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9.9.10

El "honor", una excusa para el horror


Unas 20.000 mujeres son asesinadas por año en todo el mundo por haber "deshonrado" a sus familias

BEIRUT.- Robert Fisk - The Independent 
Es una tragedia, un horror, un crimen de lesa humanidad. Los detalles de los asesinatos -de mujeres decapitadas, quemadas hasta la muerte, lapidadas, apuñaladas, electrocutadas, estranguladas y sepultadas vivas en nombre del "honor" de sus familias- son tan brutales como vergonzosos.

Muchos organizaciones de Medio Oriente y el sudeste asiático sospechan que el número de víctimas cuadruplica la última cifra de las Naciones Unidas, que consigna alrededor de 5000 muertes por año. La mayoría de las víctimas son jóvenes, muchas adolescentes, y son masacradas según una repugnante tradición que se remonta a cientos de años, pero que ahora rige en la mitad del planeta.

Una investigación de 10 meses de The Independent en Jordania, Paquistán, Egipto, Gaza y Cisjordania ha desenterrado espeluznantes detalles de los horrorosos asesinatos. También los hombres son ejecutados por el "honor" y, pese a que los periodistas han identificado esta práctica como una costumbre mayormente musulmana, las comunidades cristianas e hindú también han caído en crímenes semejantes. De hecho, el "honor" (o "ird") de familias, comunidades y tribus trasciende la religión y la misericordia. Pero los grupos defensores de las mujeres, las organizaciones de derechos humanos y Amnesty International indican que la matanza de inocentes por haber "deshonrado" a sus familias crece año a año.

Las mujeres kurdas en Irak y las palestinas en Jordania, Paquistán y Turquía parecen ser las peores infractoras, pero la libertad de prensa en esos países posiblemente compense el secreto que rodea los crímenes por "honor" en Egipto -país que falsamente afirma que no hay ningún caso allí- y en otras naciones de Medio Oriente y el Golfo.

Pero los crímenes de honor ya se propagaron a Gran Bretaña, Bélgica, Rusia, Canadá y otros países. Las autoridades de seguridad y los tribunales de gran parte de Medio Oriente han prestado su connivencia para reducir o derogar las sentencias por el asesinato familiar de mujeres, con frecuencia clasificando los casos como suicidio.

¿Cómo se podría reaccionar ante un hombre -y esto ha ocurrido tanto en Jordania como en Egipto- que viola a su propia hija y después, cuando queda embarazada, la mata para salvar el "honor" de su familia? ¿O ante el caso del turco, padre y abuelo de la provincia de Adiyaman, que en febrero sepultó viva a su hija Medine Mehmik, de 16 años, por "entablar amistad con muchachos"? El cuerpo fue encontrado 40 días después, de cuclillas y con las manos atadas.

¿O ante el caso de Aisha Duhulow, de 13 años, que en Somalia, en 2008, fue arrastrada frente a miles de personas hasta un agujero para ser enterrada hasta el cuello y lapidada por 50 hombres por cometer adulterio?

Al cabo de diez minutos, la desenterraron y, al advertir que aún vivía, fue vuelta a enterrar para continuar la lapidación. ¿Su delito? Había sido violada por tres hombres y, fatalmente, su familia decidió informar el hecho a la milicia Al-Shabab.

¿O el caso del "juez" islámico, también de Somalia, que anunció en 2009 la lapidación de una mujer por haber tenido un affaire ? Su amante sólo recibió un castigo de 100 latigazos.

Para que estos actos -y las víctimas- no sean olvidados, ofrecemos el relato de los sufrimientos de apenas un puñado de mujeres, elegidas al azar, país por país, crimen tras crimen.

En marzo, Munawar Gul baleó y mató a su hermana de 20 años, en Saanga, Paquistán, junto con el hombre del que sospechaba que mantenía "relaciones ilícitas" con ella.

