“Criticar al islam amenaza la paz del mundo - Video -

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LONDRES, Inglaterra (ABC / ACPress.net) La Iglesia Anglicana en Inglaterra acusa al Gobierno británico de estar laminando la herencia cristiana del país. Los obispos anglicanos no han salido a la calle -sí lo han hecho recientemente los católicos frente al Parlamento de Westminster para reclamar una reforma de la ley del aborto- pero su actitud crítica contrasta con la imagen que de la Iglesia Anglicana algunos comentaristas han ofrecido en España, para oponerla a la beligerancia de la Iglesia Católica española.

Una encuesta realizada entre la jerarquía y destacados miembros de consejos pastorales anglicanos indica que el 80 por ciento considera que el Gobierno no está ayudando a mantener la religión en la vida pública, y un 63 por ciento teme que en una generación la Iglesia de Inglaterra pierda su relación singular con el Estado derivada de ser la Iglesia «establecida», según datos avanzados por «The Sunday Telegraph».
La encuesta critica al Gobierno por dañar la herencia cristiana al estar fallando en la integración de los inmigrantes, y por defender un multiculturalismo que no está llevando sino a una mayor segregación.

SERIAS PREOCUPACIONES

A esto se refirió ayer en duros términos el obispo anglicano de Rochester, Michael Nazir-Ali, nacido en Pakistán y el único del país con orígenes en esa parte del mundo. Nazir-Ali advirtió que la falta de una correcta actuación gubernamental está creando «gettos» en los que domina un islamismo estricto, en los que los cristianos y otros no musulmanes no pueden entrar sin arriesgarse a una agresión física. Este obispo comparó esa situación de espacios a los que no se puede ir por la peligrosidad que suponen para el común de la población, con la intimidación que en ocasiones ha supuesto determinada actitud de grupos de extrema derecha, un problema más minoritario que el que ahora se plantea.

CRECIENTE ISLAMIZACIÓN

Nazir-Ali también avisó de que hay serios intentos de incrementar el carácter islámico de la sociedad británica mediante la introducción de la llamada a la oración a través de los altavoces de los minaretes de las mezquitas, y el mayor uso de la ley islámica en algunos casos. El presidente de la gubernamental Comisión para la Igualdad y los Derechos Humanos, Trevor Phillips, reconoció recientemente que el multiculturalismo está creando mayores divisiones sociales, y que el país «camina sonámbulo hacia la segregación». Haciendo frente a esas críticas, el Gobierno acaba de anunciar un plan dirigido a las mujeres musulmanas británicas con capacidad de liderazgo profesional y social, a las que subvencionará la asistencia a cursos diseñados para dirigentes de la City.

TRABAJO DE BASE

El propósito es que esas mujeres aumenten en autoestima, y esa confianza en ellas mismas sirva para fortalecer la «mayoría silenciosa» que existe en la comunidad musulmana. Ello debería combatir tanto la segregación como el caldo de cultivo que ésta supone para el extremismo y el terrorismo. Al plan se dedicará parte de los 100 millones de euros entregados a los ayuntamientos para combatir el extremismo local.