Mezquita Petit-Saconnex en Ginebra. (Keystone)
No se trata tan sólo de la construcción de minaretes
La discusión sobre la construcción de minaretes en los pueblos de Wangen bei Olten y Langenthal provoca inseguridad a la población. Las reacciones escritas de muchos suizos muestran miedo y hostilidad hacia los extranjeros.
El sociólogo Kurt Imhof advierte, en conversación con swissinfo, sobre un cambio de la cultura política en Suiza.
Las asociaciones de musulmanes en la comuna de Wangen, cercana a Olten (Zúrich) y el pueblo de Langenthal quieren construir minaretes a sus mezquitas.
No obstante, ciudadanos y políticos preocupados por estos proyectos, temiendo una "avanzada islamista en Suiza" han creado un frente en su contra y exigen la prohibición de los minaretes.
El debate ya no sólo ocupa a los sectores implicados en esas comunidades, sino que ha degenerado en un conflicto cultural en el que el Islam ha adquirido una concepción cada vez más negativa.
Esto se observa especialmente en las discusiones públicas sobre el tema transmitidas en los medios de comunicación y a través de las cartas de lectores en los diarios impresos.
Voces molestas y moderadas
Luego de que el Obispo Kurt Koch dijera en entrevista a un periódico que los musulmanes en Suiza tienen el derecho a elevar sus torres, se ha producido una marejada de reacciones epistolares.
"En vez de abrirle por completo las puertas al Islam, sería tarea de la Iglesia informar sobre esa enseñanza anticristiana.
La violencia es una obligación en el Islam; por el contrario, Jesús predica el amor al enemigo", escribe un lector.
Otra opinión habla de "una nueva guerra centenaria" en el mundo occidental" que sólo podría tener fin "cuando ha sido vencido el terrible Islam".
Pero también hay voces moderadas: "En Canadá hay más religiones que en EE. UU. Cuando se visita Canadá se constata que allí cada religión tienen sus construcciones. ¿Por qué se puede en Canadá."
Cambio de la cultura política en Suiza
El conflicto, iniciado tras haberse presentado esas peticiones de construcción de minaretes en algunos centros religiosos ya existentes en Suiza, atizó miedos difusos hacia lo desconocido, lo extraño. Las voces, a veces agresivas, a veces inseguras y otras veces, amonestadoras, demuestran claramente que estos temores no sólo se derivan de la construcción de minaretes.
En la picota se encuentran los musulmanes que viven en Suiza. "Ese conflicto debemos tomarlo en serio", advierte el sociólogo zuriqués Kurt Imhof. "Cada problema abordado sobre lo exótico cambia la cultura política en Suiza"
Lo que puede llevar a un conflicto fundamental en Suiza, provocando también cambios en la minoría, que se siente restringida. "En los musulmanes, esto provoca una resistencia integrativa", dice Imhof
El Islam se reviste de un nuevo concepto de lo enemigo
En 1963, cuando se construyó el minarete en la mezquita de Mahmud en Zúrich y en 1978, la de la mezquita de Petit-Saconnex en Ginebra, no hubo debate alguno. Los minaretes en ese tiempo, sencillamente no eran un tema. Pero los tiempos han cambiado.
Desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 y otros posteriores perpetrados por musulmanes que dicen haberlos realizados en nombre de Alá, los creyentes de la religión musulmana se han ganado de manera general un concepto enemigo en el mundo occidental.
El anti-islamismo adquiere una mayor significación que el antisemitismo, dice Kurt Imhof. "Nos dirigimos hacia una nueva dualización del mundo.
El concepto enemigo del bloque oriental se sustituirá por el Islam."El problema incluso se hará más complejo ya que además del momento político y étnico se agrega el religioso. "Con ello no sólo la paz étnica, sino también la religiosa corre peligro".
Política en base al Estado de derecho
Las insistentes discusiones en contra de los proyectos de construcción de minaretes han sido rechazadas en base a las reglas de urbanización. No obstante, el gobierno cantonal de Zúrich quiere examinar una prohibición general de estas torres.
"La política debe remitirse al Estado de derecho y a la Constitución", advierte el sociólogo. "Si se quiere introducir una prohibición general para la construcción de minaretes, se debe cambiar la Constitución, que garantiza ese derecho.
Además, Suiza debería entonces salir de la Convención Internacional de Derechos Humanos.
Fuentes: Swissinfo, Susanne Schanda.
CONTEXTO
Por todo Oriente desde los altos minaretes dotados con potentes altavoces la voz del “almuacin” suena potente por toda la ciudad llamando a los creyentes a las plegarias.
Los alrededor de 350.000 musulmanes que viven en Suiza cuentan con 160 espacios de oración en almacenes, garajes y centros culturales, denominadas mezquitas interiores sin minaretes.
