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26.5.13

Disturbios en Estocolmo "Arde Europa"


Desencuentro de civilizaciones

Cuatro jornadas de altercados en Estocolmo y un asesinato en Londres a manos de un islamista ponen en duda la utopía de la multiculturalidad



En 20 años se doblará la población islámica en Europa. De los 18.267.000 que se registraban en 2010 se pasará a 29.759.000 en 2030, según indica un informe del Ministerio de Exteriores. Ayer mismo se conocía la muerte de un ciudadano británico a manos de Michael Adebolajo, el decapitador de Londres, convertido recientemente al islam. No es un hecho aislado. Estocolmo amanecía con coches quemados en el suburbio de Husby, donde el ochenta por ciento de la población procede de Turquía, Somalia y de países de Oriente Medio. Era la cuarta jornada de violencia. Inevitable que surja una pregunta: ¿Se trata de incidentes anecdóticos o algo falla en la utopía de una Europa multicultural y armónica?

El barrio sueco donde se ha desatado la batalla campal tiene un alto nivel de concentración de población de origen inmigrante. Además, uno de cada cinco jóvenes está en paro y no estudia. Los problemas económicos y los recortes en ayudas al desempleo y a la educación, han agudizado las situaciones de marginalidad. Existen numerosos cauces de protesta, como sitiar el Congreso o convocar una manifestación, fórmulas bien conocidas por países de larga y reciente tradición democrática. Pero cuando el país de origen de los líderes que encabezan las arengas vandálicas no conoce la democracia ni la espera, la pataleta social adquiere dimensiones de guerrilla.

Ahora que la escasez ha recalado en Europa, ya no está tan necesitada de que ciudadanos de extracomunitarios que les echen una mano en sus tareas. Es entonces cuando la lucha por la supervivencia se ha hecho, ya no cainita, sino mundial. Y más si existen países, como el nuestro, donde se registra más de un cincuenta por ciento de paro juvenil. Por eso no es de extrañar que el racismo entre los ciudadanos europeos haya aumentado. Un reciente estudio publicado en European Sociological Review muestra que los países donde se imparten clases anti racistas tienen, paradógicamente, (1) tasas más elevadas de racismo. Los datos se extrajeron de una encuesta a 1.444 alumnos de entre 14 y 15 años en la ciudad holandesa de Nijmegen. Según el informe, cuando se intentan explicar los valores del multiculturalismo aumenta la animosidad entre los miembros de comunidades distintas. Esta mayor inquina se fomenta cuando “se aproxima al asunto del racismo desde una perspectiva unilateral de atacante-víctima”. Patricia Morgan, experta sobre asuntos relacionados con la familia y la educación, explica que “se les acusa a los chavales de cosas que no han hecho o no han dicho. Es lo mismo que el adoctrinamiento, y no funciona. Es contraproducente”.

Extrema derecha

Tampoco es casual que hayan proliferado los partidos de extrema derecha. En Francia Le Pen dobla en intención de voto al presidente de la República; en Gran Bretaña el partido Ukip gana cada día más adeptos; y surgen grupos con nombres tan patrióticos como Los verdaderos finlandeses. Las dificultades de integración entre la cultura local y la de los países de procedencia de los inmigrantes hace que estos grupos se erijan en ejércitos de protección de los usos y costumbres autóctonas. Sin olvidar la defensa de los derechos humanos conseguidos a lo largo de los siglos.

Haciendo un repaso a vuela pluma de los principales conflictos culturales vividos los últimos años el inventario de afrentas es generoso: en febrero de 2003 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos señaló que ley de la sharia es incompatible con los principios fundamentales de la democracia, particularmente con estatuto de la mujer y por su intervención en todas las esferas de la vida pública y privada según preceptos religiosos; en Bélgica se ha planteado (tras creación del Partido del Islam), en sede parlamentaria, que debe reducirse el poder de los musulmanes electos cuyas creencias son incompatibles con el Convenio Europeo de Derechos Humanos; se ha suprimido el carácter cristiano en las festividades de la comunidad francófona belga para no ofender a musulmanes; Alemania ha prohibido las organizaciones salafistas; y entre 2010 y 2012, al menos 32 estados de EE UU han propuesto que los tribunales no apliquen leyes extranjeras o religiosas en sus sentencias. La prohibición suele considerarse anticonstitucional respecto a los musulmanes.


Minaretes suizos

Pero fue Suiza quien protagonizó uno de los conflictos más simbólicos de los últimos años. En 2009 los ciudadanos votaron en referéndum prohibir la construcción de minaretes en las mezquitas. El Partido Popular Suizo ilustró con carteles de minaretes amenazantes cual misiles, y de mujeres con burka. Días antes de la votación, Amnistía Internacional advirtió que la prohibición impediría a Suiza respetar sus obligaciones en materia de libertad de religión. Los promotores de la iniciativa, el SVP-UDC –que obtuvo un 29% de los votos en las elecciones federales de 2007– respondieron que la construcción de minaretes no está protegida por la libertad de religión, ya que estos “no tienen relevancia religiosa”. El teórico del islam Tariq Ramadan afirmó que “el minarete no es imprescindible para la oración”. Esto ha facilitado la tarea de quienes han tratado de convencer al pueblo suizo de que el alminar es “un signo de dominación política y de expansión del islam en tierras suizas”.

