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29.5.12

La policía abre fuego en Lavapiés durante la detención de un mantero

Un nuevo vídeo muestra la tensión en Lavapiés tras los disparos de la Policía
La detención de un mantero motivó un nuevo episodio de contestación a la actuación policial.

Se vivieron momentos de crispación entre los agentes y la muchedumbre congregada



La Policía no está a gusto en Lavapiés. Y muchos vecinos tampoco lo están con la presencia de los agentes. La tensión en el barrio más cosmopolita de Madrid va en aumento. El último episodio por la persecución a los manteros ha terminado hoy en un peligroso tiroteo en el barrio de Lavapiés después de que uno de los policías municipales que participaban en una detención haya abierto fuego para disolver al grupo de africanos que le increpaban por su actuación. Eran las dos de la tarde, cuando, a la altura del número doce de la calle Amparo, dos agentes de paisano inmovilizaban sobre el suelo a un hombre negro. Otros dos manteros que habían escapado a la persecución, se afanaban en poner a salvo todo un cargamento de bolsos de imitación y discos piratas ocultándolo atropelladamente en otro portal aledaño de esa misma calle.

Cuando tuvieron su preciado botín a salvo, uno de los dos manteros volvió sobre sus pasos para increpar a los agentes que seguían reteniendo a su compañero de manta. El inmigrante comenzó a gritar, alertando a los otros muchos subsaharianos que disfrutaban del domingo en un barrio en el que son una de las comunidades mayoritarias. De una plaza que comunica Amparo con la paralela Mesón de Paredes, alertados por los gritos del hombre, aparecieron decenas de inmigrantes y también residentes españoles en el barrio. Uno de los agentes reaccionó golpeando con su porra al extranjero que había dado la voz de alarma. A este, los golpes no hicieron otra cosa que enfurecerle más todavía. Continuó gritando y arrojó una de las zapatillas deportivas que calzaba al funcionario que lo había aporreado.

Pero la reacción más sorprendente y peligrosa estaba por llegar. Otro funcionario de la secreta, ataviado con una camiseta de los Boston Celtics, mientras tiraba del detenido calle Amparo arriba, sacó su pistola y comenzó a apuntar a los africanos. Finalmente, abrió fuego provocando el pánico general. Se da la circunstancia de que la calle Amparo es muy estrecha y los balcones de las casas apenas distan unos diez metros de la calle, donde el agente disparaba. No hubo más disparos que los del policía.

Protestas

Alarmados por las detonaciones, muchos vecinos comenzaron a asomarse a las ventanas para ver qué sucedía. Los africanos comenzaron a lanzar piedras y otros objetos a los agentes, que los mantuvieron a distancia con nuevos tiros al aire. Al final, los agentes abandonaron el lugar con el arrestado y, de inmediato, comenzaron a llegar numerosos efectivos de la Policía Nacional y Municipal. Media docena de los agentes municipales entraron a la carrera en el portal en el que los manteros habían escondido su mercancía en busca de más sospechosos y causando un gran revuelo en el inmueble. Al final, no encontraron más que vecinas españolas en bata y pantuflas preguntándose a qué tanto alboroto.

Entonces la cosa derivó en una de las escenas que se están haciendo habituales en el barrio en los últimos tiempos, en una muestra de repulsa vecinal a la presencia policial. Decenas de inmigrantes y muchos residentes en la zona, que es uno de los centros neurálgicos del movimiento 15M se concentraron frente a los efectivos policiales desplegados. Se produjeron entonces momentos de tensión con los policías municipales, muchos de los cuales ni siquiera sabían cuál había sido el detonante de esa especie de insurrección espontánea. Al final, tuvo que intervenir el Samur que atendió a varios inmigrantes contusionados en su enfrentamiento con los agentes, con el mantero detenido y con el vecindario con el susto en el cuerpo y preguntándose por qué tienen que vivir en su Madrid escenas propias de los suburbios de Mogadiscio.

Noticia: ABC.es

Igual que sucede en otros países de Europa, estamos empezando a sufrir las consecuencias de la inmigración descontrolada, los musulmanes en cuanto se adueñan de un barrio no permiten que entre la policía ni a pasear ni a poner orden, nuestras leyes se las saltan a la torera

3 comentarios :

  1. Si, como en Francia, se convertirá en zonas de "no pasar". No sé si los autóctonos convivirán a gusto con ellos o no. La última vez que estuve allí el ambiente no me gustó nada y tan pronto como pude salí, encontré más inmigrantes que autóctonos (y eso fue hace años, ahora estará más poblada).
    Pero la diferencia con Francia es que Lavapiés no es un arrabal, está en pleno centro, por lo que no se puede permitir que se convierta en una zona de "no pasar".

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    Respuestas
    1. Si la propia policía se ha visto obligada ha disparar al aire por miedo al sentirse acorralados, prefiero no imaginar como deben vivir los autóctonos, contando que se atrevan en deshoras, cosa que dudo, a salir de casa

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  2. rumí31/5/12

    esto es una prueba

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