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28.12.08

Muere Samuel P.Huntington, autor de 'El choque de civilizaciones'



Fallece el politólogo Samuel P.Huntington, autor de 'El choque de civilizaciones'

Profesor en la prestigiosa Universidad de Harvard, su famoso libro de 1996 anticipó los conflictos posteriores entre EE.UU. y el radicalismo islámico

Washington. (EFE).- El profesor de ciencias políticas Samuel P. Huntington, autor del libro El choque de civilizaciones, falleció a los 81 años de edad en Massachusetts, informó hoy la Universidad de Harvard donde fue docente durante décadas.

Huntington, quien falleció el miércoles 24 y se había retirado de la docencia activa en 2007 después de 58 años de labor académica en Harvard, es conocido por su concepto del "choque de civilizaciones", que plasmó en un libro del mismo título publicado en 1996.

Fue autor, co-autor o editor de 17 libros y más de 90 artículos académicos en torno a sus áreas principales de investigación y docencia: el gobierno de EE.UU., la democratización, política militar, estrategia, relaciones entre civiles y militares, política comparativa y desarrollo político.

"Hay gente en todo el mundo que ha estudiado y debatido sus ideas", dijo el economista Henry Rosovsky, quien fuera amigo y colaborador de Huntington por casi seis décadas, y es profesor emérito en Harvard.

"Creo que Sam fue, claramente, uno de los politólogos más influyentes de los últimos cincuenta años", añadió.

Huntington, quien se graduó a los 18 años en Yale y a los 23 ya impartía clases en Harvard, argumentó que después de la Guerra Fría el conflicto violento no se originaría en la fricción ideológica entre naciones estado, sino en las diferencias religiosas y las civilizaciones mayores del mundo.

"El choque de civilizaciones dominará la política a escala mundial", escribió. "Las líneas divisorias entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro".

El argumento apareció por primera vez en un artículo, en 1993, en la revista Foreign Affairs y luego Huntington amplió su tesis en el libro que se ha traducido a 39 idiomas.

La Universidad de Harvard no informó de la causa de la muerte de Huntington, a quien le sobrevive quien fuera su esposa durante 51 años, Nancy Arkelyan, y sus hijos Nicholas Phillips y Timothy Mayo.


Huntington en Gaza

El extremismo islamista busca en cada acción el choque de civilizaciones, lo explota y lo justifica

Ha fallecido Samuel P. Huntington, autor de la obra Choque de civilizaciones,mientras arrecian los ataques de las fuerzas israelíes sobre la franja de Gaza, territorio palestino bajo control del movimiento radical Hamas, cuya actividad terrorista es sostenida, entre otros, por el régimen iraní.
El conflicto que enfrenta a israelíes y palestinos desde hace más de medio siglo puede leerse a la manera clásica, como una lucha trágica de dos naciones en un territorio pequeño, dos sueños en disputa por un mismo suelo. Pero no lo diríamos todo si no añadiéramos algo más. Desde los años ochenta, a raíz de la influencia de la revolución fundamentalista en Irán y los grupos de reislamización de base en varios países, se superpone otro esquema al drama de Oriente Medio: el del choque de civilizaciones.

Que los neoconservadores norteamericanos bebieran de Huntington en su día no quita ni añade verdad a esta realidad empíricamente comprobable. El extremismo islamista, político y/ o armado, busca en cada acción el choque de civilizaciones, lo explota, lo justifica, lo ensancha y lo transforma en su razón de ser.Fuera del seguimiento estricto y literal de la ley divina en todos los órdenes de la vida, los radicales islamistas sólo ven infieles que merecen castigo. El mundo moderno aparece como un error que combatir. La democracia, el pluralismo, la libertad individual y la supremacía de la ley civil son la quintaesencia del pecado.

El presidente palestino, Mahmud Abas, ha recordado que la respuesta de las fuerzas armadas israelíes se ha producido porque Hamas ha roto la tregua. Las localidades del sur de Israel llevan mucho tiempo soportando el lanzamiento, desde Gaza, de cohetes Qasam (se ha llegado a los 70 al día), morteros y algunos misiles Grad. Los líderes de Hamas, que siguen propugnando la destrucción de Israel y se niegan a cualquier negociación, buscan con ahínco aparecer como víctimas, aun a costa de poner en peligro a toda la población de Gaza, para desplazar así al moderado Abas y su partido Al Fatah, que controla Cisjordania.