En agosto de 2008, en Beluchistán, cinco mujeres fueron sepultadas vivas por "crímenes de honor": tres de ellas -Hameeda, Raheema y Fauzia- eran adolescentes que, tras haber sido golpeadas y baleadas, fueron arrojadas con vida a una zanja, donde luego fueron cubiertas con piedras y tierra. Cuando las dos mujeres mayores, de 45 y 38 años, protestaron, sufrieron el mismo destino. Las tres más jóvenes habían intentado elegir a sus esposos.
Israr Ullah Zehri, senador y miembro del Partido Nacionalista de Baluchistan, ha justificado ante el Parlamento Pakistaní el acto de barbarie cometido en su región como castigo a su osadía por pretender la libertad de escoger marido y no someterse dócilmente a matrimonios forzosos.
El tipo lo ha justificado alegando que se trata de una benemérita tradición que merece ser defendida y que sólo los inmorales lamentan la existencia de ese tipo de castigos. Así estan las cosas en Pakistan.
En el Parlamento paquistaní, Israr ullah Zehri aludió a los asesinatos como parte de una "tradición de siglos" que él mismo "seguiría defendiendo".

Aún más indignante, la violación también se emplea como castigo en los crímenes de "honor". En 2002, en el Punjab, un "jurado" tribal alegó que un chico de 11 años de la tribu gujar, Abdul Shakoor, había caminado sin compañía con una mujer de 30 años de la tribu mastoi, hecho que "deshonró" a los mastoi.

Los ancianos decidieron que para "devolverle" el honor a la tribu, la hermana de 18 años del chico, Mukhtaran Bibi, debía ser violada grupalmente. El padre de la joven obedientemente llevó a la joven ante este "jurado".

Cuatro hombres, incluyendo un miembro del jurado, la arrastraron hasta una choza y la violaron mientras unos 100 hombres los aclamaban. Pasó una semana antes de que se registrara el delito como "queja".

«Yo, Mukhtaran Bibi, la hija mayor de mi padre, Ghulam Farid, perdí la conciencia de mí misma, pero nunca olvidaré las caras de aquellos brutos. Para ellos, una mujer no es más que un objeto de posesión, de honor o de venganza. Se casan con ella o la violan según su concepción del orgullo tribal. Saben que una mujer humillada así no tiene otra salida más que el suicidio. Ni siquiera necesitan utilizar sus armas. La violación la mata. La violación es el arma suprema. Ni siquiera me pegaron, estaba a su merced de todas formas, con mis parientes bajo su amenaza y mi hermano en la cárcel. No podía librarme y no me libré. Yo no les concedo mi perdón, ni mucho menos, pero intento explicar a los extranjeros, que me acribillan a preguntas, cómo funciona la sociedad del Penjab, una provincia donde el crimen de honor desdichadamente es corriente. He nacido en un país, estoy sometida a sus leyes y no ignoro que, como todas las demás mujeres, pertenezco a los hombres de mi familia, como si fuese un objeto con el que pueden hacer lo que quieran. La sumisión es de rigor. La verdadera pregunta que mi país debe plantearse es muy simple: si la mujer es el honor del hombre, ¿por qué quiere violar o matar este honor?»

Los ataques con ácido también son frecuentes. The Independent consignó en 2001 el caso de Bilal Khar, de Karachi, que le arrojó ácido a la cara a su esposa Fakhra Yunu cuando ella lo dejó para volver a la casa de su madre. El ácido le fundió los labios, le quemó todo el pelo, los pechos y una oreja y convirtió su rostro en "una masa de goma quemada".

Hace más de 10 años, la Comisión de Derechos Humanos de Paquistán registraba un promedio anual de 1000 asesinatos de "honor". Pero si Paquistán parece tener el récord de crímenes de "honor" -y recordemos que muchos países afirman falsamente que no cumplen con esa tradición-, Turquía seguramente ocupa un segundo puesto muy próximo. Entre 2000 y 2006, 480 mujeres -20% de ellas de entre 19 y 25 años- fueron asesinadas por crímenes de honor. Otras estadísticas turcas revelan que por lo menos 200 mujeres son asesinadas por "honor" anualmente. Estas cifras se consideran ahora una enorme subestimación.

Muchos de los asesinatos se produjeron en las áreas kurdas, pero el asesinato de "honor" de mujeres no es exclusivamente un crimen kurdo. En 2001, Sait Kina mató a puñaladas a su hija de 13 años por hablar con chicos en la calle. La atacó en el baño con un hacha y un cuchillo. Cuando la policía halló el cadáver, descubrió que la cabeza había sido tan mutilada que la familia se la había atado con un pañuelo. Kina le dijo a la policía: "Cumplí con mi deber".

