En 1241 los sarracenos atacaron la ciudad de Asís. Cuando se acercaban a atacar el convento que está en la falda de la loma, en el exterior de las murallas de Asís, las monjas se fueron a rezar muy asustadas y Santa Clara que era extraordinariamente devota al Santísimo Sacramento, tomó en sus manos la custodia con la hostia consagrada y se enfrentó a los atacantes. Ellos experimentaron en ese momento tan terrible oleada de terror que huyeron despavoridos.
En otra ocasión los enemigos atacaban a la ciudad de Asís y querían destruirla. Santa Clara y sus monjas oraron con fe ante el Santísimo Sacramento y los atacantes se retiraron sin saber por qué.
Las raíces europeas son muy claras, cultura greco romana, judía, y sobre todo cristiana, sin la cual sencillamente no existiría. Por mucho que se empeñen en demostrar lo contrario, el pasado de Europa está marcado por la fe de sus mejores hijos. Es desde esta fe cómo se defendió contra la invasión musulmana y cómo mantuvo su identidad. Con esta fiesta tuve que hacer una reflexión obligada sobre el modo eficaz en la defensa de la civilización cristiana, europea. Que Santa Clara interceda por nosotros en estos tiempos, no menos difíciles de aquellos en los que le tocó vivir en la tierra.
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