Mientras, y como nos informaba Cymerman recientemente, Hamas no ha dudado en aprobar leyes inspiradas en la lectura integrista del islam que aplicará sobre el millón y medio de personas que viven en la franja. Al que robe le cortarán la mano, y al que beba alcohol en la calle le caerán tres meses de cárcel. La suerte de las mujeres, en caso de ser acusadas de adulterio, es descriptible. Implantar en Gaza un régimen islamista contra la visión laica y prooccidental de Abas es puro choque de civilizaciones. Que Hamas ganara las elecciones no borra su perfil totalitario.

Desde nuestra confortable Europa vemos desproporcionada la respuesta militar de Israel. No nos hacemos preguntas. Seguimos la corriente. ¿Cuánto aguantaría usted con Hamas apuntándole cada día a la cabeza?

Francesc-Marc Álvaro
La Vanguardia.es

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20.10.07

El choque de civilizaciones (Samuel Huntington)

Sinopsis
El presente libro, basado en un influyente artículo que ha configurado la totalidad de los debates políticos de estos últimos años Foreign Policy, es un informe incisivo y profético, en la línea del Francis Fukuyama de El fin de la historia, sobre las distintas formas adoptadas por la política mundial tras la caída del comunismo.

La fuente fundamental de conflictos en el universo posterior a la guerra fría, según Huntington, no tiene raíces ideológicas o económicas, sino más bien culturales: El choque de civilizaciones dominará la política a escala mundial; las líneas divisorias entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro . Y, a medida que la gente se vaya definiendo por su etnia o su religión, Occidente se encontrará más y más enfrentado con civilizaciones no occidentales que rechazarán frontalmente sus más típicos ideales: la democracia, los derechos humanos, la libertad, la soberanía de la ley y la separación entre la Iglesia y el Estado.

Así, Huntington al tiempo que presenta un futuro lleno de conflictos, gobernado por unas relaciones internacionales abiertamente desoccidentalizadas acaba recomendando un más sólido conocimiento de las civilizaciones no occidentales, con el fin, paradójicamente, de potenciar al máximo la influencia occidental, ya sea a través del fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y Japón, del aprovechamiento de las diferencias existentes entre los estados islámicos o del mantenimiento de la superioridad militar en el este y el sudeste asiáticos.
Rechazarán frontalmente sus más típicos ideales: la democracia, los derechos humanos, la libertad, la soberanía de la ley y la separación entre la Iglesia y el Estado. Así, Huntington al tiempo que presenta un futuro lleno de conflictos, gobernado por unas relaciones internacionales abiertamente desoccidentalizadas acaba recomendando un más sólido conocimiento de las civilizaciones no occidentales, con el fin, paradójicamente, de potenciar al máximo la influencia occidental, ya sea a través del fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y Japón, del aprovechamiento de las diferencias existentes entre los estados islámicos o del mantenimiento de la superioridad militar en el este y el sudeste asiáticos.
El choque de civilizaciones es una polémica obra de relaciones internacionales. En primer lugar, Samuel Huntington la publicó como artículo en la revista Foreign Affairs y tres años después la idea se plasmó en este libro que paso a comentar.

Fuente: Mercado libre

El Libro

Choque de civilizaciones es el nombre que recibe una teoría acerca de las relaciones internacionales. Tal como se conoce hoy en día, fue formulada en un artículo de Samuel Huntington publicado en la revista estadounidense Foreign Affairs en 1993 y transformado posteriormente en un libro en 1996.

Contenido

* 1 Antecedentes
* 2 El choque de civilizaciones de Samuel Huntington
* 3 Críticas
* 4 Referencias
* 5 Véase también
* 6 Enlaces externos

Antecedentes

En un sentido amplio, se puede definir el choque de civilizaciones como una teoría que explica los grandes movimientos políticos y culturales de la Historia Universal por medio de las influencias recíprocas que ejercen entre sí las diversas civilizaciones (por contraposición a las debidas a los enfrentamientos entre estados-nación o ideologías).

Una civilización, en este contexto, es una cultura más o menos cerrada y con una tradición cultural más o menos hermética e impermeable, que por ende se encuentra en oposición a otras civilizaciones con tradiciones diferentes.

