La Junta Islámica presionará a Zapatero para hacer de Córdoba «La Meca de Occidente».
La meca
«Sería muy bello convertir Córdoba en La Meca de Occidente».
De esta manera se pronunciaba, en una reciente entrevista, Mansur Escudero, presidente de la Junta Islámica y vicesecretario general de Liderazgo Popular Islámico. Escudero reflexiona en voz alta sobre las propuestas de futuro en esta materia una vez celebrada en Córdoba la reunión de la principal organización islámica a nivel mundial, en la que se reivindicó la «memoria histórica» del Al Andalus.
Una propuesta que elevará al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando éste le reciba en La Moncloa, para que Escudero le haga entrega de las conclusiones del congreso que sobre la «Alianza de Civilizaciones» ha llevado a cabo la entidad islámica. La proposición cuenta con el respaldo del Partido Andalucista y de Izquierda Unida y, según Escudero, el PSOE no la ve con malos ojos.
Mezquita de uso universal.
Para el presidente de la Junta Islámica, «si hubiese voluntad política, Córdoba podría convertirse en un referente a nivel mundial de encuentro multicultural». En su opinión, la ciudad califal «tiene los elementos suficientes para acceder a esto, por su historia y las huellas que quedan del pasado».
No obstante, Escudero observa que «hace falta que se haga realidad, que no se quede en el plano de la retórica». En este plano es en el que vuelve a retomarse al cuestión de que la Mezquita de Córdoba «fuera de uso universal y abierta a todo el mundo. Pensamos que sería un referente importantísimo para que Córdoba se presentase ante el mundo como una ciudad de encuentro entre civilizaciones».
Aunque asegura que «nunca hemos pedido la propiedad de la Mezquita, ni tener derecho a participar de los beneficios de la visita o gestionar el monumento», Mansur Escudero sí deja caer cómo «otros grupos consideran que la Mezquita es parte del patrimonio islámico, y el acuerdo de cooperación con el Estado recoge que los musulmanes debemos estar presentes en los órganos de gestión del patrimonio».
«Nosotros no decimos eso, aunque la ley dice que la Comisión Islámica Española -de la que forma parte su organización- debe ser miembro de las instituciones que gestionan el patrimonio de origen islámico».
Islam contra Occidente.
En cuanto a la tantas veces nombrada «Alianza de Civilizaciones», el líder islámico sostiene que «no hace falta hablar tanto de ella, sino llevarla a la práctica». Para Mansur Escudero, «se ha generado la idea de que la civilización islámica pone en peligro a la occidental», lo cual supone «un marco teórico de enfrentamiento que ha sido asumido por gobiernos como el de Estados Unidos para justificar acciones como la invasión de Irak, destruir una civilización milenaria y apropiarse de sus recursos».
«Todo esto sobre la base de que existe un terrorismo mundial que se genera en este país y que ataca a Occidente», resume Escudero, quien afirma que «la contraestrategia debe ser la Alianza de Civilizaciones». Éste es, en opinión del líder musulmán, el espíritu que guió el Decálogo aprobado la pasada semana en Córdoba y en el que se reclamaba la nacionalidad española para los descendientes de los musulmanes expulsados de España hace siglos, así como una serie de actividades de denuncia de la persecución antimusulmana en la Península Ibérica, y de reconocimiento a la «memoria histórica andalusí».
En cuanto a la recuperación del espíritu de Al Andalus, Mansur Escudero sostiene que, en su opinión, «Al Andalus es un paradigma, porque la concepción que nosotros tenemos de esta tierra es la de un referente espiritual». No obstante, el presidente de Junta Islámica no niega que «fue un territorio físico, en el cual floreció una civilización con unos valores determinados».
En la actualidad, apunta Mansur Escudero, Al Andalus «se ha convertido en un paradigma espiritual, una referencia donde ya se concretaba lo que ahora llamamos Alianza de Civilizaciones». Un lugar donde «bajo un gobierno musulmán, otras confesiones tuvieron garantizadas sus prácticas religiosas, sus libertades, sus propios sistemas de justicia... Ahora, simplemente, es una referencia».
En todo caso, Mansur Escudero sí reconoce que este concepto, al igual que el de «Eurabia» (que vatician la islamización del continente europeo), «despiertan temor y generan rechazo».
«No hay sociedades puras».
Sin embargo, recalca, «lo que es inevitable es que en Europa aumenta la diversidad cultural, pero no solamente de musulmanes. Estamos en una sociedad intercultural, donde ya no hay sociedades puras que tengan una tradición única y donde solamente exista la expresión de una cultura».
Para Escudero, «Europa tiene que echar mano de la inmigración para poder mantener las tasas de natalidad o los sistemas de pensiones. Por eso, hay que dar las gracias a los inmigrantes y garantizar sus derechos, entre los que se encuentran musulmanes y personas de otras confesiones. Pero eso no debe verse como un peligro, más bien al contrario, como una oportunidad».
Fuentes: madridhabitable .
El interés por la catedral de Córdoba es más que interés, es una obsesión.
Sobre el mismo tema:
La Catedral de Córdoba, no como Mezquita
Córdoba, la Meca Europea.
