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19.6.04

El choque de los fundamentalismos


Autor: Ali, Tariq
Editorial: Alianza


La obra del paquistaní Tariq Alí, intelectual comprometido contra la injusticia social, gana adeptos con el paso del tiempo.

Alí, que estudió en Oxford y vive actualmente en Londres, ha publicado novela y teatro, aunque es más conocido por sus libros históricos, siempre relacionados con la más palpitante actualidad.


Tariq Ali analiza en El choque de los fundamentalismos la llamada «guerra contra el terror» como una espantosa variante del retorno de la Historia. Un choque entre dos fundamentalismos, uno religioso y otro imperialista, en el que ambos bandos se valen de los mismos símbolos sacros y anacrónicos para encauzar sus propósitos; ya sea apelando a «la venganza de Alá», a «Dios está de nuestra parte» o a «Dios bendiga a América».

Cada uno posee sus inveterados rasgos distintivos, pero las dos fuerzas distan mucho de estar en pie de igualdad. Una es un «fundamentalismo imperial» que ha dejado sus huellas en Afganistán o en Oriente Próximo en su lucha por el control del «oro negro», y cuya facilidad para entrar en guerra sirve de espeluznante recordatorio del lugar que ocupa en el mundo. La otra fuerza es un «fundamentalismo religioso», un producto de la desesperación frente a las humillaciones del anterior.

El choque de los fundamentalismos es un paseo ameno y atractivo a través de la historia, la política, la literatura y la autobiografía, por el mundo de hoy y de nuestro pasado reciente. Un puente de entendimiento entre Oriente y Occidente, Islam y Cristianismo, escrito de forma magistral por este «musulmán no musulmán» que es como se define Tariq Ali para destacar su ateísmo. Un canto a la comprensión mutua entre las sociedades islámicas y occidental. Las islámicas en las que, como le ocurrió al autor, se podía crecer sin interferencias religiosas tan acuciadas. La occidental, cuyos valores proclamados por la Ilustración continúan siendo aplicables en nuestros días, pero en la que la concepción del imperio estadounidense como un nuevo proyecto emancipador responde a una orientación fatídicamente errónea.

Esta nueva edición de El choque de los fundamentalismos ha sido ampliada y actualizada por Tariq Ali con nuevos análisis y referencias a la guerra de Irak y a los atentados de Madrid, del 11 M, y de Londres, del 7 J.

Sinopsis

El Medio Oriente ha ejercido una obstinada fascinación sobre Occidente. «Descubierto» por el romanticismo, se pobló de pronto de olores y sensaciones que entraban por todos los poros, y de personajes elementales dominados por la pasión, eso que Hollywood aprovechó para enrolar a Rodolfo Valentino en El hijo del Skeikh, un filme que rompió los corazones de las espectadoras en la Norteamérica de la precrisis.

Pero esta imagen más bien idílica ha experimentado una movida de péndulo, sobre todo después del 11 de septiembre. De entonces a acá, ha tendido a prevalecer la equiparación entre Islam y fanatismo religioso, un invento efectivo gracias a la labor de los medios de difusión y a la emotividad inicial desatada por los sucesos. Y es por ahí, precisamente, por donde rompe El choque de los fundamentalismos, un apasionante libro de Tariq Ali cuyo rasgo distintivo consiste en discutir, en buena lid, la mirada convencional: de entrada nos informa que el Islam, como toda cultura, no es para nada homogéneo.

En rigor, hay muchos tipos de Islam, con variantes y matices diversos, un dato que suele silenciarse en medio de la prevalencia de estereotipos fijos sobre la otredad árabe. En este orden, el capítulo donde se examinan los orígenes y evolución del wahhabismo —una vertiente doctrinal extrema adoptada por Arabia Saudita, cuna de Osama bin Laden— constituye a mi juicio uno de los más memorables, sobre todo porque nos ubica ante el doble estándar de la política norteamericana, al tener como aliado a un país nada conectado con los valores democráticos. El petróleo, obviamente, manda.

¿Pero es el fundamentalismo un concepto aplicable únicamente al campo religioso? Tariq Alí lo niega desde el título. Se trata de un rechazo a la tesis del harvardiano Samuel Huntington, quien definió el «choque de civilizaciones» en tanto el núcleo duro de los conflictos del futuro, como ahora propaga la idea esencialista y racista de que los hispanos constituyen una amenaza para la identidad nacional estadounidense. Lo que se ha producido después del 11 de septiembre —sostiene Alí— no es un choque entre dos civilizaciones, sino entre dos fundamentalismos: uno religioso y otro político-imperial; el primero encarnado en quienes perpetraron los ataques terroristas a Nueva York y Washington; el segundo, en las invasiones a Afganistán e Iraq.

A mi juicio, uno de los capítulos más atractivos es el que el autor dedica a historiar el imperialismo norteamericano mediante experiencias como la participación de Estados Unidos en las dos guerras mundiales, la Guerra Fría y la contrainsurgencia. Pero en medio de sus innegables excelencias se echa de menos la insuficiente ponderación de la guerra contra España, en 1898, que les permitió experimentar su primera «splendid little war» a un costo relativamente bajo, un esquema que se repetiría, andando el tiempo, con las invasiones a Granada y Panamá.

Después de los abominables atentados terroristas del 11 de septiembre y del 11 de marzo en Madrid, resulta indispensable conocer mejor el mundo islámico, una referencia cultural que aún sigue teniendo bastante bajo perfil entre nosotros. Tariq Alí ayudará a los cubanos a no confundir mundo islámico con mundo árabe, y a diferenciar conceptos como chiita, sunni y suffi, tres corrientes caracterizadas por los distintos modos de posesionarse ante el hecho religioso y el Corán. Y lo hace no con la asepsia del académico convencional, sino combinando un análisis social y político de grueso calibre con sus vivencias personales en su natal Paquistán y, sobre todo, a partir de un sostenido compromiso antibelicista. Este libro, sin dudas, viene a llenar parte de ese vacío. Demos, pues, la más cálida bienvenida a El choque de los fundamentalismos.

Por: Alfredo Prieto. Ensayista, editor-jefe de la revista Temas.

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