La Policía italiana detuvo hoy en Pesaro (centro del país) a un italiano, de 28 años, que se había convertido al islam, bajo la acusación de instigación en internet al terrorismo yihadista, informaron fuentes de este cuerpo de seguridad.
El italiano, que trabajaba en una fábrica de pinturas y que había cambiado su nombre por el de Abdul Wahid As Siquili, está acusado de difundir en internet libros y documentos sobre asuntos relacionados con la "Yihad" (la Guerra Santa).
Según los investigadores su detención fue necesaria pues estaba preparando un viaje a Marruecos, el país natal de su novia.
Además se produjeron registros en las casas de una decena de personas que también resultan investigadas por los mismos cargos en las ciudades italianas de Cagliari, Milán, Palermo, Pesaro, Salerno y Cuneo.
Durante la operación han sido bloqueadas varias páginas de internet en las que se colgaba material relacionado con la Yihad.
La atención de los investigadores se ha concentrando en los usuarios de la página islamista Minbar-Sos, que fue bloqueada en 2009, por sus vínculos con el islamismo radical, agregó la Policía en un comunicado.
A esta detención se ha llegado después de que el pasado mes se arrestase en Brescia (norte) a un marroquí, de 20 años, bajo la acusación de instigación al terrorismo y a la construcción de armas y explosivos y que tenía entre sus planes atentar contra una sinagoga en Milán.
Este marroquí, que vivía en la provincia de Brescia desde que tenía 6 años, había creado un grupo en la red social Facebook en el que se daban consejos sobre como construir armas y explosivos o dónde comprar el material para fabricarlos.
Fuente: Aquí
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Nos tildan de islamófobos, de paranoicos y de todo, porque somos intolerantes, racistas, xenófobos y a saber que más calificativos y el Islam es lo mejor, lo más espiritual, lo más tolerante, la octava maravilla del mundo. Pero ya ven, mientras nosotros denunciamos lo que pasa en Europa, ellos "fabrican" atentados. Lo triste es que ahora ya no son solo ellos, sino que se les agregan algunos conversos que no dudan en atentar contra su propia gente.
Como dice Hermann Tertsch, la falta de una política contra los predicadores del odio religioso es una bomba de relojería. Ellos pueden distribuir coranes, hacer apología cuando quieran y no pasa nada. Está claro que lo que nos pase nos lo merecemos.
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