Con aceite hirviendo

El activista británico kurdo Aso Kamal, de la Red Dooa Contra la Violencia, cree que entre 1991 y 2007 fueron asesinadas 12.500 mujeres por razones de "honor" solamente en las tres provincias kurdas de Irak. Muchas familias ordenan a las mujeres que se suiciden quemándose con aceite hirviendo.

En los territorios palestinos, Human Rights Watch ha acusado desde hace tiempo al sistema policial y judicial por el fracaso casi total de la protección de las mujeres de las matanzas de "honor". Consideremos, por ejemplo, el caso de la chica de 17 años que en 2005 fue estrangulada por su hermano por haberse embarazado... de su propio padre, que también estuvo presente durante el crimen.

Hasta en el liberal Líbano se han producido asesinatos de "honor", el más notorio el de una mujer de 31 años, Mona Kaham, cuyo padre le cortó la garganta tras enterarse de que había quedado embarazada de su primo. No resulta sorprendente que una encuesta revelara que el 90,7% de los libaneses se oponían a los asesinatos de "honor". Entre los pocos que los aprobaban, varios creían que contribuían a limitar los matrimonios interreligiosos.

Las disputas tribales suelen provocar asesinatos de "honor" en Irán y Afganistán. En Irán, por ejemplo, un funcionario de la provincia étnica árabe de Juzestán afirmó en 2003 que 45 jóvenes habían sido asesinadas en ejecuciones de "honor" en dos meses. Todas fueron ejecutadas porque se negaron a acceder a un matrimonio convenido, por no respetar el código de vestimenta islámico o por tener contacto con hombres.

A través del oscuro velo de los castigos de las aldeas afganas, atisbamos ocasionalmente el terror de las ejecuciones de adolescentes. Cuando Siddiqam, de apenas 19 años, y su novio Jayyam fueron llevados este mes ante un tribunal religioso aprobado por los talibanes en Kunduz, sus últimas palabras fueron: "Nos amamos, pase lo que pase". En la plaza del mercado de Mulla Quli, una multitud -que incluía a familiares de ambos jóvenes- lapidó a ambos.

Y también a "Occidente", como nos gusta llamarlo, las familias inmigrantes han traído a veces, en su equipaje, las crueles tradiciones de sus aldeas: un inmigrante azerí fue enjuiciado en San Petersburgo por contratar a alguien para matar a su hija porque la joven "había desobedecido la tradición nacional" poniéndose una minifalda; cerca de la ciudad belga de Charleroi, Sadia Sheikh fue asesinada de un balazo por su hermano por haberse negado a casarse con un paquistaní elegido por su familia; en Toronto, Kamikar Kaur Dhillon le cortó la garganta a su nuera, Amandeep, porque quería separarse del marido -un matrimonio convenido-. Dhillon le dijo a la policía que esa separación "deshonraría el apellido".

Estos son tan sólo algunos asesinatos, unos pocos nombres, una pequeña selección de historias horrorosas que ocurrieron en todo el mundo, con el propósito de demostrar la penetrante infección de algo que debe reconocerse como un crimen masivo, una tradición de salvajismo familiar que no admite ninguna intervención piadosa, ninguna ley estatal, y que rara vez provoca algún remordimiento.

Traducción de Mirta Rosenberg

© The Independent, distribuido por Universal Uclick
ALGUNOS CASOS KARACHI, PAQUISTAN/2001
Fakhra Khar

Su esposo le arrojó ácido en el rostro después de que ella lo dejó.
LONDRES, GRAN BRETAÑA/2002
Heshu Yones

Fue apuñalada por su padre a los 16 años por tener un novio cristiano.
NINIVE, IRAK
2007/Du?a Khalil Aswad

Fue lapidada a los 17 años por una turba de 2000 personas por enamorarse de un hombre de otra tribu.
KHAIRPU, PAQUISTAN/2008
Tasleem Solangi

Fue acusada a los 17 años de inmoralidad y se la arrojó a los perros antes de ser asesinada por familiares políticos.

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9 comentarios :

  1. Maria José9/9/10

    ¿Porqué será que no hay un gran escándalo en todo el mundo por estos horrorosos crimenes? Como son crimenes cometidos por musulmanes no se les da ninguna importancia.