Aunque el concepto moderno de civilización es popularizado por Oswald Spengler, la noción de "choque de civilizaciones" fue introducida por Arnold J. Toynbee, aunque éste la restringe al ámbito geopolítico, simplificando en demasía los fenómenos de contactos culturales entre civilizaciones. Toynbee considera el fenómeno como un "contacto espacial entre civilizaciones", y lo refiere como un fenómeno de desafío y respuesta (integrado en su teoría cíclica del desarrollo de las civilizaciones). Es decir, el primer "empujón" que una civilización da a otra, es contestado por ésta, lo que a su vez mueve a la primera a enviar un tercer empujón, y así sucesivamente hasta que una de ellas termina derrotada.

Según la teoría toynbeana, el efecto de un asalto frustrado suele ser el retardo, o incluso la parálisis, de la civilización agredida, bien sea por enorgullecerse en demasía de su propio triunfo, o bien sea por haber invertido todos los recursos disponibles en la lucha. El efecto de un asalto exitoso, por el contrario, es más complejo, ya que puede terminar en un sometimiento temporal y la expulsión del invasor, o bien en la destrucción de la civilización invadida.

El choque de civilizaciones de Samuel Huntington 


En su artículo de 1993, Huntington retoma el concepto de Toynbee afirmando que los actores políticos principales del siglo XXI serían las civilizaciones y que los principales conflictos serían los conflictos entre civilizaciones (no entre ideologías, como durante la mayor parte del siglo XX ni entre estados-nación). Aparentemente, este artículo era una respuesta a las tesis de Francis Fukuyama que sostenía que el mundo se aproximaba al fin de la historia (en sentido hegeliano) en el que la democracia occidental triunfaría en todo el mundo. Citando el artículo de Huntington:

Los estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos del panorama internacional, pero los principales conflictos de la política global ocurrirán entre naciones y grupos de naciones pertenecientes a diferentes civilizaciones. El choque de civilizaciones dominará la política global. Las fallas entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro.

Significativamente, las líneas de fractura entre civilizaciones son casi todas religiosas:

* Cultura Occidental, incluye principalmente a países cristianos: Europa y Norteamérica. Podrían existir otras dos "subcivilizaciones":
o El mundo ortodoxo de Europa oriental y Rusia.
o El mundo latinoamericano de Sudamérica, Centroamérica, México y gran parte del Caribe.
* El mundo musulmán del Oriente Medio, el Magreb, Somalia, Afganistán, Pakistán, Malasia e Indonesia.
* El pueblo judío, civilización hebrea, la diáspora.
* La civilización hindú, localizada fundamentalmente en la India
* La civilización sínica de China, Vietnam, Singapur, Taiwán y la diáspora china en Asia, el Pacífico y Occidente
* La civilización japonesa, archipiélago del Japón
* El África sub-sahariana
* Las áreas budistas del norte de la India, Nepal, Bután, Mongolia, Birmania, Tailandia, Camboya, Laos y el Tíbet.

Huntington argumenta que desde el final de la Guerra Fría los conflictos mundiales han ocurrido a lo largo de los límites de las civilizaciones, con escasos conflictos en el interior de aquellas. Pone como ejemplo las guerras que acompañaron la desintegración de Yugoslavia, la guerra de Chechenia o los conflictos recurrentes entre India y Pakistán.

También afirma que los conflictos entre civilizaciones son inevitables, puesto que cada una cuenta con sistemas de valores significativamente distintos. Argumenta que el crecimiento de nociones como la democracia o el libre comercio desde el fin de la Guerra Fría sólo ha afectado realmente a la cristiandad occidental, mientras que el resto del mundo ha intervenido escasamente.

Huntington también arguye que el nivel de crecimiento del Asia oriental hará de la civilización sínica un poderoso rival de Occidente. También establece que el crecimiento demográfico y económico de otras civilizaciones resultará en un sistema de civilizaciones mucho más multipolar que el que existe actualmente.

Huntington clasifica a las civilizaciones islámica y sínica como rivales de la occidental y etiqueta a la ortodoxa, la hindú y a Japón como civilizaciones "oscilantes" (swing civilizations). También afirma que Rusia y la India continuarán cooperando estrechamente en tanto que China y Pakistán continuarán oponiéndose a la India. Huntington argumenta que una conexión islámico-confuciana está emergiendo (cita la colaboración de China con Irán, Pakistán y otros países para aumentar su influencia internacional).

