La Religión de la Paz.
Imagen de un ahorcamiento múltiple en Irán, uno de los países islámicos con más ejecuciones públicas.
UN PERIODISTA IRANÍ refugiado en España relata algunas de las ejecuciones habidas en las últimas semanas en Irán, considerado como aperturista en el mundo islámico.
Han habido progresos: ahora las amputaciones se realizan con sierra eléctrica.
En manos del juez, el libro sagrado no admite dudas. Corán, 5:38: «En cuanto al ladrón y a la ladrona, cortadles la mano a ambos en retribución por lo que han hecho, como castigo disuasorio ordenado por Alá: pues Alá es poderoso, sabio». Es uno de los mandatos de la sharia, la ley islámica vigente en países como Irán, Sudán, Somalia o Arabia Saudí.
El pasado domingo, el diario iraní Nouruz se hacía eco de la sentencia de muerte para dos hombres, Hosein y Mehdi, en la ciudad santa de Mashhad.
El mismo día se conocía la noticia de que tres presos de la cárcel de Abel Abad, en Shiraz, habían sido ahorcados en el centro penitenciario.
El lunes, el joven Mayid Nazarí, de 20 años, moría del mismo modo en la ciudad de Llam.
Otros tres hombres, al parecer carteristas, corrieron mejor suerte la semana pasada. Sólo se les amputó la mano derecha y en cuanto cicatricen sus heridas se les cortará también la pierna izquierda.Por haber negado su culpa, recibieron 80 latigazos.
El juez entendió que eran reincidentes y la norma es tajante al respecto: la primera vez que se roba se le amputan los dedos al ladrón; la segunda, la mano a la altura de la muñeca; la tercera, la pierna contraria a la mano amputada.
En cumplimiento del mandato divino, la ceremonia se celebró en las plazas públicas de Yasuy y Shiraz, dos ciudades iraníes.En cada una de ellas estaban presentes un juez islámico, los verdugos, decenas de guardianes islámicos y un médico.
Durante los dos años siguientes a la instauración de la república islámica en Irán, en 1979, las autoridades del país, recién salidas de los Houzé seminarios de corte medieval , las amputaciones se practicaban con una espada afilada, sin anestesia y sin atención sanitaria posterior. Pero en los últimos años se permite la asistencia de un médico para evitar hemorragias e infecciones y la espada ha sido sustituida por una sierra eléctrica y una guillotina especial.
Según el informe anual de Amnistía Internacional, en 2001 en Irán se llevaron a cabo 165 ejecuciones.
Sólo en China hubo más (1.077), pero considerando el tamaño y la población de ambos países, los ayatolás iraníes le ganan con creces al gigante asiático. Y la estadística sigue creciendo.
Sólo en lo que va de año de 2002, 173 personas han sido ejecutadas en la República del Terror creada por los islamistas en Irán. Sólo en los últimos 15 días, y sin tener en cuenta las ejecuciones clandestinas, se han llevado a cabo 32 castigos capitales.
La horca es el método de ejecución preferido por las autoridades, que han encontrado en las grúas una manera barata y aleccionadora de eliminar a delincuentes homosexuales y adversarios políticos.Y es que las posibilidades de elevar de estas máquinas permiten que el cadáver del ajusticiado quede expuesto y sea visible desde cualquier punto de la ciudad.
Pero lejos de resultar aleccionadoras, las ejecuciones están crispando cada vez más los ánimos de muchos iraníes. El pasado 13 de mayo, vecinos y transeúntes de Teherán, al ver unas grúas en la plaza de Javaran, sospecharon de la macabra intención de las autoridades islámicas, que iban a ajusticiar a seis hombres.
A primera hora de la mañana del día 14, unas 1.000 personas estaban esperando la llegada de los furgones policiales. Nada más bajar los seis hombres, de entre 30 y 38 años, acusados de robo y tráfico de drogas, con las manos atadas y los ojos vendados, el público empezó a increpar al juez islámico con gritos de «marg bar akhund» (muerte a los sacerdotes), intentando acercarse a los reclusos para liberarlos. Pero fue en vano, ya que la policía islámica los dispersó usando porras y gases lacrimógenos.
Tras este incidente, los ayatolás decidieron ejecutar a otros cuatro presos acusados de tráfico de drogas y homosexualidad en el mismo recinto de la prisión de Evín en Teherán.
Con la horca, la lapidación es el otro ominoso método de ejecución más frecuente en Irán. La rutina con que la prensa se hace eco de cada muerte por apedreamiento es similar: «Una mujer llamada Ferdows B. ha sido condenada a 12 años de prisión y a morir lapidada una vez cumplida la pena» es la corta noticia publicada en el rotativo oficial iraní Entekhab el 24 de abril.
No se hace mención alguna a los cargos que se le imputan, puesto que el juicio a este tipo de delitos se celebra sin abogados y a puerta cerrada.
Esta nueva oleada de ejecuciones por apedreamiento una de las más terribles formas de asesinar, ya que el ejecutado o ejecutada tarda en morir varias horas, tras un inimaginable sufrimiento es una reacción del sector más duro del régimen islámico, pero cuenta con el beneplácito de los seguidores del moderado presidente Jatami, ante el aumento de las críticas abiertas de la prensa del país.
Amnistía Internacional ha denunciado la condena a muerte por lapidación de otras dos mujeres hace un año, aunque se desconoce si el castigo se llegó a ejecutar. La primera es una supuesta asesina condenada en mayo de 2001, a quien le anticiparon el sufrimiento con 50 latigazos, y la segunda responde al nombre de pila Robabeh y será apedreada este mes.
El Código Penal de la República Islámica prescribe la muerte por lapidación para los delitos Hodoud (aquéllos para los que la pena está preestablecida y no admite la discusión) como son el adulterio y la prostitución. En el Código, hasta el tamaño de las piedras ha sido especificado: «No deben ser ni tan grandes como para que la persona muera de una o dos pedradas ni tampoco tan pequeñas como para que no puedan ser consideradas piedras».
Cronica El Mundo.
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18.9.07
LA APLICACIÓN DE LA SHARIA
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ResponderEliminar" Corán, 5:38: «En cuanto al ladrón y a la ladrona, cortadles la mano a ambos en retribución por lo que han hecho, como castigo disuasorio ordenado por Alá: pues Alá es poderoso, sabio»."
ResponderEliminaresta ley,es lo que hace que teheran,una ciudad de casi 20 millones de habitantes,sea una de las ciudades mas seguras del mundo...da gusto ver a los librecambistas,con sus fajos de billetes en la calle y que nadie les robe...en madrid sales con un sobre del banco,y corre el riesgo de que te apuñalen..