Esta fotografía fue tomada en Egipto recientemente y se encuentra expuesta en numerosas webs del mundo árabe. Como se observa, un “arriero” acarrea a unas manifestantes mahometanas como si se tratase de ganado.
En la imagen aparecen unas musulmanas que se manifestaron recientemente por las calles de El Cairo rodeadas con una cuerda, y en el margen derecho se ve al esforzado arriero que conduce al “rebaño” por lugares seguros. La explicación que los entendidos en la materia han dado sobre tan pintoresco hecho es simple: Por un lado, se trata de evitar que las mujeres se mezclen en las manifestaciones con los hombres, cosa que prohíbe terminantemente el islam; por otro, se las protege de toda contaminación espiritual.
Puede que las agarenas, enfundadas en sus mortajas negras, fueran acarreadas de tal forma por las calles de la capital egipcia por su propio bien espiritual, sin embargo, la imagen no deja de recordar ciertos pasajes de los textos islámicos en los que se define a la mujer como “camella en celo”. Es más, en la fórmula que el musulmán utiliza para repudiar a su esposa se pronuncia la palabra “camella”, expresión más honorable, ciertamente, que la de “burra” o “mula”.
En Egipto, hace cincuenta años la mayoría de las mujeres no se cubrían con el velo, pero desde entonces la evolución ideológica del país se ha encaminado hacia el radicalismo, haciendo posible que en la actualidad el niqab sea una prenda de uso masivo. Y en eso llegó la “Primavera Árabe”, con sus matanzas de cristianos y reatas de seguidoras del “Profeta”, hundidas en un mar de luto, que asumen su inferior condición humana impuesta por el Mensajero de Alá: “¿Acaso el testimonio de una mujer no es como medio testimonio de un hombre?” (Al-Bujari, 210)
Los imanes y “sabios jurisconsultos”, durante siglos, han repetido que las mujeres “son ingratas y que constituyen la mayoría de los moradores del Infierno”, como se asegura en el hadiz 565 de Al-Bujari; también han recomendado a los maridos, siempre siguiendo las palabras del Enviado de Alá, apalear a la esposa a discreción, puesto que “los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos sobre otros (…) ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles!” (Corán, 4:34 ) Y como resultado de semejantes prédicas se ha creado un tipo de “hembra” alienada y sumisa, dispuesta a desfilar por las calles como una “camella” atada con cuerdas y arrastrada por alguien de superior condición: El hombre.
Termina el artículo diciendo: Palizas, humillaciones, sumisión… qué fuente inagotable de inspiración habrían sido las musulmanas, expertas en el Corán y los hadices, para el marqués de Sade.
Y que razón tiene, añado yo.
Fuente: Minuto Digital
Es increíble que a pesar de no valer nada, a pesar de las humillaciones, continúan defendiendo La Sharia, incluso en Europa, como la mejor ley del mundo.
ResponderEliminarEs que ya les tienen comido hasta el pensamiento. Da pena, mucha pena, verlas así.
ResponderEliminarIMPRESCINDIBLE DE VER
ResponderEliminarDiscriminación laboral hacia los españoles
Programa "Denuncia tu causa" de la cadena de TV Cuatro
http://www.youtube.com/watch?v=hKZTuBPMlvQ&feature=player_embedded#!
Lo que da pena es ver como en Europa les permiten continuar, mirando para otro lado, con esas prácticas anticonstitucionales.
ResponderEliminary las feministoides, como siempre con la tortícolis aguda . . .
ResponderEliminarSantiago esas solo ven lo que les conviene de forma inmediata y solo si es occidental. Deberían de estar un día si y otro también protestando contra estas barbaridades que ademas ya las tenemos en nuestro suelo.
ResponderEliminarSaluditos.
Personalmente me apena lo que les pasa en sus paises, pero lo que pasa en los nuestros me preocupa profundamente. Por eso creo que es necesaria la confrontación sin miramientos. Eso, o la rendición con la consiguiente derrota.
ResponderEliminarRuere in servitium, dijo Tácito. Cayeron (caeremos en este caso) en la servidumbre.
