“Yo soy el ministro del Interior, no un constructor de mezquitas”, fue la seca reacción del ministro Roberto Maroni ante el llamado de Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Milán. Tettamanzi considera que ya es hora que los musulmanes milaneses, alrededor de 100.000, tengan una mezquita apropiada. Pero mientras la Lega Nord gobierne en Milán y en la región de Lombardía, la llegada de una verdadera mezquita parece estar descartada.
Solamente si le aseguro que mi grabadora no hace videos, puedo echar una mirada en el lugar de oración. “Ya vinieron tantos equipos de camarógrafos y periodistas que la gente ya no podía orar tranquila”, dice Abdul Shaari, presidente del centro islamita en la Viale Jenner de Milán.
Garaje abandonado
Se trata tal vez del centro islámico más conocido de Italia, a pesar que no es más que un garaje abandonado, oculto detrás de un enorme bloque de viviendas en una concurrida calle milanesa. Tiene cerca de 300 metros, bastante pequeño para los más de 3,000 fieles que acuden a la oración de los viernes. “Hasta hace dos años atrás, rezábamos en la calle, pero eso causaba demasiados problemas. Entonces nos ofrecieron una carpa un poco más allá, cerca del estadio San Ciro. Allí oramos todas las semanas."
El centro islámico quiere que haya pronto una solución definitiva. “Queremos que el Ayuntamiento nos asigne un lugar no tan cercano a la zona habitada pero al que se pueda llegar bien con la locomoción colectiva, donde podamos construir nuestra propia mezquita con nuestro propio dinero.” También el comité de vecinos del Viale Jenner quiere que haya pronto una solución para estas molestias. “Diariamente llegan cientos de personas al centro islámico,” dice el director Luca Tafuni, “y se quedan por aquí visitando negocios. El resultado es que muchos negocios han cerrado y el barrio está en decadencia. Hay que darle a esa gente un lugar donde ir. Ellos mismos lo quiere pagar, por otra parte”.
Fuerte ovación
Pero el Ayuntamiento de Milán -con un millón 300.000 habitantes, la segunda ciudad en importancia de Italia- se opone. Hace algunas semanas atrás, en la “Festa della Libertà', la alcaldesa Letizia Moratti, miembro del Partido por la Libertad del primer ministro Silvio Berlusconi, reiteró que no tenía la intención de construir una mezquita en su ciudad. Sus palabras fueron recibidas con una fuerte ovación. Especialmente después que el partido xenófobo, la Lega Nord, está ganando cada vez más adeptos en el norte de Italia. Según Igor Iezzi, el presidente de la sección milanesa de la Lega Nord, una nueva mezquita no es necesaria en Milán. “¿Es que hay un solo musulmán en la ciudad que no reza? ¿Ya hay suficientes centros islámicos en Milán a los que la gente puede acudir. Solamente es la gente del Viale Jenner la que pide una mezquita. Viale Jenner nos ha dado a Mohammed Game, un hombre que intentó hacer volar un cuartel de los carabinieri. Con esa gente yo no hablo”.
Constitución
“No nos han considerado nunca como un interlocutor serio”, se queja el presidente Shaari, quien vive en Italia desde hace 43 años. “Están sembrando el miedo, dicen que todos nosotros somos terroristas.” El me precede cuando entramos al centro islámico. “Quítese los zapatos”. Además del lugar de oración, con alfombras azules gastadas y con olor a moho, y con paredes de listones desprendiéndose, el centro cuenta con un matadero, una biblioteca y una cocina para los pobres. Pero todo es igual de viejo y venido a menos. “Esto fue construido en 1989 pero entretanto han llegado decenas de miles de musulmanes a Milán. Es demasiado pequeño. Le pedimos solamente al Ayuntamiento un lugar donde rezar. Tenemos derecho a ello. Está en la Constitución.”
El arzobispo de Milán, Dionigi Tettamanzi, apoya a Shaari. En una declaración poco antes del término del ramadán, el prelado señaló al Ayuntamiento que todo el mundo tiene el derecho a un lugar para practicar su religión.
Nada de política
Igor Iezzi de la Lega Nord, no se impresiona por las declaraciones del arzobispo. “Si él quiere darle a los musulmanes un lugar para que recen, entonces debe poner a disposición alguno de los enormes edificios con que cuenta la curia. Pero un musulmán no tiene, necesariamente, que tener un lugar donde orar, como el católico que tiene que ir a una iglesia. La mezquita es más que un lugar para orar. En un lugar donde se discute y donde se hace política. Y en Milán realmente no necesitamos eso.”
Por Angelo van Schaik
Radio Nederland
Italia estudia prohibir el niqab y el burka por razones de seguridad
Roma, 6 oct (EFE).- El Gobierno italiano estudia prohibir el niqab (velo islámico) y el burka (velo integral) sin hacer referencia al islam y por razones estrictamente de seguridad, según un documento presentado hoy en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de los Diputados.
El subsecretario de Interior, Alfredo Mantovano, plantea en el documento modificar un artículo de la ley de 1975 que prohíbe el uso de prendas que dificultan el reconocimiento de una persona en un lugar público y sin motivo justificado.
La modificación introduciría los términos niqab y burka sin ninguna referencia a la religión o al islam con el fin de no alimentar la polémica.
El Gobierno sostiene que el uso del niqab y del burka no tienen un origen coránico, ya que indumentarias similares fueron utilizadas por persas, romanos y bizantinos y que llevarlos no supone una "obligación religiosa".
Por otro lado, Mantovano considera esencial "garantizar el reconocimiento de las personas, mas aun frente al riesgo internacional ligado al terrorismo".
Agencias EFE
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mientras no se deporte a los musulmanes las soluciones como prohibier la construccion de mezquitas son falsas e inutiles.
ResponderEliminarvan a ponerse a rezar en cualquier lado.
la unica solucion es echarlos de vuelta a sus paises y que los europeos vuelvan a tener hijos.
"El centro islámico quiere que haya pronto una solución definitiva. " Tiene gracia, el problema lo causan ellos y piden una solución.
ResponderEliminar“Queremos que el Ayuntamiento nos asigne un lugar no tan cercano a la zona habitada pero al que se pueda llegar bien con la locomoción colectiva, donde podamos construir nuestra propia mezquita con nuestro propio dinero.”
Y unos cojones, con perdón. Si quieren un terreno para una actividad privada, que se lo paguen ellos con su dinero, como cualquier hijo de vecino. No dice que van a construir la mezquita con su dinero? Pues que paguen el terreno también.
Y el arzobispo de Milán, que bien podría tomar nota del de Córdoba, encima les apoya: "señaló al Ayuntamiento que todo el mundo tiene el derecho a un lugar para practicar su religión." Los que nos va a hundir no son los musulmanes, sino este papanatismo zapateril que ahora hasta practican los curas. Señor prelado, vaya usted con ese sólido argumento a defender el derecho de los cristianos a tener un lugar para practicar su religión en los países musulmanes, oiga. Y que tenga suerte.
Yo me quedo con lo de que: “Esto fue construido en 1989 pero entretanto han llegado decenas de miles de musulmanes a Milán". Da miedo.
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