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3.6.04

Europa está en decadencia


«Europa está en decadencia y sólo los norteamericanos defienden su ideario»

En «El reloj de la Historia. Homo sapiens, Grecia Antigua y Mundo Moderno» (Ariel) el profesor Rodríguez Adrados se ha propuesto «hacer una nueva teoría de la historia, teniendo en cuenta la igualdad y la desigualdad de las culturas, un doble proceso de apertura y creatividad seguido de reacciones y cerrazones.

Esta obra expone las líneas centrales de la Historia del hombre, de su viaje de África a Grecia, luego a Europa y más tarde al resto del mundo. Estudia el origen de las grandes culturas, bien diferenciadas por el autor y muestra como la griega significó un salto, un nuevo nivel que, a través de influjos culturales y de controversias varias, llega hasta hoy.

Habla de la Antigüedad, del mundo griego, del romano, del cristianismo, de la Edad Media, de la Ilustración, de la democracia y de las revoluciones del Mundo Moderno, siempre desde la perspectiva de la cultura grecolatina. La historia del hombre obedece a constantes saltos. Recreo una teoría de la historia después de Spengler y Toynbee».

Para el autor, nuestra cultura tiene una raigambre absolutamente griega, pues «los griegos inventaron el individuo, la igualdad, la originalidad, y chocaron con el mundo egipcio, el persa... Los griegos fueron triturados, fue un pueblo que militarmente fracasó, pero asimiló a sus vencedores, los romanos, que los odiaban y admiraban y que fueron los transmisores de su cultura; como luego ocurrió con los romanos y con sus vencedores, los bárbaros... y así, hasta ahora».

En este libro, Rodríguez Adrados presta una gran atención al cristianismo, que «nace como una herejía judía que fracasa en Judea. Fueron los judíos exiliados en el mundo helénico los que continuaron con la antorcha. Porque estaba en el ambiente que los dioses de las antiguas religiones habían muerto, así que circulaban con éxito las religiones que proponían la salvación del hombre y que eran de origen egipcio, de origen iranio, los agnósticos... Y los cristianos, que eran unos más, al fin se llevaron el gato al agua, porque hacían falta y la gente lo quería... Traían una esperanza para el hombre que estaba desesperado. Además, el poder los necesitaba y ellos necesitaban al poder, por eso Constantino convirtió al cristianismo en religión oficial.

En fin, los cristianos odiaban a los griegos antiguos, a los dioses paganos, al erotismo y al desnudo, pero se agarraron a Platón y a sus seguidores, por eso hay una línea que se sigue hasta el Papa Ratzinger».

Por su parte, el Islam «tiene unas raíces próximas al cristianismo; también era una religión de salvación, ofrecía una nueva vida, quería dirigirlo todo: la sociedad, la política, como los cristianos, aunque los cristianos invadieron el Imperio Romano desde dentro, y estos los hicieron desde fuera y con la espada.

El cristianismo fue penetrado por la ilustración griega, por el sentimiento de libertad e igualdad y por su creatividad. En cambio, el mundo musulmán no se dejó penetrar jamás por los griegos. Ése es su demérito... o su mérito.
La cultura griega pudo influir al mundo musulmán por los siglos IX y X con califas ilustrados de Bagdad como Harun al-Rasid, al-Mamum, que tradujeron a los griegos y que no le exigían oro a los bizantinos cuando les ganaban una batalla, sino manuscritos griegos: medicina, historia...»

Pero, ¿qué pasó? «Se los cargaron los selúcidas turcos, los almorávides, los almohades, los benimerines... El gran resurgimiento cultural islámico de influencia griega fue trucidado en Oriente y aquí, en Al-Andalus, donde todos hablan de Averroes, cuando la verdad es que lo residenciaron en Córdoba para que no molestara. Hubo una reacción puritana horrorosa.

Ha habido dos momentos en que Occidente ha influido al mundo musulmán: siglos IX y X, Bagdad, El Cairo, Córdoba. Y luego, en el siglo XIX».

La penetración islámica en Europa a través de los asentamientos de inmigrantes a los que no se integra en la cultura democrática y liberal occidental preocupa a Rodríguez Adrados: «Yo he leído a algunos teóricos que dicen que Europa será el producto de una asimilación de culturas... pero de fe musulmana.

El problema es que el mundo cultural europeo, que se ha expandido desde el siglo XVI, ahora choca con una teoría que consiste en lo siguiente: Primero, asimilemos su tecnología, la medicina, etc....
Segundo, aprovechemos su debilitación cultural y el todo vale...

Europa está en estadio de decadencia y los únicos que defienden su ideario de libertad son los norteamericanos, que tienen muchas cosas que no nos gustan, pero que son los continuadores de nuestra cultura grecolatina», concluye.

Por: Tulio Demicheli

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