Críticas

Muchos han argumentado que las civilizaciones definidas por Huntington están fracturadas internamente. Por ejemplo, Vietnam mantiene un ejército inmenso, fundamentalmente para defenderse de China. El mundo islámico presenta fracturas étnicas entre kurdos, árabes, persas, turcos, pakistaníes e indonesios, y fracturas religiosas entre el chiismo y el sunismo, cada uno con diferentes puntos de vista sobre el mundo o la religión.

También se ha apuntado que los valores occidentales son mucho más fácilmente transmisibles de lo que Huntington considera. Naciones como la India y Japón se han convertido en democracias de éxito, mientras que occidente no siempre ha sido democrático y plural, sino que la mayor parte de su historia ha consistido en despotismo y fundamentalismo. Los favorables a Huntington señalan que siempre ha habido tensiones entre estados democráticos y que las democracias emergentes (o futuras) dentro de una civilización podrían seguir siendo hostiles a democracias pertenecientes a civilizaciones vistas como hostiles.

Algunos que aceptan las tesis de Huntington respecto a la existencia de civilizaciones no comulgan, sin embargo, con la inevitabilidad del conflicto entre ellas. Argumentan que, salvo algunos extremistas, la mayor parte de la población prefiere coexistir amigablemente.

Muchos han querido ver en los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y en los ataques occidentales a Iraq y Afganistán la confirmación de las tesis de Huntington. Otros puntos a favor de sus tesis parecen ser el aumento de la tensión entre Corea del Sur y Estados Unidos acerca de cómo tratar con Corea del Norte. Más aún, de acuerdo con las doctrinas clásicas de las relaciones internacionales, los países de Asia oriental debieran haberse aliado para crear un contrapoder a China, pero eso no ha sucedido. En su lugar, muchos países, como Corea del Sur, están mejorando sus relaciones con China.

Las ampliaciones de la Unión Europea en 1995 y 2004 llevaron la frontera oriental de la unión hasta el límite identificado por Huntington entre las civilizaciones ortodoxa y occidental. Con estas ampliaciones, la mayor parte de la Europa tradicionalmente católica o protestante pertenece a la Unión Europea. Mientras que la mayoría de los países históricamente ortodoxos o musulmanes están fuera (salvo Grecia y Chipre). Está por decidir qué ocurre con los países de la Europa ortodoxa. Bulgaria y Rumanía son integrantes plenos desde del 1 de febrero de 2007. El nuevo gobierno ucraniano ha declarado su intención de convertirse también en candidato. Al mismo tiempo, la petición de Turquía para unirse a la unión está causando un debate considerable. El punto fundamental, no siempre reconocido abiertamente, es el carácter musulmán de Turquía (esto es, su pertenencia a otra civilización). La solución a estos enigmas se resolverá en los próximos años. Por una parte viendo qué países ingresan en la Unión Europea. Por otra, dependiendo del rumbo político de la Unión: si evoluciona hacia una unión política más estrecha o deviene una simple zona de libre comercio.

En algunos asuntos, la teoría de Huntington no se ha cumplido aún. Más de una década después, las relaciones entre Japón y Estados Unidos siguen siendo estrechas, con Japón proporcionando apoyo monetario y político a la política exterior estadounidense. La alianza sino-islámica no se ha llevado a cabo tampoco. Sin embargo podemos ver de nuevo la escalada de tensiones entre Rusia y Estados Unidos por el escudo de misiles en Polonia y la República Checa, y en la Guerra de Osetia del Sur de 2008, en la que Rusia apoyó a las repúblicas de Osetia del Sur y Abjasia en contra de la pro-occidental Georgia.

Fuente:Wikipedia


Los interesados en la lectura de libro pinchar: AQUI

"Este siglo traerá guerras musulmanas"



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10.7.06

Las fronteras sangrientas del Islam



Si uno recorre el globo y hace recuento de los conflictos en marcha, y de todos los que se han dado desde el final de la llamada guerra fría en esta tumultuosa humanidad nuestra (las guerras de las galaxias se las dejaremos a Lucas), se topa con un dato llamativo e inquietante: la mayor parte de las guerras tienen beligerantes musulmanes, que o bien pelean entre ellos o bien lo hacen contra otras civilizaciones.

Samuel P. Huntington lo pone de manifiesto en su "Choque de Civilizaciones". Habla, en esta obra, de los conflictos de línea de fractura, es decir, aquellos que se dan en los lugares geográficos donde se encuentran las civilizaciones, entre civilizaciones.

No habiendo recorrido el globo he optado por recorrer las páginas de este apasionante libro de realpolitik, y he viajado con la imaginación a los distintos escenarios descritos.

