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19.8.10

Francia ignora las críticas e inicia la expulsión de gitanos ‘sin papeles’

Aquí tenemos la valentía de Sarkozy expulsando a cuatro rumanos del país. Sin embargo esta valentía no se percibe para poner orden en las barriadas de las grandes ciudades inundadas de musulmanes ajenos a las leyes francesas, a la democracia y a la integración en el país.

Bien hecho Sarkozy por algo se empieza… te queda un arduo trabajo para poner orden en tu casa, a ver si te atreves con seis millones de musulmanes que queman cada dia cientos de coches y se ciscan en la “Republica Francesa”

Cuando acabes tu trabajo te esperamos en España con los brazos abiertos, aquí tenemos a un inepto que anda liado con la “Alianzas de Incivilizados” y abre las fronteras a ladrones, criminales y gente de todo pelaje, incluidos los salafistas estos musulmanes moderados que utilizan las mezquitas para predicar la integración y el amor al prójimo.




Según el ministro de Inmigración galo, se trata de «retornos voluntarios» de inmigrantes que vuelven a su nación a cambio de un billete de avión y entre 100 y 300 euros.


EFE - París - El Gobierno de Francia está cumpliendo a rajatabla las órdenes del presidente, Nicolas Sarkozy, de desmantelar los campamentos ilegales de gitanos y, pese a las crecientes críticas desde dentro y fuera del territorio galo, hoy comenzará a deportarlos.

Un primer avión con 79 gitanos a bordo parte hoy con destino a Rumanía, y le seguirán otros dos, el próximo día 26 y «a finales de septiembre», así hasta cumplir el cupo de, por lo menos, 700 personas deportadas, tal y como anunció Brice Hortefeux, ministro de Interior. Es él quien dirige la ofensiva contra el colectivo romaní, como se llama en Francia a los gitanos de Europa del Este, que el pasado 28 de julio lanzó el propio Sarkozy cuando anunció el desmantelamiento de la mitad de los campamentos ilegales de gitanos contabilizados en el país en un plazo de tres meses.

No ha pasado ni un mes y ya se han desalojado más de 50 instalaciones de este tipo, con sus respectivos integrantes.

Ahora llega el momento de la deportación o el «retorno voluntario», como explicó Eric Bessonel, ministro de Inmigración, quien asimismo subrayó que no puede hablarse de expulsiones.

Según el Gobierno, son deportaciones «voluntarias» de inmigrantes que aceptan irse, a cambio de un billete de avión y 300 euros por adulto ó 100 euros por niño, y que, en muchos casos, acaban volviendo a Francia.
Lo que no van a poder hacer a partir de septiembre es falsear su identidad para percibir dos veces esas ayudas porque el Gobierno ha decidido reforzar el control del fichero que ha creado para registrar a los beneficiarios e incluir en el mismo, además de los datos personales, sus huellas dactilares.

Solo en el año 2009, según las cifras facilitadas por las autoridades francesas, unos 10.000 rumanos y búlgaros se acogieron a esas ayudas y regresaron a sus países.

«Francia no la está tomando con los gitanos», sostuvo el ministro Bessonel, pero a juzgar por las medidas que ha anunciado llevar a cabo, sí parece querer finalizar con la inmigración irregular.

Además de deportar a los gitanos, se han planteado otras iniciativas como la retirada de la nacionalidad francesa a los delincuentes de origen extranjero que hayan atentado contra una autoridad pública, la condena de los padres de jóvenes que hayan cometido delitos o la imposición de multas a los alcaldes que no cumplan en materia de seguridad.

Son propuestas que han suscitado una oleada de críticas, no solo entre la sociedad civil o los partidos de izquierda, sino también entre la derecha y, cada vez más, en el exterior.
Los Gobiernos de Rumanía y Bulgaria han dejado patente su malestar. Aunque ambos son Estados miembros de la Unión Europea, algunos países aplicaron una moratoria para alcanzar la plena libertad de circulación de sus ciudadanos por el espacio común que, en el caso de Francia, está vigente hasta finales de 2011.
Hasta ese momento, rumanos y búlgaros tienen derecho a la libre circulación en territorio francés, pero no pueden quedarse más de tres meses si no disponen de una tarjeta de residencia que, a su vez, solo se consigue con un permiso de trabajo.


Francia, una más del ‘club de los ultras’

 El periódico ‘Le Monde’ analiza las políticas de seguridad de siete naciones europeas y sitúa al país galo en el grupo de los más radicales. España figura entre los moderados. Las deportaciones de gitanos en Francia, el «delito de clandestinidad» en Italia, el discurso político de los «populistas e islamófobos» de la derecha en Holanda y la prohibición por referéndum de construir más minaretes en Suiza hacen de ese grupo de países «el club de los ultras» de Europa, según el diario Le Monde.

El periódico francés, que analizó en su edición de ayer las políticas de seguridad en algunos países del Viejo Continente, sitúa a España, Alemania y el Reino Unido en la lista de los «moderados», con ciertas salvedades respecto al último de ellos.

Según Le Monde, el jefe del Estado galo, Nicolas Sarkozy, ha situado a Francia en «lo que se podría llamar ‘el club de los ultras’, esos países donde las políticas de seguridad están fuertemente influenciadas por la extrema derecha, como en Italia, Holanda y Suiza».
El rotativo, que solo examina siete países europeos, traza una línea entre los citados y los que describe como «el club de los moderados».
En ese grupo de países se encuentra España, donde «el discurso de la seguridad tradicionalmente se centra en la lucha contra el terrorismo.

«El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha añadido una segunda prioridad, muy mediatizada: la violencia contra las mujeres», destaca el periódico. También asegura que España se vanagloria de figurar entre los más seguros de Europa.

En el mismo grupo está Alemania, donde la política de seguridad está «plenamente consagrada a luchar contra el terrorismo islamista y contra los neonazis», precisa el diario.
Por último, Le Monde se fija en la «especificidad británica», donde el primer ministro, David Cameron, intenta «modificar el ‘Estado-vigilancia’ que los laboristas contribuyeron a crear en el marco de la locura por los ataques terroristas de julio de 2005 en Londres»

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5 comentarios :

  1. Los franceses son muy peculiares, periodicamente les viene "la regla" y votan a la derecha cuando se hartan de disturbios callejeros y del vandalismo musulmán. Pero cuando alguien toma medidas se vuelven buenos buenísimos y escuchan a los de una flor para todos...
    Increible...

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  2. Así les va… si Marianne levantara la cabeza, pero no somos nosotros los que podemos dar lecciones con la vergüenza de Gobierno que hemos izado al poder, si no deshacemos lo andado y cambiamos de rumbo se presentan tiempos convulsivos, en toda Europa.

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  3. Maria José19/8/10

    Por algo se empieza. Esperemos que después expulse a los musulmanes que quieren destruir la republica francesa (dicho por los mismos musulmanes).

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  4. Anónimo20/8/10

    Seguro que se gastan el dinero en tomarse unas vacaciones y luego volveran para francia ya que no es una orden de expulsion y al ser ciudadanos de la UE pueden ir donde les plazca.

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  5. Es que antes de subir al avión muchos con todo el descaro ya lo han hecho público.
    Pero mucho me temo que en vez de volver a Francia elijan como destino España, donde saben que aquí todo vale y si no trabajan siempre se pueden dedicar a otros menesteres más fructíferos.

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