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14.10.07
La intolerancia contra los musulmanes aumenta
En la conferencia europea de Córdoba, el delegado suizo advierte sobre el riesgo del incremento de la intolerancia y las discriminaciones hacia los musulmanes.
Anton Thalmann, suplente del secretario de Estado en el Ministerio de Exteriores, considera la intolerancia basada en la religión una tendencia peligrosa que afecta los valores fundamentales de Suiza.
Córdoba, ciudad de pasado árabe, judío y cristiano, se considera espejo de la tolerancia entre las tres religiones. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) eligió esa ciudad española como su foro de dos días, que reunió a 300 participantes de los 56 países miembros alrededor del tema de la intolerancia y las discriminaciones hacia los musulmanes.
El ministro español de Exteriores Miguel Ángel Moratinos insistió en el papel de la educación para luchar contra este fenómeno que afecta a los quince millones de musulmanes que viven en Europa.
La educación puede ser factor de discriminaciones presentando estereotipos sobre el Islam o bien estableciendo barreras para el acceso a las escuelas de los jóvenes musulmanes europeos, subrayaron los conferenciantes.
"El debate se centra muy a menudo en el asunto del velo e ignora los problemas de acceso a la educación para los musulmanes", lamentó Abdelnur Prado, director del Congreso Internacional del Feminismo Islámico.
Otro tema fuerte de este encuentro: los medios de comunicación. La imagen que presentan del Islam es con frecuencia negativa, sobre todo desde el 11 de septiembre, subrayó Kees Brants, profesor de Comunicación Política en la Universidad de Ámsterdam.
"El musulmán promedio, buen vecino, está totalmente ausente de los medios de comunicación", subrayó el catedrático universitario holandés. El "musulmán fanático y violento, las mezquitas transformadas en lugar de conspiración" son ejemplos de estereotipos que presentan los medios de comunicación, subrayó Abdelnur Prado.
Por la parte suiza, Anton Thalmann expresó su consideración de que la convivencia entre gente de religiones diferentes como un desafío cotidiano.
Entrevista:
Anton Thalmann, jefe de la delegación suiza en Córdoba. (Keystone Archive)
swissinfo: ¿Suiza tiene un problema de intolerancia y de discriminación hacia los musulmanes?
Anton Thalmann: La conferencia nos permitió comparar la situación de los musulmanes en los países de la OSCE y analizar similitudes y diferencias. Todo el mundo estuvo de acuerdo en admitir que desde hace algunos años aumenta el riesgo de intolerancia. No únicamente con respecto a los musulmanes, sino también en relación con otras comunidades religiosas.
Evidentemente Suiza no está al amparo de incidentes motivados por la incomprensión y por el miedo, yo dije a nuestros compañeros que estábamos plenamente concientes de eso. Es interesante notar que todo el mundo o casi, parece tener el mismo género de problemas.
swissinfo: ¿Qué medidas prácticas fueron sugeridas en Córdoba para combatir esta intolerancia?
A.T.: Lo primero que se debe hacer es admitir la existencia del problema. Se requiere un enfoque de múltiples facetas con programas educativos para estimular la tolerancia y el respeto.
También hay que estimular a las comunidades musulmanas a trabajar con las autoridades. Además, tenemos que recolectar datos sobre los crímenes de odio e introducir una legislación adecuada. Y luego, nos hace falta un periodismo responsable. Los medios de comunicación pueden desempeñar un papel positivo muy importante para promover la comprensión entre las culturas y entre las religiones.
swissinfo: Los musulmanes son el segundo grupo religioso en Suiza después de los cristianos. ¿Sería posible que hubiera "exceso" de musulmanes en Suiza?
A.T.: No lo pienso. Tenemos una larga tradición de diálogo interreligioso. La cuestión no es cuántas personas tenemos, sino cómo pueden integrarse estas personas y defender los derechos y las libertades que nuestra Constitución les otorga.
El Estado garantiza la libertad de religión y la coexistencia entre gente de religiones diferentes. Y es un desafío cotidiano.
swissinfo, Clare O'Dea y agencias
11 de octubre de 2007
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
Lo cierto es que mientras Anton Thalmann realiza estas declaraciones, los Suizos no parecen estar de acuerdo, sobre todo si tenemos en cuenta que el partido más popular de Suiza, promotor de una iniciativa con una campaña tildada de racista, sigue al frente en la intención de voto (27,3%) antes de las elecciones legislativas del 21 de octubre.
Miedo al extranjero, caballo de batalla electoral
La Unión Democrática de Centro destacaba de nuevo por su tono provocador. Aprovechando la Fiesta Nacional de 1° de Agosto, presentó como antesala de su lucha electoral, una campaña sobre su iniciativa popular para expulsar extranjeros delincuentes, con carteles en los que se muestra a unas ovejas blancas sobre la bandera suiza que echan fuera a una oveja negra.
Muchas miradas perciben a ese cartel como racista, pero el presidente de la UDC, Ueli Maurer, ha dicho que no ve nada de malo en él, porque "la oveja negra representa a un extranjero delincuente, y no a un extranjero en sí".
¿Por qué utilizar esa imagen?, responde a swissinfo el sociólogo Sandro Cattacin: "Es casi imposible que un partido se presente como agente de cambio en su campaña en un país tan imbricado internacionalmente.
Suiza, aunque no forma parte de la Unión Europea, se ha acercado mucho a ella con los acuerdos bilaterales y al retomar casi al 100% la legislación europea para aplicarla en casi todos los sectores".
La consecuencia de ello, a juicio del investigador, es que las autoridades, los políticos han perdido su poder de gestión ante las presiones de esa adaptación.