China, Rusia, EEUU y Europa, y el Islam se presentan como los principales protagonistas de un gran choque de culturas y, en definitiva, de modos de ver las cosas, y por tanto de hacerlas.

El paradigma de democracia liberal, de derechos humanos, de estado de derecho, imperio de la ley, economía de mercado, etc etc es presentado por Huntington como algo no universal que Occidente pretende universalizar, y contra lo que resisten culturas milenarias como la sínica o la musulmana.

Con independencia de que uno pueda estar más o menos de acuerdo con la idea de que el paradigma antedicho sea o deba ser algo universal, lo que es claro es que no es percibido como tal por muchos de los no occidentales (e incluso de los occidentales), y ello conduce inevitablemente a choques culturales.

Huntintong nos habla de conflictos macro y micro, siendo estos últimos los más concretos, los más reales, los más sangrientos, y donde el autor señala que los musulmanes llevan la delantera a todos los demás pueblos y culturas.

Bosnia, Chechenia, Sudán, Palestina, Cachemira, Líbano, Indonesia, Irak....tuvieron o tienen al menos a un bando musulmán. Están metidos en casi todos los fregados. Y ello por no hablar de terrorismo internacional, que es casi sinónimo de terrorismo islámico.

Los datos de Huntington son de finales del pasado milenio. Las cosas desde entonces no han cambiado mucho (el 11-S no hizo más que reforzar las tesis del autor, y quizá lo más destacable sea el giro antiliberal de sudamérica).

El Islam tiene, como el mismo dijo, fronteras sangrientas. El choque de civilizaciones es ahora el choque entre Occidente y el Islam. Y los chinos siguen trabajando como chinos y creciendo, haciendo más grande al gigante, y preparándose para tomar el relevo del mundo musulmán cuando este caiga extenuado. Mientras tanto suministran armamento a los países islámicos, reforzando el eje China-Pakistán-Irán.

Fuente: Desde el Exilio

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El choque de civilizaciones (Samuel Huntington)

17.7.04

"Este siglo traerá guerras musulmanas"


Samuel P. Huntington. Teórico estadounidense, "Profesor Albert J. Weatherhead III en la Universidad de Harvard y autor de El choque de las civilizaciones y La reconversión del orden mundial, entre otros títulos.

ENTREVISTA A SAMUEL HUNTINGTON

El 11 de septiembre del 2001, el ataque terrorista contra Estados Unidos relanzó a la actualidad a Samuel P. Huntington, profesor de Harvard, por sus polémicas teorías sobre el "choque de civilizaciones".
El politólogo estadounidense sostiene ahora que se ha abierto una nueva era: la de las guerras musulmanas.-Hace casi diez años escribió "El choque de civilizaciones", un artículo en "Foreign Affairs", que en 1996 se hizo famoso gracias a un libro del mismo título que fue traducido a 32 idiomas.

¿El 11 de septiembre ha confirmado su teoría?
-En cierto modo sí.-

Los atentados del 11-S fueron la perfecta ilustración de su tesis. No se trataba de una guerra entre estados como en el siglo XIX o entre ideologías como en el XX, sino del ataque de un grupo islámico que actuó a título particular contra un símbolo de la civilización occidental: EE.UU.
-Así es, eran personas que se identificaban de modo decidido con una rama de la civilización islámica. Ossama Bin Laden también ha hablado de "lucha de las culturas".

-Para él, era una "guerra contra los cristianos y los judíos".
-Exacto. Aunque era un choque limitado. Justo después del 11 de septiembre dije: "Esto no debería degenerar en una lucha entre Occidente y todo el islam". Un verdadero choque mundial sólo ocurriría si los gobiernos y las sociedades islámicas se pusieran del lado de Bin Laden.

-En la guerra del Golfo, algunos países árabes se pusieron de parte de Estados Unidos contra Iraq. Sin embargo, ahora que está a punto de desatarse una segunda guerra contra Iraq, casi todo el mundo musulmán ha mostrado su oposición a Estados Unidos e Israel, ambos representantes prototípicos de occidente. El "choque entre civilizaciones" se nos muestra en toda su crudeza.
-Existe potencial para que se dé un verdadero choque. La lucha de culturas se ha dado de dos maneras: en la escalada entre India y Pakistán y en la segunda "intifada". Los musulmanes de todo el mundo se identifican con los palestinos ...

