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20.3.11

De la foto de las Azores a la foto de París

Mucho ha cambiado Europa desde la guerra de Irak y sus políticas internacionales, de la Francia pacifista de Chirac, (1) a una Francia con anhelos de liderar los destinos europeos.
De una España con ansias de ser reconocida como potencia aunque para conseguirlo Aznar no dudo en introducirnos en una guerra, a la España pacifista y antiamericana de Zapatero, pero oh… los designios de la vida, el pacifista Zapatero y amigo de todos los satrapas mundiales, soñador de misiones imposibles y amante de "Diálogos de Civilizaciones" acabará sus días de mandato (el dia 2 se espera que anuncie su intención de no presentarse a las próximas elecciones) dejándonos como herencia sumidos en otra guerra en Oriente, aunque no seria justo remarcar que esta vez con el beneplácito de los "hermanos de la caridad" que componen la ONU - lo cual no quiere decir que esta guerra sea ni más ni menos justa que la de Irak donde Saddam se dedicaba a gasear a los Kurdos y torturar a su pueblo (2).
¿Casualidades o simples caprichos del destino? El pacifista Zapatero se marcha y nos deja inmersos en la guerra con Libia, de momento.


El presidente del Gobierno enfila su último año de mandato embutido en el traje de combate

El traje de pacifista con el que José Luis Rodríguez Zapatero se postuló para gobernar España ha quedado definitivamente guardado en el baúl de su residencia de La Moncloa. El presidente del Gobierno se dispone a terminar su mandato enfundado en la indumentaria de combate. Y con ella se ha ido a París para hacerse la foto con Sarkozy, Cameron y Hillary Clinton, entre otros, y mostrar al mundo que no sólo está dispuesto a asumir sus responsabilidades en el terreno económico, sino también en el de la seguridad.

El mismo Zapatero que hace ocho años agitaba la consigna del “No a la guerra” y estigmatizaba a José María Aznar por su apoyo a la intervención militar en Irak, no duda en situarse en primera fila a la hora de hacer cumplir a Muammar el Gadafi la resolución del Consejo de Seguridad que le insta a detener los ataques contra los rebeldes y la población civil Libia.

El 16 de marzo de 2003, la isla de las Azores fue testigo del encuentro entre George Bush, Tony Blair y José María Aznar, con el presidente portugués, José Manuel Durao Barroso como anfitrión. El presidente estadounidense, a la vista de la imposibilidad de obtener una nueva resolución del Consejo de Seguridad que reforzara la legitimidad de la acción militar contra Irak, quería mostrar al mundo que, en cualquier caso, contaba con dos importantes aliados en Europa, dispuestos no solo a apoyar un ataque para derrocar a Sadam Hussein, sino también a escenificar esa postura. El lugar del encuentro fue propuesto por el entonces jefe del Ejecutivo español, que quería subrayar la vocación atlántica de España y buscaba a través del lazo con Estados Unidos un mayor peso en le mundo.

La Foto de las Azores resucitó el antinorteamericanismo latente en muchos sectores del PSOE, incluido su secretario general, que lo evidenció, meses después, al quedarse sentado al paso de la bandera de Estados Unidos durante el desfile del Día de la Fiesta Nacional. Zapatero alimentó el malestar de Bush con la abrupta retirada de las tropas españolas de Irak nada más llegar a La Moncloa y con el llamamiento hecho desde Túnez para que otros países le imitaran.

Poco a poco, Zapatero fue percibiendo el daño que su postura provocó a la imagen de España y a la relación con Washington, que sólo mejoró con la llegada deBarack Obama a la Casa Blanca. Eso sí a costa de aceptar las demandas del presidente estadounidense de aumentar la presencia militar española en Afganistán, donde hay ya 1521 soldados y 40 guardias civiles.

Abanderado de la Alianza de Civilizaciones

El Gobierno que llegó con la vitola del pacifismo y abanderando la etérea Alianza de Civilizaciones, está terminando sus días con más de 3.000 miembros de las Fuerzas Armadas en misiones en el exterior y figurando a la vanguardia de una acción de guerra.