Acepto el juego de tensiones dentro de nuestras sociedades, es consustancial, donde se lucha por intereses entre nosotros. Ese juego, por decirlo así, está asumido y es más o menos llevadero. Conste que hay mucha gente atracada por lo que se llama crisis. Más falsa que Judas.
Pero lo otro (el islam) es letal, aquí no cabe juego, es una guerra a vida o muerte. No discutimos intereses inmediatos o futuros, sino el ser o no ser.
Me sigue, no obstante, quedando cierta confianza en España. Más que en el resto de Occidente. Aunque parezca contrario a la moda de malpensar de nosotros mismos. Porque donde hubo podrá haber, si se recupera la memoria recordaremos quién venció de forma aplastante al islam, quién quebró los planes iluministas que auparon al corso Napoleone, quién, contra todo pronóstico, desbarató el plan marxista del "padrecito" Stalin (y comparsas) para nuestro país. Son tres encrucijadas gravísimas de las que salimos victoriosos, las tres harto incómodas para la historiografía oficial (tan falsa como mentirosa).
Por eso aún sigo pensando que queda partido, pero tenemos que jugarlo con mentalidad de vencer. El caso, como algún comentario apunta, es qué hacer.
Aparte de comunicarnos nuestras ideas como buenamente podemos en este blog, quizá debiéramos ir pensando en propagar nuestra disidencia más allá. Algo que llegue a más gente.
El cómo, no lo sé, si a alguien se le ocurren estrategias viables, por mi parte colaboraré con entusiasmo.
Saludos a todos y Feliz Navidad.
La confrontación vendrá, Santiago. Lo malo es que cuando venga va ser cruenta (o eso me parece a mi) porque en vez de atajar el mal por la raíz los gobiernos siguen mirando para el otro lado y cuando llegue, será peor el remedio que la enfermedad.
ResponderEliminarSantiago:
ResponderEliminarOjala fuera cierta la esperanza que depositas en nosotros, tomando como referencia la valentía de nuestros antepasados, en la defensa de esta tierra.
Solo que ellos, no tenían atadas las manos con nuestras cándidas leyes (las cuales funcionan bastante bien entre gente civilizada).
Dichas leyes tienen que modificarse para que contemplen una clara intención de invasión a hurtadillas. Nuestros antepasados podían luchar con cierta libertad contra el invasor. Nuestro complejo mundo nos sitúa en un campo de batalla mas parecido a una emboscada que a otra cosa.
Es otro tipo de lucha. Desde la estrategia dialéctica. Hay que estar muy preparado y organizado y los que si lo están, miran para otro lado(como muy bien decís).
Xad comenta que sera cruenta. Yo me atrevo a vaticinar que estamos asistiendo a la forja de lo que dará a luz, la tercera guerra mundial.
Este choque de "civilizaciones" es inevitable. Hay que trabajar para que la victoria caiga en manos de los mas evolucionados.
Parece una contradicción con lo expuesto anteriormente. Lo que es diferente solo es el marco de circunstancias.
El primer paso de "concienciar" ya lo estamos dando. El segundo paso esperemos no se demore demasiado.
un saludo
Martí, a estas alturas no me extrañaría nada lo de una tercera guerra mundial. Hay que tener en cuenta todo lo que está preparando Irán y lo que está preparando EEUU que, eso de meterse en guerras, a sus gobernantes les mola mucho. Y a pesar de tener sus muertos con el 11S siguen adelante, más bien se apoyan en ese ataque para llevar su dominio por el mundo y no les importa nada si el pueblo es masacrado o no, a fin de cuentas ellos, los "grandes", siempre se salvan. Y como no, Europa le apoyará, como siempre.
ResponderEliminarEn cuanto a que la victoria caiga en manos de los más evolucionados, si esa guerra llega a suceder, no nos quedará otra que volvernos tan salvajes como ellos. Ten en cuenta que salvo dos que piensen con la cabeza, el resto de los musulmanes piensa con los pies ya que aún siguen creyendo que el paraíso les será dado en nombre de Alá con sus virgencitas y demás.