Haciendo una caricatura de los temores de una nación
Copenhague, Dinamarca
Osama es un hombre de negocios que ve al terrorismo como un centro de utilidades, vendiendo camisetas, gorras y bolígrafos con el tema del terrorismo. Abdul, un converso al Islam, actúa como si no pudiera matar a suficientes personas o hacer bombas lo suficientemente grandes. Alí, un paquistaní, ha ganado una competencia por el honor de vengar las caricaturas publicadas en Dinamarca que desacreditaron al islamismo y al profeta Mahoma.
Pese a la amenaza que parecen presentar, los cuatro hombres han eludido hasta ahora a la Policía danesa; no porque dirijan una operación muy sofisticada sino porque son los personajes principales en una comedia de situaciones, La célula del terror.
El programa, sobre un grupo de perdedores en una pandilla que no puede disparar de manera recta, debutará en la televisión danesa el año próximo. Su creador, escritor principal y estrella es Omar Marzouk, un musulmán y uno de los cómicos mejor conocidos de Dinamarca.
“Hay mucho interés, pero al mismo tiempo es danés; están las caricaturas”, dijo Marzouk, de 35 años, mordisqueando un club sandwich (sin tocino, dice a la mesera). “No gira en torno a ser blasfemo, sin embargo; es sobre cosas que hacen reír a ambas partes. Eso es más difícil que ser provocativo.”
Los terroristas habitan en un departamento en el centro de Copenhague. Su vecino más cercano, una anciana cortés, no los traicionará. Ella cree que la Segunda Guerra Mundial no ha terminado todavía, que los muchachos se están ocultando de los alemanes.
El programa de Marzouk, que será transmitido en el Kanal 5, el canal danés de una cadena alemana, no es el único intento reciente en la categoría en desarrollo de desarticular el prejuicio sobre el Islam con una sonrisa. “La pequeña mezquita de la pradera”, que dio seguimiento a las aventuras de una comunidad musulmana en Saskatchewan, fue llevada a la televisión canadiense en 2006.
En Estados Unidos, la serie de comedia de la cadena CW Aliens in America (Extranjeros en Estados Unidos) está basada en la relación cómica entre un estudiante de intercambio estudiantil y un residente del Medio Oriente.
Pero lo que da a La célula del terror su grado de irritabilidad son las caricaturas que aparecieron primero en un periódico danés en 2005, provocando violentas protestas en todo Medio Oriente y Asia. Las caricaturas fueron publicadas de nuevo en enero, y en junio ocho personas fueron asesinadas en un ataque suicida con coche bomba en la embajada danesa en Pakistán.
Marzouk, que nació en Copenhague en 1973, habla inglés y árabe fluidos además de danés, sin embargo fue rechazado de una escuela privada por supuestamente ser disléxico. Así que se saltó la universidad y abrió un negocio de importación de refacciones para computadoras.
A mediados de los años 90, se enteró de que la Unión Europea estaba patrocinando una competencia para combatir el racismo. Decidió participar con una rutina de comedia. “Hasta entonces, la comprensión entre daneses y musulmanes significaba: ‘Vamos, come algo de hummus y presencia algo de danza del vientre’”, dijo. “Pensé que una comedia era una forma grandiosa de hablar sobre estas cosas.
“Al principio simplemente quería provocar risas”, dijo. “Luego, empecé a pensar en lo que quería hacer o decir.”En 2004, después de una década como cómico, entró al Festival de Comedia de Edimburgo con otros dos comediantes daneses. “Las primeras dos semanas fueron horribles”, dijo. “Las dos últimas semanas, empecé a agarrarle el modo.”
Al año siguiente fue a Londres con una rutina llamada “Guerra, terror y otras cosas divertidas”. Marzouk reconoce su deuda con la comedia británica, y dice que La célula del terror debe mucho a una comedia británica popular The Young Ones (Los Jóvenes), sobre estudiantes de clase obrera que se rebelan contra las reformas de la era de Thatcher. “Era una locura”, dijo. “Siempre estaban golpeándose unos a otros”.
Como su primera incursión en la comedia, “La célula del terror” fue en parte resultado de una competencia, organizada por la Unión Europea para promover la programación de servicio público. “No queríamos hacer un manifiesto político, queríamos hacer buen entretenimiento”, dijo Jesper Jurgensen, portavoz de Kanal 5, al que se le concedieron 1.2 millones de dólares en la competencia para ayudar a financiar la serie.
Fue la imparcialidad de Marzouk lo que impresionó a los jueces, dijo Jurgensen. “Lo divertido es que es capaz de volver divertidos a musulmanes y daneses, sacerdotes e imanes, y otros”, afirmó.
Más recientemente, Marzouk produjo un programa para la televisión estatal danesa llamado Omar y el eje del mal que traviesamente dijo estaba “investigando mi potencial para ser un terrorista suicida”. Viajó a Washington para entrevistar a miembros del Comité Americano de Asuntos Públicos de Israel, un grupo de cabildeo en favor de Israel, y miembros de la Coalición Cristiana. Y luego fue a Israel y los territorios ocupados, donde habló con soldados israelíes y líderes del movimiento islamita Hamas.
En Tel Aviv, Marzouk actuó en el Camel Candy Club, un escenario de comedia, donde a los cinco minutos se conectó con el público, dijo, pese a “que yo estaba prejuiciado, y ellos estaban prejuiciados”.
Reprende a los daneses por evitar las cuestiones difíciles sobre la inmigración —Dinamarca tiene una de las leyes antiinmigración más duras de Europa— y el papel del país en Medio Oriente, donde tiene tropas en Irak y Afganistán y donde las caricaturas toman de blanco a los daneses.
“Estamos en Irak y Afganistán, y tuvimos las caricaturas, aún no las hemos discutido”, dijo. “Nadie pregunta ¿qué pasaría si hubiera una explosión, qué pasaría si hubiera una bomba en Copenhague?”
Marzouk responde su propia pregunta: el ultraderechista Partido Popular Danés “se dispararía en las urnas”.Atribuye al Partido Popular al menos formular las preguntas correctas. “Empezaron con preguntas legítimas”, dijo. “¿Podemos integrar a los inmigrantes? ¿Cuántos podemos absorber? Realmente tenían un objetivo legítimo cuando empezaron. Ahora han recurrido a la ignorancia y el prejuicio”.
¿Alguna vez se siente amenazado? Marzouk es estoico. Anticipando ataques, tenía un apartado especial de amenazas de muerte en su sitio web, hasta que recientemente actualizó el sitio, por medio del cual los visitantes podían elegir entre ocho formas diferentes de hacerlo asesinar, como con un pelotón de fusilamiento, haciendo volar su auto o decapitándolo.
“Una mayoría eligió la decapitación”, dijo.
John Tagliabue
Laquintacolumna.com
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Otro "payaso" más. La táctica está clara. Sólo renunciando al islam unos y otros podremos reir juntos.
ResponderEliminarMe parece que la risa se puede convertir para los Dhimmis europeos en pocos años en llanto.
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