparos contra las fuerzas de seguridad. El tiroteo contra el vehículo policial no produjo víctimas. Desde el viernes han sido incendiados unos 80 automóviles.
Los violentos choques comenzaron el viernes entre agentes del orden y jóvenes de Villeneuve, un barrio popular de unos quince mil habitantes. Al parecer, los incidentes comenzaron con el ataque a un tranvía, que fue asaltado por un grupo de jóvenes armados con bates de béisbol y barras de hierro, según el relato de los responsables policiales. Posteriormente se produjeron varios incendios de vehículos y la quema de al menos un concesionario de automóviles. Los manifestantes protestaban por la muerte de Karim Boudouda, de 27 años, que falleció por disparos policiales cuando huía tras haber atracado un casino.
20/07/2010 - Ine.es.
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Ya empezamos, esto lamentablemente va a ir en aumento. Se crean barriadas homogéneas en la población, árabe-musulmana, de facto se expulsan a los demás, y la progresia que vive en urbanizaciones alejadas de estos barrios argumenta que el problema es de la pobreza.
ResponderEliminarLos que controlan a estos barrios, mafia islámica, no quieren que los musulmanes se vayan de allí, para tenerlos controlados. Luego estos núcleos son cada vez mayores e inaccesibles al resto de la población. Apareces así dos Francias, Bélgias, Españas, etc. Aparece así una Europa musulmana, que poco a poco va hacia su realización.
Si el Occidente no consigue evitar estas concentraciones de miseria y de mafia, va hacia un conflicto inevitable. También debe controlar quién viene y la predicación de los que ya están.
Debe procurar la modernización y secularización de la población musulmana, la cual es de las primeras víctimas de los radicales. Pero si el Corán es incuestionable, ha hay nada que hacer.