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14.1.08

Perseguir y abolir la iglesia y el cristianismo, es el dietario progresista


La dictadura del relativismo

Licencia para rezar en Cataluña

La Generalitat aprobará en febrero la Ley sobre Centros de Culto


- «No se podrá celebrar misa sin permiso ni en la ermita más pequeña ni en la mayor catedral», denuncia CDC La Generalitat ultima la Ley por la que los ayuntamientos serán los encargados de conceder las licencias a las iglesias.

Madrid- El tripartito catalán tiene previsto aprobar en febrero una polémica Ley sobre Centros de Culto por la que pretende regular las reuniones con fines religiosos. Según el Gobierno de la Generalitat, el proyecto nace por la necesidad de atajar la proliferación de mezquitas improvisadas y templos de otras religiones minoritarias, pero su aplicación, según ha denunciado la diputada del Parlamento catalán Glòria Renom, «afecta de lleno a la Iglesia católica», puesto que «no se podrá celebrar misa ni reunirse para hablar de religión sin una licencia municipal, ni en la ermita más pequeña ni en la mayor catedral».

El proyecto de Ley, impulsado por el vicepresidente del Gobierno autonómico Josep Lluis Carod Rovira, ha despertado la inquietud también entre los obispos. El pasado noviembre, el titular de la Seu de Urgell, monseñor Joan-Enric Vives, manifestó la preocupación de los obispos catalanes «por este proyecto, porque se trata del ejercicio de un derecho fundamental como es el derecho a la libertad religiosa».

Los obispos han señalado, además, que «se pretende regular con una misma ley realidades muy diversas, como son las iglesias, las sinagogas y las mezquitas». En Cataluña, efectivamente, se encuentran 13 religiones diferentes con 3.500 centros de culto, 2.500 de los cuales pertenecen a la Iglesia católica.

Las licencias del alcalde

El proyecto de Ley impulsado por el tripartito catalán contempla que sean los municipios los que otorguen las licencias para lugares de culto. Tan sólo quedarían exentos los centros de culto de hospitales, tanatorios, prisiones y los que pertenecen al patrimonio artístico o arquitectónico.

La plataforma Forum Libertas ha deplorado que este proyecto de Ley, «aplicado a las parroquias tal y como está redactado, tiene como resultado que cualquier alcalde podría cerrar en su ciudad una parroquia, iglesia o centro de catequesis». La asociación E-Cristians también ha dado la voz de alarma y ha asegurado que «es de dudosa constitucionalidad querer regular los centros de reunión y formación de carácter religioso, cuando otras actividades de carácter asociativo y formativo no lo tienen».

El Partido Popular también ha mostrado su rechazo al proyecto de Ley. La portavoz de los populares en el Parlamento de Cataluña, Carina Mejías, anunció el pasado 13 de enero que su partido presentará una enmienda a la totalidad de la iniciativa presentada por Carod Rovira. A juicio de Mejías, la Ley es «innecesaria» y «atenta contra el principio constitucional de autonomía local».

Fuentes consultadas por LA RAZÓN han añadido que el proyecto legislativo chocaría con el Concordato, por lo que no podría salir adelante. Forum Libertas ha concluido que «con esta Ley en la mano, el alcalde comunista Pepone habría cerrado de un plumazo la parroquia al cura don Camilo en las novelas de Guareschi».

Cañizares: «El relativismo es un verdadero cáncer»

El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, criticó ayer las ideologías que pretenden, basándose en un «falso progresismo, arrancar nuestra tradición», calificando a quienes la defienden como «conservadores». Durante su homilía de la misa solemne que presidió con motivo de la clausura del décimocuarto centenario del nacimiento de san Ildefonso, patrón de Toledo, el Primado de España explicó que en la actualidad se viven momentos difíciles, como en la época del santo, «tiempos -añadió- con costumbres que se iban degradando y con la fe sacudida por desviaciones».

En la actualidad, destacó Cañizares, se vive un «falso progresismo», que se deja arrastrar «por cualquier viento de doctrina, de ideología, por cualquier moda del pensamiento». Una situación que acaba generando -añadió citando las palabras de Benedicto XVI- «la dictadura del relativismo», al que considera «un verdadero cáncer, una carcoma que está mordiendo por dentro a la cultura y al mundo actual». Frente a ello propuso el ejemplo «luminoso» de los santos, como san Ildefonso, como modelo para los cristianos.

García-Gasco llama a «rechazar la idolatría del Estado» aunque «nos acusen con infamias»


El cardenal recuerda que la Iglesia «no desea imponer de forma autoritaria su fe»

El cardenal arzobispo de Valencia volvió ayer a incidir en la deriva laicista de la sociedad.

Aprovechando el ejemplo de san Vicente Mártir, cuya fiesta celebraba la diócesis de Valencia, Agustín García Gasco afirmó que este santo «es un signo elocuente para rechazar la idolatría del Estado».
En su homilía, durante la misa que presidió en la catedral de Valencia, explicó que los motivos de persecución de Vicente fueron precisamente «el rechazo de la sacralización del poder y no ceder a la idolatría» y añadió que «ser cristiano, hoy, en medio de una sociedad que produce efectos descompuestos por su oposición radical a Dios y a la cultura cristiana requiere una actitud parecida, aunque nos acusen con toda clase de infamias, bajezas y mentiras».

Sin citarlo expresamente, las palabras del cardenal García-Gasco remitían al acto en defensa de la familia del pasado 30 de diciembre en Madrid, tanto por los similares contenidos del discurso que allí pronunció el arzobispo de Valencia como por la desmedida reacción del Gobierno, que hizo de él, y del cardenal arzobispo de Madrid, el centro de sus críticas.

De hecho, en su homilía de ayer, García-Gasco incidió en que «el laicismo radical, idea enferma de la necesaria y justa laicidad, se vuelve contra los hombres y contra la sociedad» y destacó que «algunos en nuestros días pretenden hacer creer que en una democracia que quiera de veras serlo, la religión y, particularmente, la religión católica, debe ser excluida de cualquier espacio público».

El cardenal aseguró que afirmar esta incompatibilidad entre la Iglesia y la sociedad democrática es un «planteamiento falso». Y, con contundencia, afirmó que «produce espanto la perspectiva de una sociedad construida en el vacío moral donde todo puede ser legitimado: el aborto, la guerra, el terrorismo, la infidelidad, el engaño y la traición». «Por ese camino -añadió- no se respeta la dignidad de la persona humana, llamada a un fin trascendente. Por ese camino no hay esperanza».

Frente a ello recordó que «la Iglesia no desea imponer de forma autoritaria su fe», sino que «su misión es invitar siempre a la razón, a la búsqueda de la verdad, del bien y de Dios». Finalmente, García-Gasco añadió que «es el momento de afirmar con sencillez nuestra identidad cristiana, mostrando inequívoco amor por la libertad, la paz, la concordia y nuestra cercanía a los que más sufren».

Fuentes: La Razón.es

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