El cristianismo en desaparición

Las persecuciones contra los cristianos que se registran en muchos países adquieren proporciones amenazadoras. Según datos de la organización pro derechos humanos Open Doors, los partidarios de la doctrina de Jesucristo forman el grupo más numeroso de víctimas de represiones por motivos religiosos. Según los defensores de los derechos humanos, más de 100 millones de cristianos son objeto de acosamiento.

El nuevo informe anual de Open Doors se titula así: “Mártires de 2011, libro sobre las persecuciones contra los cristianos de hoy”. Entre los casos más numerosos de persecución se mencionan: la discriminación por razones religiosas: pérdida de trabajo, de vivienda, de la posibilidad de continuar los estudios, de reunirse para rezar, la negativa de permiso para construir una iglesia o registrar una organización religiosa. No faltan ejemplos de represiones más duras. Por ejemplo, reclusión por convicciones religiosas, torturas e incluso asesinatos.

Entre los países en los que el acoso contra los cristianos es ya una realidad cotidiana figuran: Eritrea, Nigeria, India, Malasia, los países del Magreb y el Cercano Oriente. Los expertos señalan que las principales causas de la creciente cristianofobia en el mundo son: una situación política y económica inestable en los países enumerados, el robustecimiento del fundamentalismo y el aumento de tendencias extremistas en la sociedad.

El que en el mundo contemporáneo llegue la época del segundo acosamiento contra los cristianos, la iglesia ortodoxa rusa lo dice ya durante años. El Patriarca Kirill habló sobre la necesidad de conservar el cristianismo y a los cristianos con los jefes de los países de Cercano Riente, el Líbano y Siria, durante su reciente visita (12-15 noviembre). Ya en 2009 la iglesia rusa propuso a la ONU introducir en el léxico jurídico internacional, junto con los términos “Racismo” y “antisemitismo”, el de “cristianofobia”. Pues, las persecuciones por razones religiosas se observan no solo en aquellos países en que los cristianos constituyen una minoría, sino también en los países históricamente procristianos, dice el jefe del departamento de relaciones eclesiales exteriores e la Iglesia Ortodoxa Rusa, el metropolita de Volokolamsk Ilarión.

Existen fuerzas, tanto en el mundo político, como en la conciencia social que pretenden borrar de la memoria de los europeos su historia cristiana de dos mil años. Por ejemplo, en Gran Bretaña que lidera quizá por la corrección política entre los países occidentales no se puede comprar tarjetas navideñas. Hay tarjetas de Año Nuevo, pero la mención de la Navidad es, por alguna razón, es considerada no correcta políticamente. Hubo caso en que se prohibió a una empleada de las rutas aéreas británicas llevar una crucita en el cuello. Los símbolos cristianos son echados de las escuelas dizque para no ofender los sentimientos de representantes de otras religiones o de ateístas.

La culpa de ello, dice el representante de la iglesia rusa, es el proceso de secularización, en el que se pretende desalojar la religión y la fe de la vida social, en particular en Europa. Otra causa es el abandono de los valores morales cristianos y el intento de suplantarlos por ciertas nuevas normas de moral. La comunidad política desempeña un gran papel en el atizamiento de disputas interconfesionales en aras de sus propios intereses. Un ejemplo decidor de ello es la situación de Kosovo, donde la separación violenta del territorio de Serbia desestabilizó también la situación religiosa en la región.

Los expertos están convencidos de que si no se contrarresta hoy el triste fenómeno de cristianofobia, en el futuro se podrá leer sobre los cristianos tan solo en manuales de historia y el siglo XXI será no solo el fin de la historia cristiana sino también el ocaso de toda la civilización.