En Holanda cada inmigrante será responsable de su propia integración

Por Belinda van Steijn - Holanda abandonará su política especial para las minoría. El Ministro del Interior, Piet Hein Donner, comunicó por escrito al parlamento que, desde ahora, cada inmigrante será responsable de su propia integración. Con ello se pide a todas las personas que acepten las normas holandesas.

(Foto: zoetnet)

Varios partidos opositores calificaron de “Error histórico” la decisión del gobierno encabezado por el liberal Mark Rutte. Parlamentarios del partido socialdemócrata, PvdA, y de los social-liberales, D66, temen que algunos grupos de extranjeros queden marginados. El diputado socialdemócrata Martijn van Dam señaló específicamente la problemática de los jóvenes marroquíes que alcanzan altos porcentajes de comportamiento asocial o delincuencial. Van Dam dijo: “No puedo imaginarme que los otros partidos minimicen este problema”.

Abandonar la política dirigida a grupos determinados

Sin embargo, el ministro Donner quiere abandonar la política dirigida a grupos determinados. No habrá más un tratamiento especial para antillanos, turcos, marroquíes u otras minorías. Según el gabinete holandés, "cada inmigrante debe buscar la forma de ser un miembro útil en nuestra sociedad".
Donner declaró que de esa forma la gente desarrolla su propia responsabilidad. El ministro agregó que manteniendo los subsidios y otras medidas está estimulando la existencia de distintos grupos.

Donner sostiene que la política en los terrenos laboral, de escolarización y vivienda debe ser suficiente para que cada cual, de acuerdo a sus posibilidades, construya su propia existencia. El comportamiento delictivo o transgresor de las normas debe ser reprimido sin tener en cuenta la ascendencia del infractor.

El ministro también está redactando un proyecto de ley para penalizar el matrimonio obligado y, a partir del 1 de enero del 2013, prohibir en lugares públicos el uso de ropas que cubran el rostro.

Gesto hacia el populista de derecha PVV

Lo esencial en la política de integración radica en que el gobierno no asume la asimilación a la sociedad holandesa como una de sus tareas. De esta forma, el gabinete toma distancia de la llamada sociedad multicultural, actualmente vigente en Holanda. Las medidas de Donner son un gesto hacia el PVV, un partido opuesto a la inmigración dirigido por Geert Wilders. El PVV, que no integra el gobierno, apoya desde el parlamento al gabinete en minoría formado por liberales y democristianos.

Desde ahora, las normas y valores de Holanda ocuparán un lugar preponderante y el gabinete espera más iniciativa de cada uno de los inmigrantes. El ministro Donner dijo que quien quiera establecerse en Holanda no solo debe aprender el idioma y pensar: ”Ya sabes como son nuestras costumbres. Queremos sentir que estamos en casa y que quienes quieran formar parte de esta sociedad lo hagan con su contribución”.

Miedo a lo extranjero

El opositor Gerard Schouw, del D66, sostiene que poner el acento en los valores holandeses demuestra falta de confianza en sí mismo y temor a lo extranjero. Schouw agregó: “Para una economía de exportación como la de Holanda eso es simplemente tonto”.

Turcos, marroquíes y organizaciones representativas han reaccionado críticamente ante la proyectada política de integración. Una organización marroquí dijo que justamente los grupos más vulnerables son los que necesitan apoyo específico para obtener un puesto de trabajo. Por su parte, el grupo de contacto entre musulmanes y el gobierno cree positivo que el gabinete parta de la base de la independencia del inmigrante. Sin embargo, esa misma organización rechazó la prohibición del uso del burqa.

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