La mayor parte de los roces de civilización se han producido con ciudadanos de origen islámico, que, como se observa en el gráfico, son mayoría en el centro de Europa, Finlandia y la antigua Yugoslavia. Según los datos del último Eurostat, la mayor parte (28 %) de los inmigrantes en la UE procede de países con un Índice de Desarrollo Humano medio. Por países el Reino Unido está a la cabeza en recepción de inmigrantes (566.500) en 2009, seguido muy de cerca por España (499.000) e Italia (442.900). Es decir, algo más de la mitad de la totalidad han elegido estos tres países.
¿Y qué ocurrirá con los inmigrantes nacidos en un país europeo? Un reciente estudio sobre la Segunda Generación en España (ILSE) indicaba que están cada vez más integrados y que no perciben discriminación por la nacionalidad de sus padres. De hecho, se señala que el 48,3 por ciento se siente español. El profesor de la Universidad de Princeton Alejandro Portes y la profesora del Instituto Universitario Ortega y Gasset Rosa Aparicio opinan que “el proceso de integración es lento pero constante” en España.

El eslogan Spain is different es cierto, en este caso, funciona. De momento. Pero también es cierto que no todos los países de la Unión Europea se han gastado millones en difundir las bondades de la Alianza de Civilizaciones entre sus ciudadanos. Habrá que esperar a 2030, o quizá no tanto dadas las costumbres natalicias de nuestros vecinos.

Fuente: La Gaceta

(1) Clases anti racistas que fomentan el racismo 

Un estudio muestra que tienen el efecto contrario: llaman la atención sobre las diferencias y fomentan el racismo. de comunidades étnicas y religiosas diferentes. Los gobiernos holandeses intentan que esta convivencia sea pacífica y, en consecuencia, hay un programa que enseña en las aulas los mensajes de tolerancia y respeto hacia las personas que tienen una raza distinta y profesan otras confesiones religiosas.

La European Sociological Review condujo un estudio sobre los efectos de esta política sobre las creencias de los alumnos. Para eso, se realizó una encuesta a 1.444 alumnos de entre 14 y 15 años en la ciudad holandesa de Nijmegen. Los estudiantes procedían de ámbitos sociales y culturales diversos,

Parte de los resultados eran hasta cierto punto previsibles, y congruentes con otros estudios. Por ejemplo, los chicos tienden a ser más intolerantes con personas de otro grupo étnico que las chicas. La intolerancia es mayor entre los miembros con una fuerte identificación religiosa o étnica, como es el caso de los turcos o los marroquíes.

Pero el informe, recogido por The Daily Telegraph, muestra más información: “Los contactos intra-étnicos positivos en clase desaparecen o incluso son negativos cuando se pone un mayor énfasis en el multiculturalismo en las clases”, dice el informe. Según el estudio, “discutir la discriminación y las costumbres y los hábitos de otras culturas durante la clase, afecta a las actitudes xenófobas de los jóvenes de forma indirecta”. Indirecta, pero en el sentido opuesto al pretendido.
De hecho, observa el informe, cuando se intentan explicar los valores del multiculturalismo lo que ocurre es que aumenta la animosidad entre los miembros de comunidades distintas. Esta mayor inquina se fomenta cuando “se aproxima al asunto del racismo desde una perspectiva unilateral de atacante-víctima”.

The Daily Telegraph recoge la opinión de Patricia Morgan, experta sobre asuntos relacionados con la familia y la educación, para quien “se les acusa a los chavales de cosas que no han hecho o no han dicho. El multiculturalismo intenta manipular los pensamientos de los alumnos, sus creencias y emociones. Es lo mismo que el adoctrinamiento, y no funciona. Es contraproducente”. A su juicio, “este informe muestra que cuando se busca manipular las mentes de los niños, acaba volviéndose contra ellos”.

Fuente: La Gaceta

4 comentarios :

  1. Anónimo27/5/13

    El fascismo se cura leyendo, el racismo se cura viajando (M. de Unamuno).

    Solo me alegro de que la úlcera os la producís vs mismos y vs mismos la alimentáis.

    Del muy esPPañol "la mujer en casa y con la pata quebrada" o "la maté por que era mía" no se acuerda ni Reverte.

    salud! que falta os hace.

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  2. Anónimo27/5/13

    no espero que lo aprueben, oiga, faltaría más... estos adalides de la libertad de expresión siempre que coincida con su cerrazón!

    Lo decía Mafalda: "lo peor de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta".

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  3. Anónimo29/5/13

    Como siempre buen post, sigue asi que siempre es agradable leer cosas alternativas y no tanta ''mass media''
    Un Saludo HH

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  4. Anónimo31/5/13

    Algunos siguen pensando que tener determinadas opiniones sobre ciertos temas te hace obligatoriamente votante del pp xD Cuando la verdad es que tanto la derecha como la izquierda hacen la vista gorda en según que temas (y éste es uno de ellos).

    Y sí, en España también hay machismo, pero ¿eso quiere decir que tenemos que asimilar también el que viene de fuera? No creo.

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