En condiciones similares se reúnen para profesar sus credos 28.000 hindúes, 21.000 budistas, 500 sikhs.
Hasta ahora sólo existen dos mezquitas con su minarete propio, una en Zúrich (desde 1963) y en Ginebra (desde 1978).
DATOS CLAVE
En Suiza viven alrededor de 350.000 musulmanes, muchos de ellos provenientes de los Balcanes y Turquía.
En total, significan el 5% de la población total en Suiza. (En 1990 eran 2,2%, en 2000, 4,3%)
La guerra de los Balcanes fue una razón significativa para el incremento de musulmanes en Suiza, quienes debieron huir del conflicto en la otrora Yugoslavia.
Sin embargo estos datos van en aumento, y la población musulmana en la vecina Suiza según datos recogidos el 30-04-06 en “República Islámica de Europa” es hoy en día un 20%, de la población.
Recordar a los lectores que la reciprocidad es inexistente para los cristianos que viven en oriente, no solo tienen prohibido cualquier ostentación pública del cristianismo, también son perseguidos y mermados sus derechos a la categoría de ciudadanos de segunda.
Por Monmar
INICIATIVA POPULAR FEDERAL CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE MEZQUITAS
El minarete y su significado.
Incluso en el mundo musulmán el minarete no está ligado al contenido de la fe. Las mezquitas de los países musulmanes no siempre tienen un minarete.Arquitectónicamente el minarete ejerce la función de una torre de alerta para los creyentes, pero también de una torre de vigilancia de los creyentes. Para algunos, el minarete es también un emblema de victoria.
El minarete expresa la voluntad de imponer un poder político-religioso según el lema: "¡Estamos aquí y ya no nos iremos!"El minarete está puesto al servicio de una reivindicación que por principio excluye la tolerancia, dividiendo el mundo en creyentes (todos los musulmanes) y no creyentes (todos los demás).
Así el minarete es el símbolo de una voluntad de poder que por principio ignora la libertad religiosa.
La Constitución Federal Suiza.
La Constitución Federal Suiza protege la "libertad de conciencia y de creencia" (art. 15 C.F.S). Toda persona adherente a una comunidad religiosa tiene el derecho de reunirse con otros adherentes para ejercer su fe. No es cuestión aquí de contestar esos derechos garantizados por la Constitución Federal.
Pero la Constitución Federal también obliga a la Confederación (Confederación Helvética) y a los cantones a cuidar la paz religiosa en el país (art. 72 C.F.S). Igualmente garantiza la tolerancia religiosa: "Nadie tiene el derecho, invocando la libertad religiosa, de contestar o de limitar los derechos fundamentales de otros, o de sustraerse al orden jurídico vigente en Suiza".
La reivindicación de una exclusividad religiosa y el reclamo de la tolerancia que se deriva de ella respecto de los adherentes de otras religiones no son de ninguna manera protegidos por la Constitución Federal, sino todo lo contrario: "El rechazo de la tolerancia es una amenaza para la paz religiosa cuya protección la C.F.S encarga a la Confederación y a los cantones".
La intervención legal.
Ningún derecho fundamental es ilimitado, la libertad religiosa también tiene límites: cuando buscan restringir los derechos fundamentales de terceros, por ejemplo los seguidores de otras religiones, invocando la libertad religiosa.
El legislador puede, por la vía democrática, crear unas bases legales que garantizan la protección de los derechos fundamentales para todos.
Minaretes y muecines.
Las organizaciones islámicas que piden un permiso para construir un minarete aseguran a menudo que nunca un muecín llamará desde lo alto del minarete a los fieles a al oración. Es con promesas similares que numerosas organizaciones musulmanas de Alemania han obtenido en los últimos años autorizaciones para construir minaretes.
Sin embargo, apenas el minarete ha sido construído, estas organizaciones han reclamado y han obtenido el derecho de recurrir a un muecín. Es una evidencia: si le damos la autorización de construir minaretes -aún cuando ni el minarete ni el muecín son mencionados en el Corán ni en otros escritos santos del islam- nos vemos obligados a acordar un muecín por "respeto" a la libertad religiosa.
Allá donde resuena el grito de "¡Alá es grande!", el reino de Alá comienza en el concepto de los musulmanes. En Alemania también se asiste desde hace poco a otra consecuencia de este estado de cosas: ciertas organizaciones musulmanas se declaran dispuestas a renunciar al muecín, pero a la condición que en "contrapartida" les sea prohibido a las iglesias cristianas el hacer sonar sus campanas, lo que prueba una vez más que el minarete y el muecín no guardan relación con el fondo de la religión: son únicamente los instrumentos de un combate que apunta a la eliminación de las otras religiones. Se trata de una lucha por el poder.