- ... Y el choque se amplía. En su época, su tesis recibió muchas críticas. Ahora parece más convincente que nunca. La lista de conflictos entre civilizaciones es cada vez más larga: musulmanes contra hindúes en India, contra cristianos en Nigeria, contra judíos en Oriente Próximo...
-La primera mitad del siglo XX fue la era de las guerras mundiales, la segunda fue la era de la guerra fría. En el siglo XXI ha empezado la era de las guerras musulmanas.

-¿Qué son las guerras musulmanas?
-Son todas las que ha mencionado. A las que hay que añadir Chechenia, Azerbaiyán, Afganistán y Asia central, Cachemira, Filipinas, Sudán y, por supuesto, Oriente Próximo. Son todas las guerras en que musulmanes luchan contra no musulmanes, así como entre ellos mismos.

-Entonces no se trata de una "lucha de las culturas", sino de una lucha entre una cultura, el islam, y todas las otras. Una frase famosa de un artículo suyo dice: "El islam tiene fronteras sangrientas".
-Así es.

-¿Por qué?
-No porque el islam sea por principio una religión sanguinaria. Aquí entran en juego muchos factores. Uno de ellos es el sentimiento histórico que albergan los musulmanes, y sobre todo los árabes, de que han sido sometidos y explotados por Occidente. Otro factor es el rencor debido a políticas occidentales concretas, en particular el respaldo de Estados Unidos a Israel. Un tercer factor es la demografía del mundo islámico. El grupo de edad de los 15 a los 30 años es el más grande. Estos hombres no encuentran trabajo en casa. Por lo tanto, intentan emigrar a Europa o se dejan reclutar en la lucha contra los no musulmanes. Al Qaeda paga muy bien.

-¿Entonces la lucha de culturas es provocada por un factor demográfico que se alimenta de los altos índices de desempleo de los jóvenes?
-Un hecho es consecuencia del otro. Las sociedades viejas no van a la guerra. A esto hay que añadir que a los musulmanes les indignan muchas cosas de Occidente.

-¿Europa disfruta de paz porque es vieja y gris?
-Los europeos eran muy violentos hace cien años, cuando su perfil demográfico se parecía al del mundo islámico. La masacre de la Primera Guerra Mundial sólo pudo tener lugar porque había muchos hombres a los que matar. Pero no debemos exagerar este factor. En el año 2020, esta cohorte habrá disminuido mucho. Este cambio permitirá que resulte más sencillo mantener relaciones de paz con el islam.

-¿Y hasta el 2020?
-Hay que tener en cuenta otro factor: el resentimiento que alberga contra Occidente y, en especial, contra Estados Unidos. Antes del 11-S, las simpatías estadounidenses estaban del lado de los chechenos o de los cachemires. Las simpatías occidentales, y sobre todo las de Estados Unidos, por los palestinos eran más fuertes.

-¿Perdería el islam sus "fronteras sangrientas" si Estados Unidos pusiera fin a esta ayuda?
Las "fronteras sangrientas" hacen referencia a un fenómeno más amplio que el conflicto palestino-israelí. Sin embargo, es cierto que los musulmanes consideran a Estados Unidos un país parcial que tiene en cuenta la seguridad de Israel como un interés nacional.

-¿Y el resto de los conflictos que moviliza a musulmanes contra no musulmanes? ¿De Nigeria a Filipinas, pasando por Sudán? Bernhard Lewis, gran erudito sobre el islam, cree que esta religión en conjunto tiene un problema con Occidente. Él también habló de un "choque de civilizaciones".
- Así es, y antes que yo.

-Él ve la "reacción histórica de un viejo rival civilizador contra nuestra herencia judeocristiana, nuestra presencia secular y la propagación mundial de ambas".
-Es, de hecho, una rivalidad histórica que existe desde el siglo VII, desde el nacimiento del islam y de la conquista árabe del norte de África, de Oriente Próximo y a continuación de parte de Europa. En el siglo XIX se volvieron las tornas, cuando Occidente empezó a colonizar a Oriente Próximo, proceso que completó en el siglo XX.

-Usted mismo ha escrito sobre la hostilidad islámica a ciertas ideas occidentales: individualismo, liberalismo, constitucionalismo, derechos humanos, igualdad de grupos y sexos, democracia...
-Debemos diferenciar entre corrientes y agrupaciones. Por supuesto que hay musulmanes que comparten estos valores occidentales. Lo que ocurre es que en general parecen ser una minoría con poca influencia y poder. La mayoría de regímenes del mundo islámico son dictaduras.