    Un crimen de honor islámico cometido en España y al que no se le dió ninguna publicidad:

    Asesta 20 cuchilladas a su hija al descubrir que salía con un joven que no es musulmán.
    El agresor, que imponía estrictas normas religiosas a su familia, hirió de gravedad a la chica y atacó a otros dos hermanos:
    http://www.elcorreo.com/vizcaya/prensa/20090729/pvasco-espana/asesta-cuchilladas-hija-descubrir-20090729.html

    http://i44.tinypic.com/and9u0.jpg

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  2. El fundamento de todo eso está en el Corán.
    Por cierto, el borracho T. Jones, dice que ya no quemará el libro basura. Se ha retractado... cualquiera es "predicador", "pastor" en EE.UU.
    Qué personaje tan zafio, tan inconsistente.. y tan plasta.

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  3. Hay que ser idiota para desistir y no pedir nada a cambio, “ubicación de la mezquita en otro lugar” ha demostrado ser un canta mañanas, que inepto.

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  4. Anónimo2/11/10

    no puedo creer que esto este sucediendo en nuestro mundo!!! es azquerosamente hirrible!!! son UNOS HIJOS DE RE MIL PUTAAAAAAAAAAAAAA no puede serrrrr!!!!!!! maldita sea ensima cagones de mierda porq no se apedrean entre ellos hijos del demonio!!!! y dejan a las mujeres que ya les dimos la vida!!! en paz!!!! que Dios se apiade de su alma!!!!

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  5. ¿Qué honor se supone que se pretende defender, si una sociedad permite asesinar libremente a una niña de 13 años que ha sido violada? No hay justicia. Su único pecado es haber sido mujer en un país de brutos ... Muchas de ellas eligen el siucidio como única alternativa para salir del infierno en el que viven, y francamente ¡no las culpo!

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  6. Anónimo3/5/11

    Definitivamente es una cultura vergonzosa. Independientemente de lo errores que pueda o no tener una mujer o la falta de honor a lo que se le conoce como "familia", no debería existir un trato que no encuentro otra forma para definirlo mas que BRUTAL y PRIMITIVO. Esta es una verdadera prueba de que una mala comprensión o asimilación de conocimiento en definitiva dejaran una estela de humo negro.
    Extremadamente vergonzoso que pueda existir un castigo de tal magnitud aun es este mundo que se supone tan avanzado, pero mas vergonzoso es ver como las uniones mas poderosas cierran lo ojos antes estos hechos.

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  7. Anónimo27/8/11

    Esto es una injusticia no hay derecho, no hay justicia para esos malditos desgraciados parasitos de la naturaleza, que escudados bajo una puerca religion y un libro lleno de estupideces, cometen tantas barbaridades y nadie hace nada por eso es que nuestro mundo se destruye por estupidos trogloditas, ni en las epocas de las cavernas trataban a las mujeres asi, que horror...parece una pelicula de mentes macabras pero lastimosamente es verdad..

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  8. Anónimo28/5/12

    Definitivamente ese mahoma era mucho animal bulto de excremento aun despues de dosmil anños largos tiene a esos cavernicolas de oriente totalmente idiotizados falta la primavera arabe de las mujeres contra la manada de cerdos hombres.

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  9. Con el transcurrir de los siglos la mente se va abriendo más, pero en el caso de esta gente no es posible porque a sus dirigentes no les interesa. ¿Por qué no les interesa que piensen por sí mismos? Porque entonces se verían en peligro a causa de las revueltas. A mi parecer la famosa primavera árabe no le ha servido de nada a la juventud, salvo para derrocar un régimen y poner en su lugar a otro peor. Esta juventud ha sido bien manipulada por los fundamentalistas.
    También hay que destacar que, acostumbrados desde niños, en sus países de origen esta teocracia del Islam está muy arraigada, sobre todo para los que no salen de allí y conocen Occidente a través de TV y noticias donde le ponen a parir porque allí todo es malo. Ahora bien, la gente musulmana que nace en Occidente se encuentra entre dos culturas, la suya y la nuestra. La suya impuesta desde que nacen y la nuestra que a muchos les gustaria seguir y no les dejan. Y mientras no les dejen seguirá habiendo crímenes de honor y muchas más barbaridades.

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