"Allí entra la estrategia de la UDC y de otros partidos también: quieren mostrar cambios más bien políticamente simbólicos que políticamente reales, para marcar diferencias entre sus posiciones. En ese juego, la UDC ha elegido temáticas que fácilmente reactivan los miedos que existen en la sociedad".
La estrategia de la provocación continua
"Los temas son seguridad, inmigración, pero inmigración en una lógica distinta, porque no se habla de si se requieren inmigrantes o no, o cómo arreglar el flujo inmigratorio, sino que se habla de inmigrantes como criminales, como invasores culturales, como problema. Es una manera de hablar muy lejana de la gestión actual del fenómeno migratorio en Suiza, que es muy diferente".
Cattacin menciona que "desde el punto de vista del 'marketing', se trata de una campaña extremadamente profesional: posee el juego de la provocación continua que hace que el 40% de los artículos de la prensa hablen de la UDC; y eso significa que ha monopolizado el espacio público de esa campaña", rescata de una investigación de su colega de la Universidad de Zúrich, Kurt Imhof.
"La justificación de este tipo de campañas está siempre al interior de la legalidad y juega, sin embargo, con el fuego de lo que hay fuera de esa legalidad, que es racista", puntualiza Sandro Cattacin.
Fuentes: "swissinfo, Patricia Islas Züttel"
Entre ovejas blancas, negras y de otros colores
En la sociedad suiza aparecen iniciativas que rechazan los excesos de la batalla electoral, como es el caso del concepto 'Ovejas en guardía' en Internet.
Aún después de las elecciones, la inmigración seguirá siendo tema de debate en Suiza, advierte Bernard Voutat, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad de Lausana.
Algunos medios extranjeros se preguntan si Suiza es realmente racista. En opinión del profesor Voutat "siempre es delicado imputar una actitud política a un país en su conjunto".
"En Suiza, y en el caso de otros Estados europeos, desde hace unos 50 años hay medios políticos y corrientes políticas que son abiertamente, explícitamente, xenófobas y que utilizando el favor del derecho popular obtienen un éxito electoral, relativamente importante. Se puede pensar, efectivamente, que al lado de ese medio político hay en la sociedad helvética una sensibilidad de hostilidad de cara a los extranjeros.
Extranjeros que cambian: fueron primero los inmigrantes europeos. italianos, españoles y portugueses, en las décadas de los 60 y 70. A partir de los años 80, la hostilidad se desplazó a la inmigración extraeuropea en el sector del asilo y se integró después una inmigración que viene de los Balcanes y en particular de la ex Yugoslavia a partir de los 90".
El investigador observa una tendencia al sensacionalismo en los medios de los Estados europeos y que afecta también a los medios suizos.
"Se trata de una tendencia al desarrollo del sensacionalismo en detrimento de la reflexión y el análisis periodístico", pero esta inclinación compete sólo a algunos medios, tal y como ocurre en el caso de los prejuicios al extranjero en la sociedad.
Fuentes: "swissinfo, Patricia Islas Züttel"
Sea como sea, el debate sobre la inmigración musulmana empieza a ser una realidad dentro de Europa.
Y pese a quien pese, son los musulmanes si es que desean vivir en Europa, los que deben hacer el esfuerzo para integrarse en nuestra sociedad, y no crear sus propios guetos y encerrarse en ellos, rechazando por sistema todo cambio en sus vidas.
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6 comentarios :
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pues yo no siento intolerancia contra mi,por ser musulman.la mayoria de los españoles me tratan muy bien,y por eso mismo me caen de puta madre...
ResponderEliminarSi es así, solo demuestra que estás por la labor de integrarte en tu nueva sociedad, me alegro que no te encierres en vuestros guetos para impedir ser corrompidos por la Europa infiel.
ResponderEliminarLo que no puedo entender es como se puede acatar una religión que dicta el comportamiento a seguir no solo en la forma de vida, incluso hasta en lo mas intimo del ser tiene la desfachatez de dictar la conducta.
¿Qué tiene que ver la religión con la vida que elegimos seguir?
Ni los progenitores tienen derecho a meterse en las decisiones de los hijos, como máximo un consejo, ni nuestra sociedad admitiría que nos marquen las pautas a seguir.
¿Cómo y porqué Alá se atreve a dictar los mandatos, como si se trátara de una férrea dictadura exigiendo a los individuos como deben vivir, vestir, comer, comportarse como el ordena y manda, sin alternativas.?
Hay que ser muy sumisos, pobres de espíritu y muy ignorantes para aceptar en el siglo XXI que una religión imponga valiéndose de castigos la elección de vida.
Quedaros con vuestra Sharia, en Oriente, pero no pretendáis que la respetemos ni menos instalarla en occidente, que aun reconociendo nuestros defectos nos brinda la libertad para elegir como queremos encauzar nuestras vidas.
Es de ingenuos pensar que vais a conseguirlo, es desconocer la mala leche que gasta Europa, es obviar la historia europea plagada de pasadas guerras, y futuras si no queda alternativa.
Todo aquel que va a un país ha de partir con que ha de adaptarse ciertas normas de convivencia y cultura, aunque la suya se respete en la medida de lo posible.
ResponderEliminarBactrio, tú no eres musulmán, eres el típico progre camuflado. jajaajajaa...
ResponderEliminaroye por que no publicas mi comentario?no creoq ue me haya salido del tema original o haya insultado a nadie..
ResponderEliminarNo, esta vez ha sido peor.
ResponderEliminarLas familiaridades que te tomas gratuitamente puedes utilizarlas entre tus amistades.
Para participar en este Blog, tienes que aprender a ser verbalmente respetuoso, las muestras de afecto son ofensivas y están demás.