-¿Se trata entonces de una colisión de las formas de gobierno?
-La pregunta es: ¿por qué no hay democracia en Arabia? Quizá el motivo sea cultural. Pero examinemos el islam en general: Turquía es una especie de democracia. Bangladesh tiene un gobierno democrático. Pakistán lo ha tenido a veces. No creo que el islam como tal no sea democrático.

-Entonces, ¿sólo el islam árabe?
-Lo cierto es que en esa zona no existe la democracia, con la excepción de Líbano, pero se trata de un país que era más cristiano que musulmán; cuando las mayorías se invirtieron, estalló la guerra civil. Pese a todo, hay grandes diferencias entre los cuarenta países islámicos.

-Usted también ha escrito sobre una "relación islámico-confuciana", con ejemplos como el flujo de armas de China y Corea del Norte a Oriente Próximo. ¿Es una cuestión cultural o política?
-La base son los intereses comunes. Las culturas son muy distintas. Los intereses se refieren a un oponente común: Estados Unidos. Quizá Occidente en general. La política imperialista no termina nunca. Se refuerza mediante la cultura y la religión, aunque esto no lo explica todo. Véase, si no, la alianza entre Turquía e Israel.

-Aún existen más ejemplos que contradicen su tesis de lucha de las culturas. Usted describe Rusia como centro del "cristianismo oriental". Sin embargo, ¿esta cultura oriental no se decanta de manera decidida hacia occidente?
-Rusia lo ha hecho desde la época de Pedro el Grande. La occidentalización y la modernización son un viejo motivo de la historia rusa. Pero también lo contrario, el motivo eslavo, según el cual Rusia tiene un destino distinto al de Occidente y debería encaminarse hacia él. Esta vía se ve también en el bolchevismo, bajo el lema rojo: "Somos distintos y mejores, somos el futuro y enterraremos a Occidente".

-El conflicto "dentro" de las culturas es a veces más agresivo que el conflicto entre culturas. Iraq ha atacado a Irán y Kuwait. Por otro lado, Turquía se acerca más a la Unión Europea cristiana.
-Seguramente existen graves conflictos dentro del islam, tal y como subrayo en mi libro. A propósito de Turquía: hace veinte años que intenta entrar en la UE, pero sigue al final de la cola. Polonia, Chechenia, Estonia y Lituania subirán, pero no Turquía, porque la UE cree que no pertenece al club, y quizá también debido a motivos culturales.

-¿Qué tienen en común países como Uzbekistán o Kazajstán con Egipto, Argelia o Iraq?
-Todos son musulmanes y todos tienen movimientos fundamentalistas. Y regímenes extremadamente autoritarios. Lo más interesante del bloque que pertenecía antes a la Unión Soviética es que la democratización y las reformas económicas se desarrollan a lo largo de fronteras culturales muy precisas. Todos los países que pertenecieron a Occidente en el pasado, es decir, a Europa Central, han logrado grandes progresos. Las culturas ortodoxas como la búlgara, bielorrusa o ucraniana las siguen con retraso y la Albania musulmana o las repúblicas ex soviéticas de Asia central están mucho más atrasadas.

-¿En su proceso de desarrollo, sufre el islam de una cultura de mentalidad atrasada?
-Sólo en cuestiones económicas y políticas, no en las culturales. De los 25 países del antiguo bloque soviético, el desarrollo democrático y económico está en correlación con las diferencias civilizadoras. ¿Por qué le va mejor a Polonia que a Ucrania, a pesar de que la república del mar Negro era uno de los centros motores de la URSS?

-Por lo tanto, se debe a un destino cultural.
-No existe nada como el destino. Pero históricamente la cultura ha sido una fuerza muy poderosa y hoy en día lo sigue siendo.

-¿No existen también líneas de ruptura civilizadoras dentro de Occidente pese a la cultura que compartimos? los conflictos entre Europa y Estados Unidos aumentan, desde Kioto hasta el Tribunal Penal Internacional. Y casi ningún país europeo quiere participar en la guerra contra Saddam.
-Primero debemos diferenciar entre cultura y estructura, es decir, la estructura de la potencia global. En la guerra fría había dos superpotencias; ahora sólo hay una, más media docena de potencias regionales. Entre éstas y la superpotencia surge un conflicto natural. ¿Por qué? Porque Estados Unidos tiene intereses en todo el mundo. Por eso se inmiscuye en todos lados, para influir. Por otro lado, las potencias regionales (la UE, Rusia, China, India, Brasil) intentan encauzar cualquier asunto en la dirección que más les conviene. Esto provoca tensiones.

