Los musulmanes piden a los empresarios que apliquen flexibilidad de horarios y sentido común al comienzo del Ramadán.
Llega nuevamente el Ramadán, la fiesta de los musulmanes, si es que se le puede llamar fiesta a una práctica religiosa que prohíbe abstenerse de comer, beber y mantener relaciones sexuales en el día, para leer el Corán, su libro sagrado, de principio a fin, atentando contra la salud de los que la practican.
Los musulmanes que viven en Europa, cada vez más numerosos, se las ven y desean para que las empresas respeten sus tradiciones, y es que cuando se trata de producir no hay fiesta que valga, el dinero es el dinero, pero ¿Puede un obrero de la construcción trabajar al aire libre con altas temperaturas sin beber? ¿Se puede rendir en el trabajo pendiente de tanto rezo y con el estomago vació?
En los países musulmanes que viven gracias al turismo como es el caso de Egipto, no hay fiesta que valga, ellos cumplen con sus obligaciones laborables sin rechistar, tanto los guías turísticos, camareros, recepcionistas etc. y lo curioso del caso es que cuando les preguntas por los rezos la respuesta es que lo que cuenta es rezar cuando el trabajo se lo permite ¿En que quedamos? ¿Son más papistas que el Papa los musulmanes que residen en Europa? Pues yo creo que no, lo que manifiestan es que a los europeos nos pueden torear como y cuando quieren, que con nuestro respeto se burlan de nosotros y si no lo consiguen a la primera ellos saben que es cuestión de persistir armando ruido.
En este Blog hemos hablado mucho sobre el Ramadán y como cada año lo único que cambia es el numero de musulmanes, os facilito las páginas que tratan en profundidad sobre el tema, un trabajo realizado con toda la información que he podido recoger de las diferentes comunidades, vale la pena estar informados:
"LA EUROPA DORMIDA", POCO A POCO EL MUNDO ISLAMICO VA CRECIENDO Y TOMANDO FUERZA EN LOS PAISES EUROPEOS, POCO A POCO VAN ESCALANDO PELDAÑOS HASTA LLEGAR A LAS CUPULAS DEL PODER POLITICO SOCIAL Y CULTURAL DE CADA PAÍS Y DE CADA NACIÓN EUROPEA QUE INVADEN, ELLOS NO QUIEREN ADAPTARSE A LA CULTURA Y ESTILO DE VIDA QUE PREVALECEN DENTRO DE LAS LEYES DEMOCRATICAS DE CADA PAÍS EUROPEO INVADIDOS, SI NO AL CONTRARIO ELLOS QUIEREN IMPONER SU IDEOLOGIA RELIGIOSA Y POLITICA DE MANERA ARBITRARIA Y TOTALITARIA SIN QUE NADA NI NADIE HAGA ALGO AL RESPECTO,CUANDO LA "EUROPA DORMIDA" QUIERA DESPERTAR YA PARA ENTONCES SERÁ DEMASIADO TARDE, SI NO ACTUAMOS CON URGENCIA EN ESTA PARTE DEL MUNDO LIBRE Y CIVILIZADO(OCCIDENTE) EL ISLAM ESTARA CRECIENDO DE MANERA ALARMANTE EN EUROPA POR EL CONSTANTE FLUJO DE INMIGRANTES MUSULMANES ARABES, Y CUANDO QUERAMOS REACCIONAR, SOLO HASTA ENTONCES DESCUBRIREMOS LA VERDADERA AMENAZA QUE REPRESENTA EL ISLAM EN NUESTRO MUNDO LIBRE CIVILIZADO Y DEMOCRATICO
ResponderEliminarPues ya están dentro del poder político en varias naciones. En realidad todos tienen derecho a meterse en política sea el creo que sea, lo malo de esta gente es que para ellos no existe otra ley que la ley islámica y eso entra en conflicto con la democracia. Por eso no entiendo que se les de paso dentro de los gobiernos sabiendo lo que se cuece. Supongo que será porque habrá que pagar favores.
EliminarY otra cosa ¿Se fija la gente en que en occidente tenemos un horario de trabajo que hay que cumplir y que esta gente pierde horas en cantidad con los cinco rezos diarios? Contad las horas que pierden en rezar tantos millones de musulmanes y flipais lo que se pierde en producción. Me gustaría saber si se les descuenta del salario ese tiempo que dedican en sus horas laborables. Ellos interrumpen su labor y se ponen a rezar sea en un hospital, restaurante, comercio, etc. Seguro que si yo me pongo a rezar un rosario me ponen de patitas en la calle en menos que canta un gallo.
EliminarLo sorprendente es que en sus países no respetan las horas del rezo, ¿Os imagináis un guía que os abandone en las visitas y se ponga a rezar? Ellos comentan que no es necesario respetar las horas mientras cumplan cuando lleguen a sus casa, esto solo sucede en occidente que es el único culpable de acceder a sus reivindicaciones.
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