El minarete es la expresión de una voluntad de poder político-religioso. No tiene nada que ver con la fe."Nuestra democracia es únicamente el tren en el cual subimos hasta alcanzar nuestro objetivo.
Las mezquitas son nuestro cuarteles, los minaretes son nuestras bayonetas, las cúpulas nuestros cascos y los creyentes nuestros soldados".
Estas son las palabras del actual Primer Ministro turco Recep Tayyip Erdogan cuando todavía era alcalde de Estambúl, citando un poeta turco.
Sobre el tema de la campaña contra los minaretes en Suiza, visitar http://www.minarets.ch/
FIRMEN LA INICIATIVA POPULAR FEDERAL CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE MINARETES.
COMITÉ DE INICIATIVA CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE MINARETES.
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16.3.07
Mezquitas con minaretes en Europa
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A mí me causa más intranquilidad el comportamiento de los gobiernos occidentales que el peligro de islamización en sí.
ResponderEliminarPara mí, simple ciudadano occidental, es incomprensible el miedo, más bien horror, el que sienten los gobernantes cuando tienen que deliberar sobre asuntos que afectan a los musulmanes que residen en sus países. ¿Por qué ese miedo a restringir su expansión cuando no hay reciprocidad en los paises musulmanes?. A mi modesto entender considero que los que viven en un país que los ha acogido para que mejore su situacion social, la de ellos, no la del pais que los acoge, deben adaptarse a las costumbres de ese país, que, además, no les niega el derecho a practicar su religión. Una cosa es xenofobia y otra tolerancia suicida. Ojalá que no tengamos que arrepentirnos cuando ya sea tarde para reaccionar.
La verdad es que somos muchos los que nos sentimos preocupados por el devenir que se presenta en Europa.
ResponderEliminarNos quejamos de las prácticas que profesan los musulmanes en los guetos que han formado, por que lo cierto es que integrarse no se integran, ni tan solo intentan mezclarse por miedo a que se contagien de nuestras libertades, libertades que ellos y a veces con toda la razón desprecian, puesto que en ocasiones la libertad la equivocamos con libertinaje, falta de respeto hacia todo e incluso falta de ética y de moral, caminamos hacia la destrucción de todos los valores occidentales.
De este modo se instalan en barrios, organizan sus guetos y practican sus leyes “Sharia” leyes cuya práctica están prohibidas explícitamente en Europa.
El problema no es lo que “ellos” hacen, el problema es lo que los respectivos gobiernos europeos “sátrapas” y vende patrias, les están permitiendo hacer, y esto solo tiene un nombre “Islamizar Europa” a cambio de ostentar buenas relaciones y cuatro empresas sin escrúpulos negociar el derecho a pernaza y enriquecerse con el maldito petróleo.
Solo nos queda la esperanza para evitar lo peor… que en pocos años salga al mercado una alternativa, de lo contrario mejor nos preparamos para ser ciudadanos de segunda, sin derechos, en una palabra “Dhimis”.
Yo lo que me pregunto es si los gobernantes europeos son ciegos y no ven el mundo que estamos dejando a nuestros descendientes, porque no puedo creer que conociendo la historia, incluso reciente, se permitan presuponer que con los musulmanes puede llegar a existir una convivencia pacifica.
Si realmente esto es lo que piensan solo nos queda salir a la calle y echar del poder a estos ineptos barrigones que viven a costa de los contribuyentes sin dar golpe, aceptando favores para enriquecerse de países corruptos y antidemocráticos, y pasándose por el forro el cumplimiento de “los derechos humanos” los cuales solo les interesa cuando son los EEUU los que los incumplen, entonces si abren sus sucias bocazas para denunciarlos.
¿Tu crees que los políticos de hoy conocen la Historia?.
ResponderEliminarYo creo que en el momento que se afiliaron a un partido olvidaron todo lo que no fuese la teoría y la práctica de la "satrapía".
Hola a todos.
ResponderEliminarQuería comentarles algo que he vistoen el Link que tenéis en el Blog, Mezquitas del mundo:
http://ar.pg.photos.yahoo.com/ph/musulmanesperuanos/slideshow?.dir=/62f9&.src=ph
Hay dos fotos tituladas: Mezquita en Berlín,Alemania, pues la foto N 3 no es una mezquita de Berlín sino la archi conocida Sinagoga de Berlín.
En Suiza se debate actualmente, y eso desde hace algún tiempo, la prohibición de construir minaretes. Uno de los puntos del programa del recién elegido Christoph Blocher de la Unión Democrática del Centro era precisamente la promesa de aprobar una ley en ese sentido de ganar las elecciones.