La Catedral de Córdoba (Mezquita)
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26.12.07
Córdoba «La Meca de Occidente».
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2 comentarios :
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Tienen un morro que se lo pisan. Se ponen a pedir como un niño a los Reyes Magos, pero ellos no reconocen los derechos humanos, ni a mujeres, ni a infieles ni a los musulmanes que desean convertirse a otra religión.
ResponderEliminarSueñan con una edad de oro en la que nostros los kafir o dhimmis viviamos como ciudadanos de segunda categoria, pagando el yyizya o como se llame el impuesto religioso. Se piensan que si nosotros somos ricos y ellos pobres es porque les hemos quitado lo que era suyo, y no veen que en realidad son ellos los que se lo han hecho a si mismos, y nosotros hemos surgido de las cenizas y les hemos tomado la delantera.
La mayor amenaza que acecha a la humanidad en el siglo XXI es la creciente e imparable expansión del Islam. Esta religión atroz que fundara por el siglo VI después de Cristo un asaltante de caravanas psicópata llamado Mahoma, y que a su muerte agrupaba únicamente a unas mil personas, hoy suma mil quinientos millones de adeptos distribuidos en la mayor parte de África, Sur y Este de Asia, Europa y Estados Unidos. En Latinoamérica aún son una minoría afortunadamente (Con los católicos ya tenemos bastantes problemas en que ocuparnos por el momento)
ResponderEliminarDe todas las religiones que el hombre, en su infinita maldad y estupidez ha concebido, la musulmana se erige como la mas atroz y abominable de cuantas han existido. Se necesita tener un dedo de frente para negar una verdad tan evidente: el Islam es una peste.
La religión musulmana fue fundada por Mahoma, un asaltante de caravanas venido a menos proveniente de la península arábica, quien en algún momento de su malnacida existencia descubrió que la gente a su alrededor era lo suficientemente idiota como para creer que Alá se le aparecía periódicamente, lo proclamaba su profeta en la Tierra y le encomendaba tomar dictado de su palabra. Durate el Ramadán, en el interior de una cueva y como en el aura de un ataque epiléptico, escuchaba sonidos extraños y fingía entrar en trance. Era entonces cuando Alá se manifestaba ante el para dictarle los versos de ese compendio infame e ilegible de estupideces que hoy conocemos con el nombre de Corán.
Libro atroz como ninguno, el Corán no sirve ni como lectura de emergencia para conciliar el sueño en una desesperante noche de insomnio. Si acaso se lograra conciliar el sueño leyendo sus páginas, sería solo para pasar una larga noche de pesadillas. A lo largo de su inútil existencia, Mahoma se dedicó a redactar una serie de versos espantosos en los que dictó la forma en que sus adeptos debían regir sus vidas hasta en el mas ínfimo e insignificante detalle. Consiguió convencer a un rebaño de imbéciles de la veracidad de su palabra con una estrategia simple que se ha usado un millón de veces a lo largo de la historia de la Humanidad: Sus enseñanzas no provenían de su mente obtusa, sino que eran nada más y nada menos que la palabra de Dios. Eran por tanto infalibles e inatacables. Quien se opusiera a los mandatos contenidos en sus versos, no se oponía pues a Mahoma, sino a Dios, y era por tanto un hereje que debía morir por su crimen. Como ya dije, es evidente que Mahoma no fue el inventor de esta estrategia tan simple en apariencia y que sin embargo, sigue siendo hasta el día de hoy el pilar sobre el que descansa la estructura de toda religión. Las “escrituras sagradas” de todas las religiones se sostienen en el mismo concepto.
Para adentrarse a las páginas del Corán sin horrorizarse, dormirse o vomitar en el intento, es preciso entender el contexto en el cual fue redactado. Y tomarlo como lo que es: un compendio de todos los vicios, amenazas y prejuicios que una mente medieval tenía a su alcance para sedar a un pueblo y obtener el poder y dominio absoluto sobre el. Solo de esta forma es posible leer estas aberraciones sin suicidarse en el intento:
“Si teméis no ser equitativos con los huérfanos, no os caséis más que con dos,
tres o cuatro mujeres” (sura 4, versículo3)
“En el reparto de los bienes
entre vuestros hijos Alá os manda dar al varón la porción de dos hijas” (sura 2,
versículo 12)
“Jamás ha sido dado a un profeta hacer prisioneros sin haberlos
degollado ni cometer grandes sacrificios en la Tierra” (sura 8, versículo
68)
“Felices son los creyentes que limitan sus goces a sus mujeres y a las
esclavas que les procuran sus manos diestras” (sura 23, versículo 6)
“¿Hemos
creado acaso ángeles hembras?” (sura 37, versículo 150)
“Las peores bestias
de la Tierra ante Alá son los mudos y los sordos, que no entienden nada. Si Alá
hubiese visto en ellos alguna buena disposición, les habría dado el oído. Pero
si lo tuvieran, se extraviarían y se alejarían de él” (sura 8, versículos 22 y
23)
“Mata a los infieles donde los encuentres” (sura 9, versículo5)
“Yo
sembraré el terror en los infieles y vosotros cortadles las cabezas” (sura 8
versículo 12)
“A los que les hacen la guerra a Alá y a su Profeta mátalos,
crucifícalos, córtales las manos y los pies” (sura 5, versículo 37)
“Cuando
os encontréis con infieles, mátalos y haz con ellos una carnicería” (sura 47,
versículo 5)
Esto es pues el Corán: Un compendio insufrible de maldad y estupidez humanas. En sus páginas se encuentra quizá el peor intento de la humanidad de dar legitimidad dívina a la intolerancia religiosa, el oscurantismo, la homofobia, la violencia, la misoginia, el esclavismo y la unión inseparable de la religión y el Estado.