Por eso, Zapatero acudió presuroso a la llamada de Nicolas Sarkozy, quien, en contra de lo que hizo su predecesor, Jacques Chirac, al impedir la resolución que se buscaba en el caso de Irak ha asumido esta vez el liderazgo de la operación. Pero en la foto de París está también, como en Azores, un primer ministro británico y un miembro del Gobierno de Estados Unidos: la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

La instantánea, desde luego es más amplia porque en ella hay una veintena de líderes, entre los que se puede ver, junto a los dirigentes de la Unión Europea, al secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, simbolizando el respaldo a la acción militar de los países árabes, algunos de los cuales han anunciado que aportarán tropas. Y está también el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, cuya presencia supone un enorme alivio para Zapatero que siempre ha subrayado su apuesta por el multilateralismo y su deseo de que antes de decidir cualquier intervención militar se contara con el aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Aún así, se puede dar la circunstancia de que quien criticó a Aznar por su apoyo a la invasión de Irak, le supere en implicación, al enviar fuerzas españolas a la operación contra Gadafi. En la intervención en Irak, Estados Unidos pidió al Gobierno español que aportara el portaaviones “Príncipe de Asturias”. Aznar dio la callada por respuesta, como indica Javier Rupérez en su libro

“Memorias de Washington” y, dado que Bush, que prefería hacer las cosas con sus tropas, no insistió, la realidad fue que ningún militar español participó en las acciones de guerra. El Gobierno se limitó a enviar un contingente de ayuda humanitaria en tres buques de la Armada y posteriormente, ya con nuevas resoluciones de la ONU, un total de 1.300 soldados.

En esta ocasión, sin embargo, el Gobierno puede participar en la misión contra Libia con aviones y medios navales, lo que supone participación de efectivos en las acciones bélicas.

LUIS AYLLÓN
ABC- Madrid

(1)

LA GUERRA DE FRANCIA CONTRA AMERICA

"La Gran Europa Pacifista"

(2)

Saddam el tirano

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5 comentarios :

  1. Hipocresía, hipocresía, hipocresía.
    Una España a la que se le desgarra la carne por la lepra. Desempleo,intromisión en la vida privada, bombardeo ideológico. Un petulante gobierno que no se entera de que el único valor activo con el que cuentan es el que la ciencia psiquiátrica le quiera dar al lunático de Moncloa. España, ¿que es eso?, nos enseñaron a olvidarlo y odiar su remembranza. Se nos caen las carnes como preludio de algo mas importante; el Alma, el Alma que ya se nos va, el Alma de todo un pueblo cubierto de lepra socialista.
    Que vaya a darle la mano a Sarkozy, La boca a Cameron y el trasero a Obama, ¿a quién le importa?, el brillo no se pega y hoy por hoy España no es nada ni nada pinta en el Mundo, tristemente.
    La diferencia entre Irak y Libia, a parte de la que ya has mencionado: no fuimos a la primera en misión de combate(pasando por alto lo de Felipe González) y a la segunda sí; el sello en un papel con el logotipo de la ONU. Malditos séan.
    Hipócritas, hipócritas, hipócritas.
    Un gran saludo.

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  2. Tauro20/3/11

    Ver para creer,de socio de honor en la UE,con su sequito de guardias vírgenes y con su jaima y ahora en busca y captura.
    El caso es que Gadaffi ahora mismo es un peligro en potencia y tiene un curriculum muy peligroso ( Lockerbie y demas...) y ponte tu que se alía con Al-Qaida,esta en juego no solo el futuro de Libia, si no la seguridad de Europa.De verdad,este no se anda con chiquitas,ahora hay que llegar hasta el final.
    Solo espero que pase lo mas rapido posible y que las bajas civiles sean cero si pudiese ser.
    Saludos.

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  3. No es ver para creer, Tauros. Los intereses son los intereses y los mandamases se mueven por eso. Lo triste es que esta guerra, al igual que la de Irak, no es para liberar al pueblo del tirano opresor, sino por oscuros intereses. Si fuera por lo primero no tendrían perdón por no haber intervenido antes. La política da asco y nosotros, el pueblo, parecemos un rebaño amaestrado. ¿Quién se mueve en este país?. NADIE.

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  4. A un más que considerable numero de jóvenes solo les mueve cada fin de semana organizar "el botellón", por lo demás solo se muestran elocuentes en las manifestaciones de “NO A LA GUERRA” sean justas o injustas, que este detalle poco les importa, parece que vivir al margen de la realidad es su meta y para ello lo mejor es evadirse.

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  5. Sinceramente, Monmar, no sé que pensar. Entro a mirar comentarios de noticias de política y veo que hay mucho idealismo, por no llamarlo "comedura de coco". A mi me parece muy bien que haya ideales, todos tenemos, pero cuando hay crisis, cuando no entra dinero en casa y se pasa hambre, cuando ves corrupción y enriquecimiento de políticos a manos llenas (en todos los partidos, no solo en el que gobierna), cuando ves que cada día nos explotan más, esos ideales se dejan aparte y hay que luchar por el bienestar y la dignidad. Los ideales no dan de comer ni te sacan adelante.
    La juventud, divino tesoro... tal vez en otros tiempos. Hoy en día demasiada libertad y poca responsabilidad.

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