Europa quemó judíos e importó musulmanes

Ayer, 27 de enero, se conmemoraba el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. En esta fecha del año 1945 las tropas soviéticas liberan el campo de exterminio de Auschwitz. Leía meses atrás un artículo del periodista Sebastián Vivar titulado ‘Europa murió en Auschwitz’ en el que afirmaba que Europa quemó seis millones de judíos para importar 20 millones de musulmanes, algo innegable como el hecho de que si no todos son fanáticos, sí todos los fanáticos que amenazan nuestra existencia están ahí.

Mientras Europa vive temerosa de otro 11-M, una parte de ella se autocomplace hablando de la Alianza de Civilizaciones, banaliza el Holocausto o relativiza sobre él tratando de minimizar un crimen del que se sabe responsable.

Natán Sharansky, presidente de la Agencia Judía, presentó días atrás un informe que da cuenta de un aumento del antisemitismo sin precedentes desde la II Guerra Mundial, según el cual un 42% de los encuestados en la mitad de los países de Europa Central considera que los judíos se valen de las desgracias del pasado para extorsionar dinero, cifra que en Polonia y en España se eleva al 75%. ¿Cómo es posible que un 75% de españoles que casi seguramente no conoce a ningún judío y no vivió ni él ni nadie de su entorno la II Guerra, piense así?, y no podemos dejar de preguntarnos, si es que Europa no ha muerto, en qué se ha convertido. Dudamos que la ONU con sus loables buenas intenciones llegue lejos decretando días conmemorativos si no acompaña estas medidas de efectivos programas educativos que nos libren de la inopia y de la condena a repetir errores que, si no en Auschwitz, nos destruyan de nuevo en otros contemporáneos infiernos.

Anoto aquí un comunicado de la Embajada de Israel ante las manifestaciones que se sucedieron en España.

Desde el inicio de la operación “Plomo fundido” estamos siendo testigos de la organización de manifestaciones en España en contra de Israel. Hay que preguntar a las organizaciones convocantes y a los participantes por qué no salieron en el pasado para protestar por la agresión de Hamás, que durante años ha atacado indiscriminadamente con miles de cohetes y misiles a la población civil israelí. El silencio entonces ante los ataques a Israel y las movilizaciones hoy, son una muestra clara de doble moral y sesgo. Esto es evidente a todas luces.

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