Sabemos que para el Islam la coexistencia con otras religiones es imposible: “Mata a los infieles donde los encuentres”. Mas claro ni el agua. De ahí nace su precepto sagrado de emprender la jihad o guerra santa en contra de toda religión, país, pueblo o persona que se atraviese en su camino. Es este el único secreto de su éxito: la espada. Una religión tan estúpida se habría extinguido hace siglos si no fuera por los asesinos entre sus filas que se han dedicado a imponerla con la muerte y el terror sobre la faz de la Tierra. Como otras religiones, aplasta a los infieles en sus dominios, pero exige tolerancia religiosa en aquellos países en los cuales aún no esta al mando. De esta forma, en Europa, los buenos maridos musulmanes defienden su derecho divino de mantener encerradas a sus esposas en casa, hasta su regreso del trabajo, argumentando que sus creencias religiosas así lo permiten. ¿Creerán estos imbéciles que los preceptos de su religión se encuentran por encima de los derechos humanos?
El musulmán se siente libre de estrellar aviones en edificios o de atarse explosivos y volar en mil pedazos en un mercado atestado, sin el temor de ser juzgado. Después de todo solo esta siguiendo los preceptos de su religión. ¿Cierto? Después de todo no bebe alcohol, no come cerdo y reza cinco veces al día. ¿Qué tan malo puede ser alguien que no come cerdo?
El Islam nació en la Edad Media y como tal pretende estancar a sus adeptos en el oscurantismo medieval indefinidamente y arrastrar de paso al mismo destino, a todos aquellos países que toleren su infiltración. La homosexualidad esta institucionalmente prohibida por el Estado en los países musulmanes y aquellos que incurren en ella son presa de tortura y en última instancia de la pena capital. Para el Islam, la mujer, en términos simples, es escoria humana. Institucionalmente inferior, vale menos que una mesa. Carece de alma y su propósito en la Tierra es entretener sexualmente al hombre, darle descendencia y hacerle de comer. Cualquier desviación de estas simples tareas la expone a castigos desagradables como son por ejemplo, el morir apedreada por una chusma de débiles mentales. Pero el más peligroso aspecto que esconde el Islam es esa desviación que liga inextricablemente el gobierno de sus súbditos con su religión. De esta forma se fomenta la constante aparición de tiranos y psicópatas oportunistas que legitiman sus gobiernos en el Corán y dictan sus mandatos a la población como quien proclama la palabra de Dios. El veneno del Islam tiene en el Estado la más peligrosa arma para aplastar a sus pueblos y someter por todos los medios a otros. Le hace posible por ejemplo, intimidar a otros pueblos con la reciente amenaza de fabricar o usar armas atómicas, haciendo uso, dicho sea de paso, de ciencia y tecnología prestadas del Occidente. Las armas atómicas son una aberración en manos de cualquiera, pero para que la competencia fuera justa, los musulmanes deberían llegar a la tecnología para fabricarlas por sus propios medios. De esta forma tendríamos que esperar un millón de años para ver a un país musulmán en posesión de un arma nuclear.
¿Qué decir a favor de aquellos que rigen sus vidas con el Corán? Su esperanza mas indulgente es que el resto de la humanidad se compadezca de su retraso mental. O se ría de su estupidez. Pero eso no basta. Es preciso que la civilización occidental emplee todos los recursos pacíficos a su alcance para frenarlo, en este momento en que todavía hay tiempo. Si no lo hace, en el futuro no tendrá mas que dos opciones: Someterse a la barbarie musulmana o defenderse por la fuerza. La historia del siglo XXI estará marcada por el choque de estas dos civilizaciones (Empleamos aquí el término “civilización” para referirnos al Islam como un decir)
Según algunas estadísticas, y de continuar la tendencia actual, en unas cuantas décadas Europa será mayoritariamente musulmana. Eso es un dato ATERRADOR. La civilización occidental se acerca silenciosamente a un abismo y aún no se da cuenta de ello. Es cierto que dicha civilización occidental no es perfecta, y que ha conseguido sus mas preciados avances (La democracia, la libertad de pensamiento, la ciencia) a pesar de, y no gracias a sus respectivas religiones mayoritarias (Es decir, el cristianismo y el judaísmo), pero la prefiero infinitamente a la ausencia de civilización que nos propone el Islam. Si permite que el Islam la doblegue, sufrirá un retroceso irreparable y un golpe mortal del cual difícilmente podrá reponerse.
http://lostscriptum.blogspot.com