El Islam, el elefante en la habitación de los políticos europeos de izquierda y derecha,
se convirtió de nuevo, recientemente, en una preocupación cuando el Presidente francés Nicolas Sarkozy enfureció a los familiares de Abel Chennouf, un cabo de 25 años del ejército francés, quien fue asesinado por Mohammed Merah porque llevaba un uniforme del ejército francés, lo que sugiere que Chennouf, un católico, fue asesinado porque "parecía un musulmán."
Chennouf y un colega fueron abatidos por el yihadista islámico, Mohammed Merah, en Montauban el 15 de marzo, cuatro días antes de que Merah asesinara a un rabino y tres niños judíos en Toulouse. En un intento de absolver al Islam de haber inspirado a Merah para cometer sus actos terroristas, Sarkozy trató de destacar que algunas de las víctimas Merah fueron asesinados porque "parecían" musulmanes.
En una entrevista de radio, Sarkozy dijo : "Les recuerdo que dos de nuestros soldados eran ¿cómo decirlo?, musulmanes, en todo caso por su apariencia, cuando uno de ellos era católico, pero por su apariencia." Uno lo llama "diversidad visible," lo que probablemente significa que quien no parece "francés" o "europeo" debe ser musulmán.
Abel Chennouf y su viuda Carloline Money. |
Sarkozy presentó deliberadamente a Abel Chennouf como una vícitima musulmana de la denominada violencia islamista para dar credibilidad a la afirmación de que el islamismo es diferente del Islam y es incluso contrario al Islam. Desde que el gobierno británico, en 2008 decidió cambiar el nombre de terrorismo islámico por "actividad anti-islámica" para crear la impresión de que los yihadistas islámicos se están comportando en contra del Islam, en lugar de actuar en su nombre, muchos políticos han adoptado esta política.
Sin embargo, es verdad que las acciones yihadistas se basan en las advertencias que se encuentran en el Corán y en los hadices. El verdadero rostro del Islam también se puede ver en Marruecos. Los cristianos y los Judios son las minorías oprimidas en este país supuestamente pro-occidental. En la actualidad, sólo unos 50.000 cristianos y 6000 judíos quedan en Marruecos, una pequeña fracción del número que solía ser. En 1948, Marruecos todavía alardeaba de tener el número más alto de Judíos – más de 250,000 – en todo el mundo árabe.
Mientras que el número de musulmanes en Francia aumentó de 200.000 en 1940, a casi 5 millones en la actualidad, las poblaciones cristianas y judías en el norte de África se redujeron a casi la extinción. "Diversidad" es claramente una calle de sentido único. Aumenta en Occidente, pero desaparece en el mundo musulmán.
Los países islámicos se han vuelto más exclusivamente islámicos debido a la política deliberada que llevan a cabo contra los no musulmanes; los países no islámicos se han convertido en más islámicos debido a la política que invita a los musulmanes y asegurándoles que ellos no sienten de ninguna manera que obtaculizan o molestan, suponiendo incluso que Sarkozy tiene que contar mentiras piadosas en la radio. El caballo de Troya de la islamización se ha volcado en Europa, que ahora se venera como la vaca sagrada de la "diversidad".
Inmediatamente después de cometer Merah sus crímes y sin saber la identidad del autor, los medios de comunicación franceses y las organizaciones de izquierda comenzaron a especular que el culpable era un racista francés. En la manifestación de protesta multipartidista contra de los asesinatos Merah en Montauban y Toulouse, el lema era: "En Francia, ellos (los racistas) asesinan a Judíos, Negros y Árabes." Sin embargo fueron asesinados porque llevaban el uniforme francés. De ser cierto el lema hubiera sido: "En Francia, yihadistas asesinan a judíos y franceses." Esto, sin embargo, se considera tan políticamente incorrecto que nadie se atreve a pronunciarlo por miedo de ofender a los musulmanes.
Como en todas partes de Europa occidental, los franceses se adhieren a la creación de una ideología semi-oficial que equipara la "islamofobia" con el "racismo". La observación de Sarkozy de que Abel Chennouf fue asesinado porque era "un musulmán por su apariencia", y, por tanto, como un acto de islamofobia y el racismo, está en consonancia con esta ideología. Para los políticos como Nicolas Sarkozy, el concepto de que el Islam está en guerra con Occidente, es simplemente inconcebible o muy perturbador para abordar.
Sin embargo, Sarkozy es consciente de que el electorado francés está preocupado por las políticas de fronteras abiertas de las últimas décadas que han permitido a la gente como Merah a entrar en Francia. En lugar de culpar a la clase política francesa de esta política de fronteras abiertas hacia la inmigración islámica, Sarkozy está culpando a Europa.
El Acuerdo de Schengen de 1985 ha creado un espacio europeo, 26 países, donde la gente puede viajar libremente sin controles fronterizos interiores. Es la realización más tangible del proceso de la unificación de la Unión Europea. Alain Juppé, ministro de exteriores francés dijo a The Financial Times que Francia considera salir de él a fin de reclamar el control de sus propias fronteras. Juppé dijo que esto era "una revolución intelectual" que había que hacer. También dijo que la UE tuvo que cerrar sus mercados a los países que no permiten el libre acceso a las empresas europeas a cambio. Hans-Peter Friedrich, el ministro del Interior alemán, también abogó por que se modifica el Tratado de Schengen para poder volver a instalar los controles fronterizos entre los estados miembros.
Todo el debate se centra ahora en Schengen, la limitación de la libre circulación de personas y mercancías entre los Estados europeos, por lo tanto, en hacer retroceder el proceso de integración europea, en lugar de confrotar el peligro de la inmigración islámica en gran escala y la locura de la promoción de la "diversidad".
Si Francia quiere evitar que atrocidades como los asesinatos cometidos por Mohammed Merah haría bien en centrarse en la naturaleza intolerante del islam en lugar de centrarse en sus fronteras europeas, la libre circulación de europeos y el libre comercio. Si lo hiciera así, se daría cuenta de que la riqueza de la diversidad real de Francia, que se desprende de los laicos indígenas, cristianos o franceses judíos que servían en el ejército francés junto a los negros, los católicos de origen marroquí e incluso personas de origen musulmán, está siendo amenazada por una ideología de "visible diversidad", que agrupa a todo los que no se ve "visiblemente francés" o "europeo", en la categoría de los musulmanes.
La metedura de pata de Sarkozy, trae al recuerdo lo que pasó con un niño peruano, hijo de una doméstica católica. El niño fue colocado en la clase de religión musulmana en su escuela primaria, porque al tener la tez oscura el maestro calculó que tenía que ser musulmán. El niño llego a casa y le contó a su madre las historias de Mahoma matando a los infieles. La mujer estaba consternada, al igual que Catalina, la viuda embarazada de Abel Chennouf al escuchar de Sarkozy que su marido no había sido asesinado por llevar el uniforme francés, sino porque se veía... como un musulmán. La ceguera de los líderes de Europa es un insulto a su pueblo.
Peter Martino
Fuente: Aquí
Tarde o temprano habrá que pedirles cuentas por su abominable traición.
ResponderEliminarSaludos
¿Y cuando será eso? A Europa ya no la conoce ni la madre que la parió. Los europeos somos extranjeros (cada día que pasa más) en nuestra propia tierra.
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