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13.5.11

La yihad contra los cristianos

MÁS NOTICIAS SOBRE LOS CRISTIANOS EN TIERRAS DEL ISLAM


Dentro de unos años y a medida que la población musulmana comience a ser mayoria en Europa, nos encontraremos con la misma tesitura que los cristianos de hoy en dia en tierras del islam.


Digan lo que digan las élites políticas europeas, digan lo que digan los historiadores que se inventan una falsa convivencia llena de fantasías inexistentes sobre la buena convivencia de cristianos y musulmanes, digan lo que digan nuestros enemigos "ocultos" los bien-pensantes, las minorías, sean de la religión que sean, siempre serán Dhimmis, lo que es lo mismo ciudadanos de segunda, y como tal se verán obligados a pagar el impuesto correspondiente a los dhimmis, sobre todo para evitar ser distorsionados por la "pacifica" comunidad musulmana.


Que ningún estupido ingenuo nos tache de proclamar el odio al islam desde este Blog, no somos nosotros los que inventamos las noticias ni los hechos que acontecen a los cristianos diariamente en tierras donde la mayoría de los ciudadanos musulmanes son islamitas, recordemos que históricamente ya fueron nuestros “enemigos” nuestros y de TODAS y cada una de las religiones ajenas al islam.

A pesar de que muchos ciudadanos se esfuercen y traten de disculpar la actitud de la minoría musulmana en España, su actitud de intolerancia y exigencias los delata, no pasemos por alto, ni disculpemos, que a pesar de que hoy en dia son minorías nos obligan a cambiar el nombre de una simple discoteca "La Meca" mientras los mas versados exigen terrenos para construir grandes mezquitas, maderos para que los animales sin “sedación” sean desangrados vivos, piscinas deportes y clases solo para niñas, un largo repertorio con el fin de crear un “Oriente dentro de Occidente” todo vale menos integrarse a nuestras leyes, cultura y nuestros valores.
¿Que podemos esperar el dia que sean mayoría? no es necesario ser adivino para reconocer que nuestro futuro, y lo mas triste el de nuestros hijos, se adivina fácilmente, está muy claro ¡Pasar al rango de ciudadanos de segunda, sin derechos, dhimmis! guste o no, esta es la única verdad, una realidad que no tiene vuelta atrás. ¡NOS HAN INVADIDO, CONTINÚAN LLEGANDO… aún a sabiendas que en Europa ya no encontrarán trabajo! ¿Pura casualidad? ¡NO ES CREÍBLE, YA NO!

Blanco de la violencia de los radicales, las comunidades cristianas de Oriente Próximo se desangran entre ataques, discriminación económica y persecución judicial. A este ritmo, en una década ya no habrá cristianos en Irak, advierten los expertos.

Meses antes de la matanza en una iglesia de Alejandría, el pasado 1 de enero; del asesinato del único cristiano del Gabinete pakistaní o del río de sangre que corrió el domingo en El Cairo, un grupo de trabajo del Vaticano formado por representantes de distintas religiones había advertido de la amenaza que se cierne sobre las minorías de Oriente Próximo y, especialmente, sobre la comunidad cristiana. La de Egipto, la mayor de la región (un 10% de la población, unos 8 millones de personas), es el blanco preferido de los radicales, aunque el optimismo que alentó la Revolución del 25 de Enero pareciese cerrar el abismo que separa la mayoría musulmana del resto de las confesiones: en la plaza de Tahrir se vieron un sinfín de pancartas en las que cruces y medias lunas coexistían. La transición posMubarak avanza hoy a buen paso, pero el acoso a los cristianos no da en absoluto señales de alivio.

En esa reunión ecuménica, celebrada en otoño pasado en Roma, el libanés Muhammad Sammak, consejero del exprimer ministro Saad Hariri, lanzó una advertencia: la desaparición de las minorías de Oriente Próximo, ya sea por aniquilación, por emigración o por asfixia económica, compromete gravemente la herencia cultural y menoscaba el tejido social del país. Porque los cristianos son solo una minoría en números (unos 12 millones de personas en total), no en significado: un copto de El Cairo es tan árabe y tan egipcio como un suní nacido en Alejandría o el valle del Nilo. Lo mismo puede decirse de un caldeo o un asirio iraquí, o de los cristianos sirios: la existencia de todos ellos atestigua siglos de presencia común y compartida. "Tenemos dos mil años de historia, somos los primeros cristianos de la zona. Hablar de minorías parece implicar un papel subordinado o trasplantado, ajeno a la mayoría, pero culturalmente hemos contribuido al desarrollo de Irak tanto como los musulmanes. Y desde luego nos sentimos tan árabes y tan iraquíes como ellos", señala Rad Salaam, cristiano caldeo exiliado en España tras la primera guerra del Golfo (1991).