ResponderEliminarLos partidarios de esa iniciativa han lanzado una campaña de recogida de firmas para forzar un referendum sobre esta cuestión.
(Mientras aquí, los españoles, raza de sangre caliente y semen espeso (supuestamente) andamos papando moscas y sexando ángeles, los suizos, gente comedida y reposada donde las haya, anda agitándose en defensa de sus libertades amenazadas. Siempre vamos rezagados).
Este es el texto de esa campaña (traducción personal).
INICIATIVA POPULAR FEDERAL CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE MEZQUITAS
El minarete y su significado.
Incluso en el mundo musulmán el minarete no está ligado al contenido de la fe. Las mezquitas de los países musulmanes no siempre tienen un minarete.
Arquitectónicamente el minarete ejerce la función de una torre de alerta para los creyentes, pero también de una torre de vigilancia de los creyentes. Para algunos, el minarete es también un emblema de victoria. El minarete expresa la voluntad de imponer un poder político-religioso según el lema: "¡Estamos aquí y ya no nos iremos!"
El minarete está puesto al servicio de una reivindicación que por principio excluye la tolerancia, dividiendo el mundo en creyentes (todos los musulmanes) y no creyentes (todos los demás). Así el minarete es el símbolo de una voluntad de poder que por principio ignora la libertad religiosa.
La Constitución Federal Suiza.
La Constitución Federal Suiza protege la "libertad de conciencia y de creencia" (art. 15 C.F.S). Toda persona adherente a una comunidad religiosa tiene el derecho de reunirse con otros adherentes para ejercer su fe. No es cuestión aquí de contestar esos derechos garantizados por la Constitución Federal. Pero la Constitución Federal también obliga a la Confederación (Confederación Helvética) y a los cantones a cuidar la paz religiosa en el país (art. 72 C.F.S). Igualmente garantiza la tolerancia religiosa: "Nadie tiene el derecho, invocando la libertad religiosa, de contestar o de limitar los derechos fundamentales de otros, o de sustraerse al orden jurídico vigente en Suiza".
La reivindicación de una exclusividad religiosa y el reclamo de la tolerancia que se deriva de ella respecto de los adherentes de otras religiones no son de ninguna manera protegidos por la Constitución Federal, sino todo lo contrario: "El rechazo de la tolerancia es una amenaza para la paz religiosa cuya protección la C.F.S encarga a la Confederación y a los cantones".
La intervención legal.
Ningún derecho fundamental es ilimitado, la libertad religiosa también tiene límites: cuando buscan restringir los derechos fundamentales de terceros, por ejemplo los seguidores de otras religiones, invocando la libertad religiosa. El legislador puede, por la vía democrática, crear unas bases legales que garantizan la protección de los derechos fundamentales para todos.
Minaretes y muecines.
Las organizaciones islámicas que piden un permiso para construir un minarete aseguran a menudo que nunca un muecín llamará desde lo alto del minarete a los fieles a al oración. Es con promesas similares que numerosas organizaciones musulmanas de Alemania han obtenido en los últimos años autorizaciones para construir minaretes. Sin embargo, apenas el minarete ha sido construído, estas organizaciones han reclamado y han obtenido el derecho de recurrir a un muecín. Es una evidencia: si le damos la autorización de construir minaretes -aún cuando ni el minarete ni el muecín son mencionados en el Corán ni en otros escritos santos del islam- nos vemos obligados a acordar un muecín por "respeto" a la libertad religiosa.
Allá donde resuena el grito de "¡Alá es grande!", el reino de Alá comienza en el concepto de los musulmanes. En Alemania también se asiste desde hace poco a otra consecuencia de este estado de cosas: ciertas organizaciones musulmanas se declaran dispuestas a renunciar al muecín, pero a la condición que en "contrapartida" les sea prohibido a las iglesias cristianas el hacer sonar sus campanas, lo que prueba una vez más que el minarete y el muecín no guardan relación con el fondo de la religión: son únicamente los instrumentos de un combate que apunta a la eliminación de las otras religiones. Se trata de una lucha por el poder. El minarete es la expresión de una voluntad de poder político-religioso. No tiene nada que ver con la fe.
"Nuestra democracia es únicamente el tren en el cual subimos hasta alcanzar nuestro objetivo. Las mezquitas son nuestro cuarteles, los minaretes son nuestras bayonetas, las cúpulas nuestros cascos y los creyentes nuestros soldados". Estas son las palabras del actual Primer Ministro turco cuando todavía era alcalde de Estambúl, citando un poeta turco.
FIRMEN LA INICIATIVA POPULAR FEDERAL CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE MINARETES.
COMITÉ DE INICIATIVA CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE MINARETES.
A.P.D
02/12/2007