-Así, ¿la estructura pesa más que la cultura?
-En realidad, no. Estados Unidos y la UE comparten una cultura occidental común. En consecuencia, la lógica de la cultura trabaja contra la lógica de la potencia. Tomemos como ejemplo el 11 de septiembre, cuando esta cohesión cultural provocó una ola de compasión e identificación con Estados Unidos. Los europeos se vieron como miembros de una cultura occidental común. Sin embargo, ahora ha vuelto a imponerse la lógica de la potencia, junto con las antiguas diferencias. Los europeos no quieren tomar parte en la guerra contra Iraq y también han criticado la guerra contra el terror. A esto hay que añadir ciertas disputas económicas y ecológicas. El conflicto de potencias tiene un segundo aspecto. Las potencias secundarias, que no quieren ser dominadas por el poder principal de la región, se muestran como socios naturales de Estados Unidos.

-Como Inglaterra...
- ... cuyos vínculos culturales con EE.UU. son más estrechos. Polonia, Ucrania y Uzbekistán mantienen relaciones más cordiales con EE.UU.porque no quieren volver al yugo de Rusia.

-¿El equilibrio político clásico es decisivo?
-No, ambas cosas son importantes, tanto cultura como estructura. Las líneas de ruptura más importantes están ahí donde las diferencias de poder y cultura se solapan. EE.UU. y Europa no se enfrentarán en una guerra. Es más que probable que India y Pakistán acaben haciéndolo, igual que Israel y los árabes. Y China y EE.UU.

-Otra de sus citas dice: "The rest against the West" (el resto contra Occidente). Pero si tenemos en cuenta las tensiones transatlánticas, ¿podría convertirse en "the rest of the West against the US" (el resto de Occidente contra EE.UU.)?
-No, ya que la cultura común modera el conflicto de potencias. Lo cual no es el caso de China y Estados Unidos, donde el abismo cultural agudiza el conflicto de intereses.

-Entonces, ¿no llegarán al Tribunal Penal Internacional los actos de violencia?
-Es probable, aunque aquí se ha abierto un conflicto de potencias. Estados Unidos no quiere dejarse encadenar, porque tenemos soldados en todo el mundo que no quieren exponerse al peligro de un procesamiento penal.

-Sabíamos cómo habíamos evitado en el pasado los grandes conflictos ideológicos y de política imperialista. Occidente venció a la Alemania nazi, limitó políticamente e intimidó militarmente a la Unión Soviética. Pero, ¿cómo se lucha en una guerra de culturas? ¿Y contra quién?
-Esto depende del escenario. Al Qaeda es algo completamente nuevo. Bush habla de guerra contra el terrorismo. Políticamente es un concepto útil, porque todo el mundo está contra el terrorismo, pero analíticamente plantea problemas, porque este término puede abarcar distintas guerras. Rusos, chinos, indios, israelíes, todos califican a sus enemigos de terroristas. En el fondo son conflictos territoriales. La guerra de Al Qaeda contra Estados Unidos y la civilización occidental es harina de otro costal porque no tiene nada que ver con una guerra por un territorio...

-¿Sino con una guerra de civilizaciones?
-Por supuesto que lo es.

-¿Cómo se lucha en una guerra de este tipo?
-Antes que nada, hay que cortar el apoyo que recibe un grupo como al Qaeda de otros miembros de su civilización. Cuando estos grupos o estados se alían con una parte en conflicto, la escalada es inminente.
Es lo mismo que ocurrió en Serbia, donde Belgrado apoyaba militarmente a los serbios de Bosnia y Kosovo. Por lo tanto, al Qaeda debe quedar aislada en el mundo musulmán, lo cual es muy difícil porque opera en cincuenta o sesenta países. De forma que hay que atraer a estos países a nuestro bando. Sin embargo, el Gobierno de Bush tenía un problema después del 11 de septiembre: ¿Cómo ganarse el apoyo de todas las potencias regionales, que no eran precisamente los mejores amigos de Estados Unidos, como Rusia, China, e incluso Irán?

-¿Volverá a atacar Al Qaeda?
-Como mínimo lo intentará.

Copyrught "Die Zeit". Traducción de Robert Falcó