La persecución de que son objeto está mermando numéricamente sus comunidades con proporciones de sangría. Según datos recopilados por el Barnabas Fund, una organización de apoyo a las minorías cristianas en el mundo con base en Inglaterra, de los 1,5 millones de cristianos que había en Irak en 1990, hoy solo quedan alrededor de 400.000, en una estimación optimista; Salam calcula que los que resisten no son más de 250.000, y casi todos en el norte, donde la violencia desatada entre suníes y chiíes llega con sordina. "Si el ritmo de desaparición se mantiene, dentro de una década no habrá cristianos en Irak", ha avisado Muhammad Sammak, presidente de la Comisión de Diálogo Cristiano-Musulmán. El recurso a la emigración ha colmado los campamentos de refugiados de Siria y Jordania, donde los cristianos son alrededor del 30% entre los desplazados iraquíes, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Junto con el declive demográfico -son comunidades esencialmente endogámicas; los matrimonios mixtos con representantes de otras confesiones no son habituales, y si los hay son casus belli-, hay otro factor que opaca la cada vez más débil presencia pública de los cristianos en la región: la persecución judicial. La traslación al ordenamiento jurídico de pecados como la blasfemia constituye la mejor manera de yugular cualquier conato de crítica.

Las leyes contra la blasfemia -al islam, se entiende- vigentes en numerosos países de la zona permiten encarcelar a alguien por una falta que, en otras latitudes, solo sería percibida como exabrupto. Aunque pecado no sea igual a delito, ni semántica ni jurídicamente hablando, la ley antiblasfemia es un brazo ejecutor muy eficaz para zanjar cualquier diferencia vecinal (como en el caso de Asia Bibi, la campesina condenada a muerte en Pakistán por ofender al profeta Mahoma cuando discutía con otras mujeres, musulmanas, sobre el agua de un pozo) o reprimir cualquier atisbo de disidencia, como los casos del bloguero egipcio que pasó varios meses en la cárcel por el mismo delito que aquella, una presunta blasfemia, o el periodista afgano encarcelado en 2008 y liberado un año después, tras purgar entre rejas una opinión desviada.

En este sentido, tanto el Departamento de Estado norteamericano como la Unión Europea han manifestado su inquietud ante los reiterados intentos de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) de promover en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas una resolución contra la blasfemia. Año tras año, la OCI, por medio de alguno del medio centenar de sus miembros -el último que presentó la propuesta fue Marruecos-, maniobra para que la Asamblea adopte un texto "contra la difamación de las religiones", sea lo que fuere eso.

A diferencia de los cristianos libaneses, que durante décadas han gozado de preeminencia económica y política en el país -la presidencia de Líbano sigue estando reservada a un cristiano, según el tradicional reparto sectario de las principales instituciones-, los cristianos de Oriente Próximo y, por extensión, de otros países con mayorías musulmanas, no son grupos de poder o presión; al contrario, como ocurre en Egipto o en Pakistán (1% de la población), "la persecución supone en muchos casos el abandono de bienes y hacienda por parte de los cristianos, que se ven obligados a huir de sus lugares de residencia para salvar la vida. Los vecinos musulmanes son los que se quedan con todo", relata desde Karachi Jalid Gill, de la Asociación de Abogados Cristianos de Pakistán. "Así es más fácil: no se atreverían a meterse con un magistrado, o con un empresario, pero con unos pobres campesinos o un tendero la limpieza [religiosa] es total; y no estoy hablando de incidentes que salgan a la luz pública, sino de un acoso sistemático, diario, que pretende borrar a los cristianos del mapa". Pero la violencia no solo se ceba en las clases bajas: tanto el ministro para las Minorías como el gobernador del Punjab, asesinados recientemente, habían mostrado su oposición a las leyes contra la blasfemia.

En los campos de Pakistán, o en barrios como el de Mokkata, en El Cairo, un gueto cristiano donde sus habitantes viven de recoger y vender basura, los cristianos atraviesan momentos de pesadumbre y miedo. O en Mosul, en el Kurdistán iraquí, donde se refugian muchos de los últimos cristianos iraquíes. Contra ellos se abate la yihad, la guerra santa contra el infiel, aunque el infiel sea la mayor parte de las veces el vecino de al lado o el tendero de la esquina.

El islam, es una religión de paz

En el mes de abril, además de las matanzas llevadas a cabo por musulmanes en Nigeria o la terrible persecución sufrida por los cristianos en Egipto, se han producido en las tierras del islam “incidentes menores” como los siguientes:

Dos argelinos cristianos, acusados de “proselitismo y blasfemia” han sido citados para que comparezcan ante un tribunal, que puede imponerles una condena de hasta 5 años de prisión. Ambos cristianos fueron detenidos el 14 de abril en Orán, después de compartir su fe con sus vecinos. La policía, registró sus domicilio en busca de Biblias y otros efectos que pudieran inculparles.

El 21 de abril, en la provincia etíope de Worabe, donde el 97% de la población es mahometana, un pastor evangélico fue apaleado hasta la muerte por 4 musulmanes. Su esposa embarazada, que también recibió una brutal paliza quedó inconsciente en el lugar de la agresión, aunque se encuentra fuera de peligro.

En Bangladesh, una Comisión Judicial ha determinado que más de 200 mujeres hindúes han sido violadas desde 2001, por destacados mandos del Partido Nacionalista Bangladeshi y su aliado Jamaat-e-Islami. Ambos partidos, ahora en la oposición, ganaron las elecciones en 2001.

El lunes de Pascua, en la región paquistaní de Belochistán, al menos 15 personas (incluyendo a cuatro mujeres y dos niños) fueron quemados vivos en el interior de un autocar. Los terroristas, detuvieron el vehículo, lo rociaron con gasolina y le prendieron fuego.

Evidentemente, estos hechos sangrientos acontecidos en las tierras del islam durante el mes de abril de 2011 son “malas interpretaciones” del mensaje revelado al “Profeta” por Alá, ya que es conocido que el islam es una religión de paz.

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